Por lo demás, se ha procurado en el interior una flexibilidad de uso cercana a los actuales monovolumen compactos: bolsillos rígidos en las puertas delanteras, guantera con llave, dobles apoyavasos tanto para las plazas delanteras como traseras, un gran compartimento portaobjetos de 9,5 litros con apoyavasos en el V6 y toma de corriente para 12 voltios. El volante puede regularse en altura y el asiento en el modelo básico se ajusta manualmente, pero dispone de motores eléctricos para algunas funciones en el V6. Esta última variante tiene algo más de capacidad en el maletero que la versión dos litros, ya que utiliza rueda de repuesto "de galleta", pero la zona de carga es suficiente en ambos y de acceso fácil, con el portón que báscula hacia arriba, además de disponer de la luna con apertura independiente. Un detalle: la cortina que cubre el equipaje se queda algo corta y no protege totalmente el área. Desde el punto de vista dinámico, el Tribute da confianza y en nuestro breve contacto se pudo apreciar algo del espíritu de las berlinas de Mazda. Amortiguación correcta, buen poder de absorción y frenos bastante eficaces. No resulta dinámicamente tan ágil como un RAV-4, lógico tanto por diseño como por el carácter de sus motores. El dos litros prima la entrega de par a medio régimen; funciona mejor entre las 3.500 y 5.200 rpm, pero a partir de allí le cuesta llegar a las 6.200 rpm, donde se encuentra el corte de inyección. No le ayudan los desarrollos de tercera y cuarta, que resultan decididamente largos. También es algo más ruidoso a 4.500 rpm que el V6, que empuja holgadamente de la tonelada y media del Tribute sin mayores problemas a través de una caja automática, que destaca por su suave y rápido funcionamiento. En síntesis, el Tribute se presenta como un producto equilibrado y sólido, un buen promedio de lo que se encuentra en su categoría y para el que se prometen -a falta de una variante turbodiésel- precios muy atractivos. Por lo demás, se ha procurado en el interior una flexibilidad de uso cercana a los actuales monovolumen compactos: bolsillos rígidos en las puertas delanteras, guantera con llave, dobles apoyavasos tanto para las plazas delanteras como traseras, un gran compartimento portaobjetos de 9,5 litros con apoyavasos en el V6 y toma de corriente para 12 voltios. El volante puede regularse en altura y el asiento en el modelo básico se ajusta manualmente, pero dispone de motores eléctricos para algunas funciones en el V6. Esta última variante tiene algo más de capacidad en el maletero que la versión dos litros, ya que utiliza rueda de repuesto "de galleta", pero la zona de carga es suficiente en ambos y de acceso fácil, con el portón que báscula hacia arriba, además de disponer de la luna con apertura independiente. Un detalle: la cortina que cubre el equipaje se queda algo corta y no protege totalmente el área. Desde el punto de vista dinámico, el Tribute da confianza y en nuestro breve contacto se pudo apreciar algo del espíritu de las berlinas de Mazda. Amortiguación correcta, buen poder de absorción y frenos bastante eficaces. No resulta dinámicamente tan ágil como un RAV-4, lógico tanto por diseño como por el carácter de sus motores. El dos litros prima la entrega de par a medio régimen; funciona mejor entre las 3.500 y 5.200 rpm, pero a partir de allí le cuesta llegar a las 6.200 rpm, donde se encuentra el corte de inyección. No le ayudan los desarrollos de tercera y cuarta, que resultan decididamente largos. También es algo más ruidoso a 4.500 rpm que el V6, que empuja holgadamente de la tonelada y media del Tribute sin mayores problemas a través de una caja automática, que destaca por su suave y rápido funcionamiento. En síntesis, el Tribute se presenta como un producto equilibrado y sólido, un buen promedio de lo que se encuentra en su categoría y para el que se prometen -a falta de una variante turbodiésel- precios muy atractivos. Por lo demás, se ha procurado en el interior una flexibilidad de uso cercana a los actuales monovolumen compactos: bolsillos rígidos en las puertas delanteras, guantera con llave, dobles apoyavasos tanto para las plazas delanteras como traseras, un gran compartimento portaobjetos de 9,5 litros con apoyavasos en el V6 y toma de corriente para 12 voltios. El volante puede regularse en altura y el asiento en el modelo básico se ajusta manualmente, pero dispone de motores eléctricos para algunas funciones en el V6. Esta última variante tiene algo más de capacidad en el maletero que la versión dos litros, ya que utiliza rueda de repuesto "de galleta", pero la zona de carga es suficiente en ambos y de acceso fácil, con el portón que báscula hacia arriba, además de disponer de la luna con apertura independiente. Un detalle: la cortina que cubre el equipaje se queda algo corta y no protege totalmente el área. Desde el punto de vista dinámico, el Tribute da confianza y en nuestro breve contacto se pudo apreciar algo del espíritu de las berlinas de Mazda. Amortiguación correcta, buen poder de absorción y frenos bastante eficaces. No resulta dinámicamente tan ágil como un RAV-4, lógico tanto por diseño como por el carácter de sus motores. El dos litros prima la entrega de par a medio régimen; funciona mejor entre las 3.500 y 5.200 rpm, pero a partir de allí le cuesta llegar a las 6.200 rpm, donde se encuentra el corte de inyección. No le ayudan los desarrollos de tercera y cuarta, que resultan decididamente largos. También es algo más ruidoso a 4.500 rpm que el V6, que empuja holgadamente de la tonelada y media del Tribute sin mayores problemas a través de una caja automática, que destaca por su suave y rápido funcionamiento. En síntesis, el Tribute se presenta como un producto equilibrado y sólido, un buen promedio de lo que se encuentra en su categoría y para el que se prometen -a falta de una variante turbodiésel- precios muy atractivos.
Contacto: Mazda Tribute
Desarrollado junto con Ford, pero con su propia personalidad, el Tribute de Mazda llegará a mediados del año próximo al segmento de los 4x4 recreacionales. Como bazas importantes a su favor se encuentran la habitabilidad y el confort.
