Directivos galos y alemanes defienden el euro frente a la crisis

Casi medio centenar de directivos de empresas francesas y alemanas aseguraron hoy que la crisis que atraviesa la Unión Europea no es consecuencia del euro sino de una mala gobernanza, y reclamaron reglas de estabilidad 'más estrictas'.

En una tribuna publicada en el diario 'Le Monde', 48 altos cargos, entre los cuales se incluye el director del grupo BMW, Norbert Reithofer, indicaron que 'la historia del euro es un verdadero éxito', y que 'no hay una alternativa seria' a la moneda común.

'El euro simboliza la Europa de hoy. Su fracaso supondría un revés fatal para Europa', añaden igualmente otros como el presidente director general de la petrolera Total, Christophe de Margerie, o el presidente de PSA Peugeot Citroen, Philippe Varin.

EL grupo de industriales, que dice estar al frente de una cifra de negocios de 1,5 billones de euros y tener bajo su responsabilidad cinco millones de empleados en todo el mundo, reclamaron 'una política económica europea y reglas de estabilidad más estrictas' para evitar nuevas crisis.

'Las soluciones planteadas, como por ejemplo la exclusión de países miembros de la zona euro o la escisión entre una Unión de los países del Norte y del Sur, no son buenas y tendrían consecuencias difícilmente previsibles hoy', indican en su comunicado.

En ese texto reconocen que 'la ralentización de la economía mundial ha conducido a ciertos países de la unión monetaria a endeudarse todavía más', pero subrayan que 'se debe ayudar a esas naciones para que recuperen su independencia financiera y se recreen las condiciones de un futuro mejor para su población'.

'El retorno a una situación financiera estable costará muchos miles de millones de euros, pero la UE y nuestra moneda común valen la pena. Debemos convencer a nuestros ciudadanos de eso', firman otros como el presidente de GDF Suez, Gérard Mestrallet.

En el texto apuntan que 'los estados miembros deben coordinar su política económica interior de manera más estrecha que antes, así como hablar con una sola voz de cara al exterior'.

Y defienden igualmente que un euro estable y competitivo 'es la base de la futura prosperidad en Europa', por lo que envían su apoyo a los responsables políticos para que pongan en marcha 'las condiciones necesarias' para lograrlo.