El Reglamento de Distribución, a examen

Aunque existen opiniones encontradas, la mayoría de los asistentes al XIV Foro de la Automoción lo tiene claro: el nuevo Reglamento Europeo de Distribución ha traído inestabilidad e incertidumbre al sector. Además, sus objetivos, por el momento, no se han cumplido.

La rentabilidad de los concesionarios baja un 34 por ciento
La rentabilidad de los concesionarios baja un 34 por ciento

El Reglamento de Distribución que rige en Europa desde el pasado mes de octubre aún no ha cumplido sus principales objetivos, según los expertos. La rebaja en los precios de los automóviles era una de las metas de esta normativa y, por el momento, no se han notado sus efectos.Así lo han expresado la mayoría de los asistentes al XIV Foro de la Automoción, celebrado en Madrid. El encuentro, organizado por el Instituto de Empresa, ha puesto de relieve que la distribución del automóvil seguirá descansando en el sistema de concesión, ya que se trata de un modelo consolidado en España. Los cambios son posibles, aunque éstos se producirán, principalmente, en la forma de operar y en la introducción de nuevos canales de distribución. Javier Rodríguez de Heredia, presidente de la asociación de concesionarios Faconauto, ha asegurado que esta actividad continuará desarrollándose en Europa con la misma competencia que hasta ahora, no más.Asimismo, Heredia ha criticado duramente la masiva cancelación de contratos que los fabricantes han llevado a cabo con la implantación del reglamento. La anulación de estos acuerdos, según el presidente de Faconauto, ha sido la herramienta empleada por las marcas para implantar condiciones más duras (los llamados estándares) a los puntos de venta. Esto ha introducido en el sistema nuevos costes que no representan una mejora operativa y que terminarán por trasladarse al cliente. Durante el proceso de renovación de contratos, un dos por ciento de los distribuidores ha tenido que abandonar su actividad. Según el presidente de Faconauto, esta tasa equivale a “un proceso natural de selección". A los problemas de los concesionarios se añade la reducción de la rentabilidad sobre ventas que están sufriendo. Ésta se sitúa entre el 0,8 y el 1 por ciento, lo que indica que la normativa europea puede estar provocando un efecto contrario al perseguido: los puntos de venta no pueden soportar un descenso mayor de los precios de los vehículos, con el fin de armonizarlos con el resto de la Unión Europea. Este objetivo es “anti natura", ya que la fiscalidad y el poder adquisitivo son distintos en cada país. Para facilitar esta meta, Jesús Ruiz Beato, vicepresidente de Nissan y presidente de Anfac (asociación de fabricantes) hasta hace unos días, ha pedido la supresión de los impuestos que gravan la adquisición de un coche en todo el continente. Esa carga fiscal podría trasladarse, según su propuesta, al uso y tenencia del automóvil.A pesar de todo, la rentabilidad de los concesionarios, según estimaciones internas de Faconauto, mejoró hasta el 1,58 por ciento en 2003, cuando las previsiones apuntaban hacia un empeoramiento.Beato también ha asegurado que el sector se encuentra en un estado de incertidumbre continuada, mientras que el cliente demanda estabilidad y un marco legal claro.Los fabricantes de automóviles auguran tiempos de bonanza para las ventas de turismos: la previsión inicial de crecimiento para este año, fijada en el tres por ciento, ha sido corregida al alza y se sitúa ahora entre el seis y el siete por ciento.En 2003 se matricularon en España 1.383.098 turismos. La buena marcha del mercado, que cerró el pasado mes de mayo con un acumulado anual del 14,5 por ciento y 631.194 unidades vendidas, hace prever números cercanos a un nuevo récord (de hecho, ya se ha superado la mayor cifra de ventas obtenida durante los cinco primeros meses de un año, 614.325 coches). Durante los últimos meses, el crecimiento ha sido constante. En mayo se comercializó un 8,9 por ciento más de turismos que en el mismo período del año anterior, mientras que las unidades registradas hasta ayer hacen prever un incremento en junio superior al 10 por ciento. Sin embargo, se cree que esta tendencia cambiará en el último tramo de 2004, cuando se teme una progresión a la baja del mercado, lo que dejará el aumento final en una cifra cercana al siete por ciento. Si se confirman las previsiones de los fabricantes, el año terminaría con más de 1.400.000 turismos matriculados, una cifra cercana al récord obtenido en 2001 (1.425.108 unidades). Éstos aseguran no acabar de entender el fuerte crecimiento del mercado español de turismos, especialmente teniendo en cuenta que el ritmo del europeo es bastante menor: en el acumulado del año, el incremento ha sido del 3,5 por ciento, con 6,8 millones de unidades matriculadas.