Ante la creciente preocupación medioambiental de la sociedad, el gobierno de Estados Unidos quiere lograr cuanto antes un sistema de propulsión limpio. Por eso se asocia ahora con Delphi, para lograr el empujón definitivo que despeje de una vez la incógnita de la "pila de combustible".
Se trata de un sistema que permite extraer energía a partir de una reacción química. El coche equipa un motor eléctrico abastecido por una pila. Esta batería se alimenta de oxígeno, que toma directamente de la atmósfera, e hidrógeno, proporcionado por una bombona. Al mezclarse, oxígeno e hidrógeno liberan una gran cantidad de energía. El problema es la inestabilidad del hidrógeno, muy difícil de almacenar y altamente explosivo. Las bombonas son extremadamente pesadas, lo cual resta espacio al vehículo.
Para solventar este problema, los ingenieros de medio mundo tratan de poner a punto el "reformador de gasolina". Es un dispositivo que extrae el oxígeno de la gasolina justo en el momento preciso en que el motor solicita a la pila energía. Así se evita llevar un depósito de hidrógeno en el coche. Además, el residuo del proceso es muy limpio: un poco de Co2 y agua. Por si fuera poco, esta agua residual puede ser utilizada para refrigerar el motor.
El acuerdo suscrito entre Delphi y el Departamento de Energía de Estados Unidos tiene un valor de 1.188 millones de pesetas y se centra en la búsqueda de soluciones para hacer asequible la propulsión híbrida.
El Gobierno tomará parte en el proyecto a través de la empresa mixta Electricore, una compañía de Indiana que se dedica a la investigación de este tipo de vehículos.
Delphi también acaba de anunciar que ya ha firmado contratos por valor de 412.000 millones de pesetas para suministrar equipamiento multimedia de automóviles. La empresa fabrica sistemas de navegación, computación móvil, comunicaciones, entretenimiento e información para conductores particulares y profesionales. El objetivo es que los ocupantes de los coches puedan comunicarse con el exterior mientras viajan.
El fabricante de componentes más grande del mundo tiene a su cargo 201.000 empleados en 37 factorías dispersas por 28 países de todo el mundo. A esto hay que añadir una nueva planta de baterías recién inaugurada en Sao Paulo, Brasil. Esta instalación ha costado 4.000 millones de pesetas y sirve para reforzar aún más la presencia de Delphi en Latinoamérica.
Delphi y el Gobierno estadounidense buscarán la "pila de combustible"
El Gobierno de Estados Unidos se ha propuesto encontrar cuanto antes la piedra filosofal de la automoción: la pila de combustible. Para ello, no ha encontrado mejor solución que aliarse con Delphi, la compañía productora de componentes para coches más grande del mundo.