El ministerio de Economía aprovechó ayer el acto de clausura de la jornada "La Industria Española y el Cambio Climático" para lanzar una seria advertencia a las compañías petroleras españolas. Aprovechando su alocución, el secretario de Estado de Energía, José Folgado, emplazó a estas entidades a que reflejen en los precios de los carburantes la fuerte bajada que ha experimentado el crudo."Es muy importante que los precios se ajusten con la celeridad adecuada en orden a que se beneficien todos los ciudadanos", explicó Folgado. El secretario de Estado recordó además que no sólo los bolsillos de los consumidores se están viendo afectados, sino que la medida se hace imprescindible para preservar "la estabilidad macroeconómica" del país.El ministerio de Economía ha lanzado este contundente mensaje a las petroleras después de conocer que en las dos últimas semanas la diferencia de precios entre España y la zona euro "se ha ampliado algo". En concreto, nuestro gasóleo supera actualmente en dos céntimos de euro el precio medio de la Unión Europea, mientras que la gasolina sin plomo lo hace en 1,2 céntimos.Este débil descenso de precios en España contrasta con la espectacular bajada experimentada en el petróleo. Tras la fuerte subida del crudo en los meses previos a la guerra de Irak (en febrero el barril rozó los 34 dólares), lo cierto es que en las últimas semanas el proceso ha sido a la inversa: el petróleo se ha desplomado en torno a un 30 por ciento, alcanzando a mediados de marzo un precio de 24 dólares el barril. Desde entonces, la cotización del preciado "oro negro" no ha superado los 25,50 dólares.Sin embargo, los consumidores apenas han apreciado en su economía este cambio de tendencia, ya que, como consecuencia, el precio de la gasolina ha descendido tan sólo en torno a un dos por ciento, casi un seis por ciento en el caso del gasóleo. Esta conducta podría provocar un "calentamiento" de la inflación nacional en marzo, según han señalado fuentes del Ministerio de Economía.José Folgado precisó que la advertencia no va dirigida "a ninguna operadora en particular", sino que el mensaje es común a todas. "No pretendemos entrar en la política de precios de las compañías. Nuestro propósito es hacer una llamada de atención general", subrayó el secretario de Estado.
Las principales entidades que operan en España -Repsol, YPF, Cepsa y Bp- serán quienes tendrán que decidir ahora si asumen o no el mensaje lanzado desde la Administración central. Debido a sus elevadas cuotas de mercado, cualquier modificación que pueda llevar a cabo alguna de estas compañías podría provocar inmediatamente un efecto arrastre en los precios de las distintas petroleras. No obstante, ninguna de ellas se ha pronunciado al respecto todavía.