El aumento de seguridad pasiva del vehículo, contraindicado

La competitividad existente en la sociedad se plasma en la forma de conducir, según los psicólogos, hay que transmitir otras conductas para mejorar la siniestralidad del sector.

Aumentar la

seguridad pasiva de los automóviles puede resultar contraproducente, según José Luis Jiménez Franco, secretario del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía. Jiménez Franco argumenta esta conclusión basándose en que "el conductor se siente más confiado y asume más riesgos" si sabe que dispone de elementos de seguridad pasiva (airbags, por ejemplo).

El "modelo de sociedad competitiva genera modelos de conducción también agresivos y competitivos", según este psicólogo, quien advierte que, mejor que incidir en las sanciones económicas o retiradas del permiso de conducir, habría que hacer hincapié en otras acciones dirigidas a mejorar la conducta.

De ahí que Jiménez Franco haya comentado, acerca de las nuevas medidas reeducadoras que prevé la Ley de Tráfico que acaba de entrar en vigor, que pueden resultar muy interesantes desde el punto de vista psicológico dichas medidas, aunque han anunciado que estarán pendiente del diseño y desarrollo de los cursos, para que no se conviertan en "un mero trámite administrativo".

Los "límites activos de velocidad" es otro de los puntos que señaló este psicólogo en las autopistas y carreteras dependiendo de la densidad del tráfico, ya que "mantener una velocidad máxima de 120 kilómetros por hora puede generar sensación de somnolencia o monotonía.