Contra la huelga de autobuses, compartir los coches

La imaginación al poder. Automovilistas Europeos Asociados, AEA, ha recomendado a los madrileños que compartan los coches para minimizar los estragos que la huelga total de autobuses interurbanos está causando en la siempre difícil circulación de la capital. Mientras, los trabajadores se encastillan en unos paros cuya solución parece lejana. La Comunidad de Madrid se ha ofrecido para mediar en el conflicto.

Contra la huelga de autobuses, compartir los coches
Contra la huelga de autobuses, compartir los coches

Madrid se adentra en un territorio peligroso. No hay acuerdo entre los sindicatos y la patronal del transporte de viajeros, con lo que los autobuses interurbanos siguen en huelga. Los escasos servicios mínimos apenas se cumplen y, a este paso, si no hay acuerdo, llegará el temido día 10 de abril. A partir de esa fecha, la huelga será indefinida y total.

Ante los problemas circulatorios que genera este conflicto, con miles de personas recurriendo al coche para entrar y salir de Madrid, empiezan a surgir iniciativas plenas de inteligencia. La última ha partido de AEA, organización que ha pedido a sus asociados, y a todos los demás conductores, que compartan los coches para reducir en lo posible el tráfico durante estos días.

AEA considera que no se está garantizando el derecho a la movilidad de los ciudadanos y que esta huelga provoca una situación de cautividad para cientos de miles de ciudadanos.

Además de esta propuesta, AEA también ha pedido a la Dirección General de Tráfico que se habiliten los carriles Sólo Bus para que puedan utilizarlos aquellos coches que lleven a varias personas.

Madrugada sin acuerdo
Ante el feroz aspecto que cobra poco a poco la huelga, la Comunidad de Madrid decidió ayer tarde mediar entre los sindicatos y los patrones. Quizá movida por la amenaza de varios alcaldes de demandar a la Comunidad si no garantiza los servicios mínimos, el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón ha bajado a la arena para tratar de poner paz.

Lo cierto es que en la noche de ayer estuvo a punto de lograrlo. En un hotel de la capital se reunieron los representantes de los trabajadores, los de los empresarios y, por primera vez, el viceconsejero de Obras Públicas, Jesús Valverde, el gerente del Consorcio Regional de Transportes, José Ignacio Iturbe y, después, Luis Eduardo Cortés, vicepresidente de la Comunidad y consejero de Obras Públicas.

Bajo su mediación, la patronal propuso retirar los expedientes laborales abiertos a los trabajadores por no cumplir con los servicios mínimos. A cambio, Comunidad y empresarios pedían que hoy sí hubiera estos servicios. Sin embargo, los sindicatos rechazaron la propuesta, alegando que no les daba tiempo a informar a las plantillas para que acudiesen hoy a trabajar. Se deshizo así el titubeante principio de acuerdo y, de madrugada, se suspendió la reunión.

Hoy, en una ciudad con todos los autobuses interurbanos parados y los de largo recorrido circulando al 40 por ciento, los sindicatos harán llegar a las asambleas de trabajadores la propuesta de retirar los expedientes a cambio de servicios mínimos. Si los trabajadores aceptan, la huelga "salvaje" no se llevará a cabo y se podrá negociar con paros más civilizados. Sin embargo, hay poco optimismo y las partes temen que, desde mañana, ni un solo autobús entre o salga de Madrid.

Los sindicatos explican que la protesta continuará si no se retiran los expedientes abiertos a los trabajadores y se reafirman en sus reivindicaciones principales: aumento de salario, jornada laboral de 35 horas y ampliación del convenio colectivo. Aseguran que es fundamental la reducción del tiempo de trabajo para garantizar la seguridad de los conductores y, al tiempo, la de los pasajeros.

Por su parte, la patronal Asintra ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de los trabajadores y los sindicatos. Su portavoz, Rafael Barbadillo, pide que se suspenda la huelga indefinida y reclama también mayor implicación de las autoridades en la resolución del problema.

Cristales rotos y un millón de afectados
La jornada de ayer estaba prevista como huelga con servicios mínimos. Sin embargo, no fue así. El seguimiento del paro fue del 100 por 100 y no circuló casi ningún autobús.

Los pocos que se atrevieron a salir de las cocheras fueron apedreados por piquetes de conductores. También se sembraron chinchetas en tramos del Bus-Vao de la carretera de la Coruña. Los disturbios fueron especialmente virulentos en las rutas del norte de Madrid. Allí, la empresa Montes, de Alcobendas, inició su actividad, pero los piquetes la detuvieron a pedradas. Afortunadamente, no hubo que lamentar heridos.

En la zona sur, el paro fue total, aunque allí sí se registraron heridos, con tres personas afectadas por cortes producidos por los cristales rotos tras ser apedreados los autobuses.

La empresa Blas y Cía fue la más afectada por la acción de los piquetes. Al menos medio centenar de sus vehículos se quedó sin cristales.

La ciudad registra en estos días de huelga índices de tráfico un tres por ciento por encima de lo normal. Un millón de personas se ha quedado sin transporte y recurre más al coche, con lo que las carreteras de acceso se colapsan antes. Además, la Cumbre del Envejecimiento, que se celebra estos días en Madrid, contribuye a empeorar las cosas con sus caravanas de vehículos oficiales.

Se calcula que unas 500.000 personas se han quedado del todo incomunicadas en la periferia de Madrid. Barrios como La Fortuna, en Leganés, han visto cómo sus 20.000 vecinos se quedaban sin ningún tipo de transporte público hacia Madrid. Lo mismo sucede en lugares como Algete o San Sebastián de los Reyes. Sus alcaldes califican la situación de "emergencia" y hablan de 90.000 personas sin servicio.

Otros efectos de este ya largo enfrentamiento son los costes que sufren las empresas de autobuses y los propios conductores. Las primeras, además de no ingresar dinero por la venta de billetes, sufren constantes agresiones contra sus vehículos e instalaciones. Los segundos van a percibir unas nóminas realmente menguadas.