Contacto: Peugeot 307 SW 1.6 y 2.0 HDI 90 CV

Tras alzarse con el galardón de Coche del Año, la particular plataforma de la marca del león estrena un nuevo pétalo: el 307 SW. Según palabras del presidente de Peugeot, Frédéric Saint-Geours, a la prensa española, el nuevo coche pretende “satisfacer expectativas" de los propios usuarios de vehículos a través de tres conceptos claros: modularidad, luminosidad y habitabilidad.

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El interior del 307 SW se caracteriza por la sensación de amplitud y luminosidad mencionada. El salpicadero, al más puro estilo francés con el reloj situado en la lejanía central de la consola, resulta elegante, bien acabado y algo sobrio. La posición del conductor es agradable. Gracias a la posibilidad de reglaje mecánico del asiento, tanto en altura como longitudinalmente y del volante, se encuentra una cómoda postura de conducción. El recorrido longitudinal de los cinturones de seguridad nos parece pequeño, pero suficiente para acomodar el elemento de seguridad sin problemas a todas las alturas de conductor. Los asientos son firmes y sujetan de manera correcta.

Pero, sin duda alguna, lo que más destaca una vez dentro del vehículo es el techo de cristal. El elemento cristalino puede ser cubierto con el fácil accionamiento de un botón situado detrás de la palanca de cambio. Sin embargo, el acceso a dicho botón no resulta cómodo para el conductor. Parece, por tanto, preparado para que el copiloto lo accione sin ningún problema. Además, si el reposabrazos del piloto se encuentra echado, será difícil de encontrar y mucho más de accionar, aunque sea el acompañante, sin nada más que hacer, el que lo busque. Junto a este botón, podemos encontrar el mecanismo de desconexión del airbag de acompañante, para los casos en que sea necesaria la inutilización de este sistema.

El habitáculo del 307 SW está poblado de numerosos y útiles huecos. La guantera iluminada es sólo el comienzo de la numerosa serie de huecos que podemos encontrar: debajo de los asientos delanteros hay un cajoncito, en las puertas las guanteras han sido diseñadas con suficiente amplitud para que una botella de agua “viaje" en ellas, debajo del climatizador hay otro pequeño hueco y detrás de la palanca de cambios, junto al botón que acciona la cobertura del techo acristalado, hay más huecos para botellas o latas.

El Peugeot 307 SW llegará a nuestro país, con caja de cambios manual, aproximadamente el 15 de abril. Las mecánicas con cajas automáticas estarán disponibles a partir de mayo. Pese a que los precios aún no son definitivos, la firma gala ha asegurado que el coste de los modelos de acceso a la gama (1,6 litros de gasolina y el 2 litros de 90 CV Diesel) será de 16.900 (2.811.923 pesetas) y 18.480 euros (3.074.813), respectivamente.

Peugeot se enorgullece de que su modelo 307 sea Coche del Año en Europa en 2002 y que, además, se coloque como el octavo más vendido en nuestro país, sin la introducción aún de este familiar SW en la gama.

Las ventas previstas de este modelo están en torno a las 1.200 mensuales, por lo que Peugeot pretende hacer llegar al mercado 12.000 unidades en lo que queda de este 2002 y unas 15.000, para el próximo 2003, que ya se contabilizará como año completo.

Sin embargo, la margarita aún no ha terminado de deshojar sus pétalos. Este SW no es más que el comienzo. En breve, llegará la versión break y, más adelante, una cabriolet coupé. Mientras, nosotros abogamos porque el modelo “me quiere" en el largo deshojar de pétalos y lo colocamos como una opción para aquellas familias que buscan habitabilidad, luminosidad y confort en el vehículo, aunque haya que sacrificar ciertas prestaciones, pero sin renunciar a la seguridad. Éste último apartado viene defendido por un completo equipamiento de serie en toda la gama compuesto por sistema antibloqueo de frenos, sistema de asistencia a la frenada de urgencia, ESP, siete cinturones de seguridad y seis airbags (conductor, pasajero, laterales y de techo).

El interior del 307 SW se caracteriza por la sensación de amplitud y luminosidad mencionada. El salpicadero, al más puro estilo francés con el reloj situado en la lejanía central de la consola, resulta elegante, bien acabado y algo sobrio. La posición del conductor es agradable. Gracias a la posibilidad de reglaje mecánico del asiento, tanto en altura como longitudinalmente y del volante, se encuentra una cómoda postura de conducción. El recorrido longitudinal de los cinturones de seguridad nos parece pequeño, pero suficiente para acomodar el elemento de seguridad sin problemas a todas las alturas de conductor. Los asientos son firmes y sujetan de manera correcta.

