El Gobierno no encuentra indicios de pacto ilegal entre las petroleras

Desde anoche, el gasóleo de British Petroleum, BP, cuesta una peseta más y llega a las 117,9 por litro, muy cerca de lo que cuesta en Repsol. Los transportistas han vuelto a denunciar que lo que ellos llaman oligopolio petrolero español ha pactado los precios a escala nacional. El Gobierno no ve indicios de que esto sea así.

Rodrigo Rato, ministro de Economía, aseguró ayer en Asturias que el Gobierno "no tiene ninguna razón objetiva para asegurar que existan pactos de precios en el sector de los carburantes". "Es verdad que las diferencias de precios son demasiado pequeñas y estamos vigilantes", indicó el ministro.
Indignados por la nueva subida, los transportistas, además de consumidores y pescadores, han reclamado de nuevo una bajada en los impuestos de hidrocarburos. Además, siguen acusando a las petroleras de repartirse el mercado y ahogar la competencia.
Desde las petroleras se ha vuelto a culpar a la situación internacional del petróleo de la crisis de precios. Para echar una mano, la Junta de Andalucía recomienda a los conductores que utilicen Diesel que reposten una mezcla de aceite de girasol y gasóleo. Es una solución que les permitiría ahorrar dinero y contaminar menos, aunque no resulta muy aconsejable para los motores a no ser que la mezcla sea baja, en torno a un 10 por ciento de aceite.

Se venderán menos coches
Utilicen el combustible que utilicen, lo cierto es que los altos precios empiezan a influir sobre la venta de coches. Luis Valero, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones, Anfac, considera que al ritmo actual ya no se alcanzarán las previsiones de 1,5 millones de coches vendidos este año. Hasta julio se han vendido 910.000 unidades, un tres por ciento más que en los siete primeros meses del año pasado.
Durante el mes de julio, las ventas cayeron un seis por ciento y en agosto parecen estancadas. Además, si finalmente el Banco Central Europeo encarece el dinero para corregir la inflación, las inversiones y el consumo sufrirán un receso. La culpa, una vez más, para el petróleo.
Los países productores, representados por la Opep, asisten un tanto indiferentes a los problemas que sufren las economías occidentales. Tanto es así que algunos países ya anuncian beneficios que doblan a los de años anteriores.
Además, los dirigentes del cártel petrolero no quieren que se les culpe de los problemas que existen en Europa y Estados Unidos. Para ellos, el problema estriba en los impuestos de hidrocarburos y aclaran que el precio del barril es justo. Ayer rozó los 33 dólares en Nueva York y el petróleo de la Opep se instaló en su récord anual: 31,22 dólares, después de once días consecutivos por encima de los 28 dólares. Si llega a 21 días así, la Opep debería incrementar automáticamente la oferta, pero este mecanismo regulador no ha funcionado bien hasta ahora.
Por si fuera poco, Ernesto Zedillo, presidente en funciones de México, aseguró ayer que el barril llegará a los 40 dólares próximamente. Un precio tan alto podría provocar un hundimiento de la demanda y una brusca caída de los precios, lo que supondría un fuerte revés para los productores.
Quizá para frenar un poco este peligro, la Opep ha hecho circular la noticia de que añadirá al mercado un millón de barriles más cada día a partir del próximo mes. Esta información apareció ayer en el diario londinense Al-Hayat, aunque no citaba el nombre de sus fuentes.
La verdad no se sabrá hasta el día 10 de septiembre, cuando se reúna la Opep. Sin embargo, muchos operadores consideran que esa noticia es un rumor promovido por los productores para enfriar un poco los mercados.