Después de una semana de declaraciones desde la Administración que parecían apoyar la postura de fabricantes y concesionarios automovilísticos en el asunto de la propuesta de reglamento de distribución de la UE, por fin se anuncia que el Gobierno pedirá que se realicen algunos cambios en el polémico texto.
El anuncio de esta solicitud se ha realizado por parte del secretario general de Política Económica y Defensa de la Competencia, Luis de Guindos. El representante de la Administración ha declarado, durante un encuentro organizado por Accenture, que los dos puntos sobre los que España incidirá en la Unión son los de la cláusula de localización y la relación venta-postventa.
Según De Guindos, "en España no tenemos un problema con la distribución del automóvil " y, en general, "la situación es satisfactoria frente a la de otros países europeos".
Además, el secretario general de Política Económica y Defensa de la Competencia, ha dejado claro que la cláusula de localización es mejorable, al igual que la relación entre venta y postventa.
De Guindos está convencido de que la propuesta de Monti no es más que una base de negociación y de que "hay que suavizar una norma que es tajante", encontrando "un punto de equilibrio".
En el punto de la cláusula de localización, parece claro que, puesto que los concesionarios realizan fuertes inversiones para abrir sus negocios, tengan derecho a la exclusividad de comercializar una marca en una zona determinada para, al menos, amortizar la cantidad invertida.
Por otra parte, el hecho de que los automóviles "tengan cada vez más exigencias técnicas y medioambientales" y una reparación más compleja" parece exigir una mayor especialización en los talleres mecánicos, que, además, deben estar "próximos al punto de venta para asegurar, de forma cómoda para los usuarios, las garantías".
En el sector, satisfechos
Ante estas declaraciones, desde las distintas partes implicadas se ha respondido con beneplácito. Germán López, presidente de la asociación de importadores, Aniacam, ha afirmado que separar venta y postventa supondrá un menor control de la calidad y de las garantías de mantenimiento. López Madrid está convencido de que los precios subirán y de que el servicio postventa se pondrá en peligro.
Anfac, por su parte, ha criticado la poca legibilidad del texto y la creación de un vacío legal si se separa venta y servicio postventa.
En cuanto a los concesionarios, el presidente de Faconauto, Juan Arévalo, ha declarado que está convencido de que los precios subirán, ya que los actuales márgenes de los concesionarios, de un 2 por ciento más o menos, impiden bajar más los precios finales.
Por último, desde el sector, se ha solicitado al Gobierno que medie ante la Unión para que considere la posibilidad de que los contratos entre fabricantes y concesionarios sean por un mínimo de cinco años.