Pero, sin duda alguna, lo que más destaca una vez dentro del vehículo es el techo de cristal. El elemento cristalino puede ser cubierto con el fácil accionamiento de un botón situado detrás de la palanca de cambio. Sin embargo, el acceso a dicho botón no resulta cómodo para el conductor. Parece, por tanto, preparado para que el copiloto lo accione sin ningún problema. Además, si el reposabrazos del piloto se encuentra echado, será difícil de encontrar y mucho más de accionar, aunque sea el acompañante, sin nada más que hacer, el que lo busque. Junto a este botón, podemos encontrar el mecanismo de desconexión del airbag de acompañante, para los casos en que sea necesaria la inutilización de este sistema.

El habitáculo del 307 SW está poblado de numerosos y útiles huecos. La guantera iluminada es sólo el comienzo de la numerosa serie de huecos que podemos encontrar: debajo de los asientos delanteros hay un cajoncito, en las puertas las guanteras han sido diseñadas con suficiente amplitud para que una botella de agua “viaje" en ellas, debajo del climatizador hay otro pequeño hueco y detrás de la palanca de cambios, junto al botón que acciona la cobertura del techo acristalado, hay más huecos para botellas o latas.

El Peugeot 307 SW llegará a nuestro país, con caja de cambios manual, aproximadamente el 15 de abril. Las mecánicas con cajas automáticas estarán disponibles a partir de mayo. Pese a que los precios aún no son definitivos, la firma gala ha asegurado que el coste de los modelos de acceso a la gama (1,6 litros de gasolina y el 2 litros de 90 CV Diesel) será de 16.900 (2.811.923 pesetas) y 18.480 euros (3.074.813), respectivamente.

Peugeot se enorgullece de que su modelo 307 sea Coche del Año en Europa en 2002 y que, además, se coloque como el octavo más vendido en nuestro país, sin la introducción aún de este familiar SW en la gama.

Las ventas previstas de este modelo están en torno a las 1.200 mensuales, por lo que Peugeot pretende hacer llegar al mercado 12.000 unidades en lo que queda de este 2002 y unas 15.000, para el próximo 2003, que ya se contabilizará como año completo.

Sin embargo, la margarita aún no ha terminado de deshojar sus pétalos. Este SW no es más que el comienzo. En breve, llegará la versión break y, más adelante, una cabriolet coupé. Mientras, nosotros abogamos porque el modelo “me quiere" en el largo deshojar de pétalos y lo colocamos como una opción para aquellas familias que buscan habitabilidad, luminosidad y confort en el vehículo, aunque haya que sacrificar ciertas prestaciones, pero sin renunciar a la seguridad. Éste último apartado viene defendido por un completo equipamiento de serie en toda la gama compuesto por sistema antibloqueo de frenos, sistema de asistencia a la frenada de urgencia, ESP, siete cinturones de seguridad y seis airbags (conductor, pasajero, laterales y de techo).

El interior del 307 SW se caracteriza por la sensación de amplitud y luminosidad mencionada. El salpicadero, al más puro estilo francés con el reloj situado en la lejanía central de la consola, resulta elegante, bien acabado y algo sobrio. La posición del conductor es agradable. Gracias a la posibilidad de reglaje mecánico del asiento, tanto en altura como longitudinalmente y del volante, se encuentra una cómoda postura de conducción. El recorrido longitudinal de los cinturones de seguridad nos parece pequeño, pero suficiente para acomodar el elemento de seguridad sin problemas a todas las alturas de conductor. Los asientos son firmes y sujetan de manera correcta.

Pero, sin duda alguna, lo que más destaca una vez dentro del vehículo es el techo de cristal. El elemento cristalino puede ser cubierto con el fácil accionamiento de un botón situado detrás de la palanca de cambio. Sin embargo, el acceso a dicho botón no resulta cómodo para el conductor. Parece, por tanto, preparado para que el copiloto lo accione sin ningún problema. Además, si el reposabrazos del piloto se encuentra echado, será difícil de encontrar y mucho más de accionar, aunque sea el acompañante, sin nada más que hacer, el que lo busque. Junto a este botón, podemos encontrar el mecanismo de desconexión del airbag de acompañante, para los casos en que sea necesaria la inutilización de este sistema.

