En el interior, los asientos convencionales dan paso a unos similares a los empleados en competición, que recogen perfectamente el cuerpo pero con un mullido no muy duro, que además conserva la regulación en altura. El volante, firmado por Momo, también se mantiene, aunque cuenta con costuras en hilo rojo, mientras que la palanca de cambio se sustituye y se añade un embellecedor de aluminio alrededor del fuelle. Las formas son las mismas y la información también, con la excepción de un indicador rojo en el centro del cuentavueltas que se ilumina cuando estamos próximos al corte de inyección. Podía haberse aprovechado para instalar algunos relojes indicadores y repasar algo el interior, que se queda un poco pobre, sobre todo en cuanto a acabado de materiales, ya que el ajuste es del todo correcto. Mecánicamente, además del intercooler de mayor tamaño, recibe un sistema de distribución variable con el que consigue una potencia de 265 CV a 6.000 rpm, en lugar de los 218 a 5.800 rpm, manteniendo la relación de compresión. El aumento de las fuerzas internas ha obligado a la utilización de pistones forjados con válvulas de escape refrigeradas al sodio, mientras que las de admisión son huecas. El par pasa de 29,8 mkg a 3.600 rpm a 35,0 mkg a 4.000 rpm. La transmisión, fundamental en un modelo de estas características, también recibe importantes modificaciones. Para empezar, una caja de cambios de seis velocidades de magnífico tacto y rapidez, que sirve para escalonar mejor las relaciones y aprovechar todo el potencial del motor. Pero, además, incorpora un diferencial autoblocante delantero. Al menos en teoría, porque las unidades que llegarán a España vendrán sin él. Las suspensiones estrenan amortiguadores específicos de puntales invertidos y los frenos mejoran la eficacia por dos motivos: cuenta con cuatro discos ventilados, de 326 y 316 milímetros de diámetro delante y detrás respectivamente, mientras que la versión WRX los lleva de 299 y 290. Además se ha instalado un ABS, al que denominan "superdeportivo" con sensor de "G" lateral y reparto electrónico de frenada.
Contacto: Subaru Impreza WRX STI
Apenas unos días después de que Burns se proclamase Campeón del Mundo de Rallyes con Subaru, la marca japonesa presenta la versión de calle del WRC. Se llama STI —Subaru Técnica Internacional— y junto al Mitsubishi EVO VI es lo más cercano a un coche de rallyes para conducir todos los días.
