Contacto: Suzuki Liana 1.6

Suzuki amplía su gama en España con la llegada de una berlina compacta muy contemporánea, que sigue la idea dominante de ganar habitabilidad incrementando la altura, incorporar detalles prácticos y con un motor de gasolina 1.6 que responde a la más exigente norma anticontaminante Euro 4.

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El ancho interior del Liana no es generoso y en las plazas traseras viajan tres adultos bastante apretados. Sería de esperar en un vehículo tan alto y con su configuración cercana a un monovolumen compacto un maletero más generoso. Se queda algo ajustado, sobre todo por su escasa altura impuesta por la situación de la rueda de repuesto -de tamaño normal- dentro del mismo y situada debajo del piso. Los plásticos del salpicadero tampoco serán referencia en su categoría y resultan algo duros al tacto. El nivel de acabados es standard y en este sentido no representa sorpresa alguna, situándose dentro de lo que es costumbre en Suzuki. El cuadro de instrumentos es por cristal líquido retro-iluminado y con el sol en ciertas posiciones pierde algo de intensidad pero sigue siendo legible. El sitio para la radio o dispositivos de control para los equipos de comunicaciones y entretenimiento que se ofrecen como accesorios es en el centro del salpicadero, en posición elevada, lo que es de agradecer. En los concesionarios puede solicitarse un equipo de guiado VDO, celular manos libres, así como DVD con una consola-pantalla y toma para auriculares que se sujeta al techo y es visible desde las plazas traseras.Al volante, el Suzuki ofrece el tacto de una berlina compacta económica japonesa. Las suspensiones son relativamente blandas y los amortiguadores bastante bien equilibrados, sobre todo en los movimientos de compresión. El coche apunta con decisión y sin oscilaciones en la entrada a las curvas y se muestra claramente subvirador, como es de esperar en este tipo de vehículos y, seguramente, por influencia de la barra estabilizadora trasera. El freno se siente suave, con una mordiente media y cierta tendencia a ceder por fatiga en frenadas largas. El Liana es, claramente un vehículo utilitario y flexible pensado para ser vendido a un precio competitivo y, si bien no descolla en apartado alguno respecto de sus principales rivales, planta bien la cara y se muestra bastante equilibrado en general. El ancho interior del Liana no es generoso y en las plazas traseras viajan tres adultos bastante apretados. Sería de esperar en un vehículo tan alto y con su configuración cercana a un monovolumen compacto un maletero más generoso. Se queda algo ajustado, sobre todo por su escasa altura impuesta por la situación de la rueda de repuesto -de tamaño normal- dentro del mismo y situada debajo del piso. Los plásticos del salpicadero tampoco serán referencia en su categoría y resultan algo duros al tacto. El nivel de acabados es standard y en este sentido no representa sorpresa alguna, situándose dentro de lo que es costumbre en Suzuki. El cuadro de instrumentos es por cristal líquido retro-iluminado y con el sol en ciertas posiciones pierde algo de intensidad pero sigue siendo legible. El sitio para la radio o dispositivos de control para los equipos de comunicaciones y entretenimiento que se ofrecen como accesorios es en el centro del salpicadero, en posición elevada, lo que es de agradecer. En los concesionarios puede solicitarse un equipo de guiado VDO, celular manos libres, así como DVD con una consola-pantalla y toma para auriculares que se sujeta al techo y es visible desde las plazas traseras.Al volante, el Suzuki ofrece el tacto de una berlina compacta económica japonesa. Las suspensiones son relativamente blandas y los amortiguadores bastante bien equilibrados, sobre todo en los movimientos de compresión. El coche apunta con decisión y sin oscilaciones en la entrada a las curvas y se muestra claramente subvirador, como es de esperar en este tipo de vehículos y, seguramente, por influencia de la barra estabilizadora trasera. El freno se siente suave, con una mordiente media y cierta tendencia a ceder por fatiga en frenadas largas. El Liana es, claramente un vehículo utilitario y flexible pensado para ser vendido a un precio competitivo y, si bien no descolla en apartado alguno respecto de sus principales rivales, planta bien la cara y se muestra bastante equilibrado en general.