El habitáculo del 307 SW está poblado de numerosos y útiles huecos. La guantera iluminada es sólo el comienzo de la numerosa serie de huecos que podemos encontrar: debajo de los asientos delanteros hay un cajoncito, en las puertas las guanteras han sido diseñadas con suficiente amplitud para que una botella de agua “viaje" en ellas, debajo del climatizador hay otro pequeño hueco y detrás de la palanca de cambios, junto al botón que acciona la cobertura del techo acristalado, hay más huecos para botellas o latas.

El Peugeot 307 SW llegará a nuestro país, con caja de cambios manual, aproximadamente el 15 de abril. Las mecánicas con cajas automáticas estarán disponibles a partir de mayo. Pese a que los precios aún no son definitivos, la firma gala ha asegurado que el coste de los modelos de acceso a la gama (1,6 litros de gasolina y el 2 litros de 90 CV Diesel) será de 16.900 (2.811.923 pesetas) y 18.480 euros (3.074.813), respectivamente.

Peugeot se enorgullece de que su modelo 307 sea Coche del Año en Europa en 2002 y que, además, se coloque como el octavo más vendido en nuestro país, sin la introducción aún de este familiar SW en la gama.

Las ventas previstas de este modelo están en torno a las 1.200 mensuales, por lo que Peugeot pretende hacer llegar al mercado 12.000 unidades en lo que queda de este 2002 y unas 15.000, para el próximo 2003, que ya se contabilizará como año completo.

Sin embargo, la margarita aún no ha terminado de deshojar sus pétalos. Este SW no es más que el comienzo. En breve, llegará la versión break y, más adelante, una cabriolet coupé. Mientras, nosotros abogamos porque el modelo “me quiere" en el largo deshojar de pétalos y lo colocamos como una opción para aquellas familias que buscan habitabilidad, luminosidad y confort en el vehículo, aunque haya que sacrificar ciertas prestaciones, pero sin renunciar a la seguridad. Éste último apartado viene defendido por un completo equipamiento de serie en toda la gama compuesto por sistema antibloqueo de frenos, sistema de asistencia a la frenada de urgencia, ESP, siete cinturones de seguridad y seis airbags (conductor, pasajero, laterales y de techo).

El interior del 307 SW se caracteriza por la sensación de amplitud y luminosidad mencionada. El salpicadero, al más puro estilo francés con el reloj situado en la lejanía central de la consola, resulta elegante, bien acabado y algo sobrio. La posición del conductor es agradable. Gracias a la posibilidad de reglaje mecánico del asiento, tanto en altura como longitudinalmente y del volante, se encuentra una cómoda postura de conducción. El recorrido longitudinal de los cinturones de seguridad nos parece pequeño, pero suficiente para acomodar el elemento de seguridad sin problemas a todas las alturas de conductor. Los asientos son firmes y sujetan de manera correcta.

Pero, sin duda alguna, lo que más destaca una vez dentro del vehículo es el techo de cristal. El elemento cristalino puede ser cubierto con el fácil accionamiento de un botón situado detrás de la palanca de cambio. Sin embargo, el acceso a dicho botón no resulta cómodo para el conductor. Parece, por tanto, preparado para que el copiloto lo accione sin ningún problema. Además, si el reposabrazos del piloto se encuentra echado, será difícil de encontrar y mucho más de accionar, aunque sea el acompañante, sin nada más que hacer, el que lo busque. Junto a este botón, podemos encontrar el mecanismo de desconexión del airbag de acompañante, para los casos en que sea necesaria la inutilización de este sistema.

El habitáculo del 307 SW está poblado de numerosos y útiles huecos. La guantera iluminada es sólo el comienzo de la numerosa serie de huecos que podemos encontrar: debajo de los asientos delanteros hay un cajoncito, en las puertas las guanteras han sido diseñadas con suficiente amplitud para que una botella de agua “viaje" en ellas, debajo del climatizador hay otro pequeño hueco y detrás de la palanca de cambios, junto al botón que acciona la cobertura del techo acristalado, hay más huecos para botellas o latas.

El Peugeot 307 SW llegará a nuestro país, con caja de cambios manual, aproximadamente el 15 de abril. Las mecánicas con cajas automáticas estarán disponibles a partir de mayo. Pese a que los precios aún no son definitivos, la firma gala ha asegurado que el coste de los modelos de acceso a la gama (1,6 litros de gasolina y el 2 litros de 90 CV Diesel) será de 16.900 (2.811.923 pesetas) y 18.480 euros (3.074.813), respectivamente.

Peugeot se enorgullece de que su modelo 307 sea Coche del Año en Europa en 2002 y que, además, se coloque como el octavo más vendido en nuestro país, sin la introducción aún de este familiar SW en la gama.

