El petróleo de la Opep vuelve a reducir su precio

El precio del crudo comercializado por la Opep (Organización de Países Exportadores de Petróleo) continúa mostrando la tendencia a la baja iniciada en octubre. La semana pasada, se vendió a 24,39 dólares el barril, registrando una caída del 4,5 por ciento respecto al promedio de la semana anterior, según han informado fuentes de la entidad.

En el primer trimestre de este año, el barril de crudo de la Opep se cotizó a 19,83 dólares (un barril=159 litros; 1 dólar=0,9 euros). Este promedio subió a 24,51 dólares durante el segundo trimestre y volvió a aumentar durante el tercero, cuando llegó a los 27,38 dólares. Sin embargo, estos continuos incrementos parecen haber terminado: la semana pasada, el precio de venta fue de 24,39 dólares por barril, mientras que el viernes las transacciones se cerraron a un coste menor: 23,62 dólares.

Este importe aún se ajusta a las previsiones de la Opep: la organización pretende que su barril de crudo registre un valor medio anual de 25 dólares, para lo que han establecido una horquilla de fluctuación “ideal", entre los 22 y los 28 dólares, en la que intentan estabilizar los precios mediante aumentos y reducciones de la oferta.

Así, diez de los once países que integran la entidad (es decir, todos, excepto Irak) mantienen desde el 1 de enero las cuotas oficiales de producción más bajas de los últimos 11 años. Tras el cuarto recorte en el rendimiento –pactado en 2001- han sumado 21,7 millones de barriles diarios, si bien es cierto que, durante los últimos meses, este límite ha sido superado de forma creciente.

El exceso de manufactura –unos 3 millones de barriles por encima del techo establecido- ha originado, en parte, la caída registrada en el precio del crudo, que ha sido del 16 por ciento desde mediados de octubre. Además, ahora parece menos probable que Estados Unidos ataque Irak a corto plazo (un temor que había provocado el encarecimiento del petróleo durante los primeros nueve meses del año), lo que ha contribuido a rebajar la tensión en el mercado y, por lo tanto, la llamada “prima de guerra", que había incrementado el coste del producto.

La próxima reunión en Viena de los ministros de Energía y Petróleo de la Opep decidirá si se autoriza un reajuste de las cuotas de producción.