Las ventas previstas de este modelo están en torno a las 1.200 mensuales, por lo que Peugeot pretende hacer llegar al mercado 12.000 unidades en lo que queda de este 2002 y unas 15.000, para el próximo 2003, que ya se contabilizará como año completo.

Sin embargo, la margarita aún no ha terminado de deshojar sus pétalos. Este SW no es más que el comienzo. En breve, llegará la versión break y, más adelante, una cabriolet coupé. Mientras, nosotros abogamos porque el modelo “me quiere" en el largo deshojar de pétalos y lo colocamos como una opción para aquellas familias que buscan habitabilidad, luminosidad y confort en el vehículo, aunque haya que sacrificar ciertas prestaciones, pero sin renunciar a la seguridad. Éste último apartado viene defendido por un completo equipamiento de serie en toda la gama compuesto por sistema antibloqueo de frenos, sistema de asistencia a la frenada de urgencia, ESP, siete cinturones de seguridad y seis airbags (conductor, pasajero, laterales y de techo).

El interior del 307 SW se caracteriza por la sensación de amplitud y luminosidad mencionada. El salpicadero, al más puro estilo francés con el reloj situado en la lejanía central de la consola, resulta elegante, bien acabado y algo sobrio. La posición del conductor es agradable. Gracias a la posibilidad de reglaje mecánico del asiento, tanto en altura como longitudinalmente y del volante, se encuentra una cómoda postura de conducción. El recorrido longitudinal de los cinturones de seguridad nos parece pequeño, pero suficiente para acomodar el elemento de seguridad sin problemas a todas las alturas de conductor. Los asientos son firmes y sujetan de manera correcta.

Pero, sin duda alguna, lo que más destaca una vez dentro del vehículo es el techo de cristal. El elemento cristalino puede ser cubierto con el fácil accionamiento de un botón situado detrás de la palanca de cambio. Sin embargo, el acceso a dicho botón no resulta cómodo para el conductor. Parece, por tanto, preparado para que el copiloto lo accione sin ningún problema. Además, si el reposabrazos del piloto se encuentra echado, será difícil de encontrar y mucho más de accionar, aunque sea el acompañante, sin nada más que hacer, el que lo busque. Junto a este botón, podemos encontrar el mecanismo de desconexión del airbag de acompañante, para los casos en que sea necesaria la inutilización de este sistema.

El habitáculo del 307 SW está poblado de numerosos y útiles huecos. La guantera iluminada es sólo el comienzo de la numerosa serie de huecos que podemos encontrar: debajo de los asientos delanteros hay un cajoncito, en las puertas las guanteras han sido diseñadas con suficiente amplitud para que una botella de agua “viaje" en ellas, debajo del climatizador hay otro pequeño hueco y detrás de la palanca de cambios, junto al botón que acciona la cobertura del techo acristalado, hay más huecos para botellas o latas.

El Peugeot 307 SW llegará a nuestro país, con caja de cambios manual, aproximadamente el 15 de abril. Las mecánicas con cajas automáticas estarán disponibles a partir de mayo. Pese a que los precios aún no son definitivos, la firma gala ha asegurado que el coste de los modelos de acceso a la gama (1,6 litros de gasolina y el 2 litros de 90 CV Diesel) será de 16.900 (2.811.923 pesetas) y 18.480 euros (3.074.813), respectivamente.

Peugeot se enorgullece de que su modelo 307 sea Coche del Año en Europa en 2002 y que, además, se coloque como el octavo más vendido en nuestro país, sin la introducción aún de este familiar SW en la gama.

Las ventas previstas de este modelo están en torno a las 1.200 mensuales, por lo que Peugeot pretende hacer llegar al mercado 12.000 unidades en lo que queda de este 2002 y unas 15.000, para el próximo 2003, que ya se contabilizará como año completo.

Sin embargo, la margarita aún no ha terminado de deshojar sus pétalos. Este SW no es más que el comienzo. En breve, llegará la versión break y, más adelante, una cabriolet coupé. Mientras, nosotros abogamos porque el modelo “me quiere" en el largo deshojar de pétalos y lo colocamos como una opción para aquellas familias que buscan habitabilidad, luminosidad y confort en el vehículo, aunque haya que sacrificar ciertas prestaciones, pero sin renunciar a la seguridad. Éste último apartado viene defendido por un completo equipamiento de serie en toda la gama compuesto por sistema antibloqueo de frenos, sistema de asistencia a la frenada de urgencia, ESP, siete cinturones de seguridad y seis airbags (conductor, pasajero, laterales y de techo).