Conducción “en blanco”

Nieve, hielo, lluvia, niebla... El invierno golpea fuerte y la mayoría de los fenómenos meteorológicos asociados a él ya han aparecido en las carreteras, complicando la circulación. ¿Quieres saber cómo llegar a tu destino sin dificultades? Sigue leyendo.

Conducción “en blanco”
Conducción “en blanco”

Temperaturas bajo cero, zonas con hielo, fuertes lluvias, intensas nevadas... El invierno llama a la puerta y debemos adaptarnos a los fenómenos meteorológicos que trae consigo. Cambia nuestro atuendo, adecuamos nuestra conducción a las condiciones de la carretera y preparamos nuestro vehículo; él también necesita un equipamiento especial para la época más fría del año.Antes de salir de viaje debemos realizar un “chequeo médico" a nuestro coche. Así, evitaremos situaciones comprometidas.- Hay que revisar el nivel de líquidos (aceite, dirección, frenos...). Evidentemente, el anticongelante merece una atención especial: si es necesario, habrá que rellenarlo, aunque nunca rebasaremos el máximo indicado. Si tiene más de dos años de antigüedad, lo cambiaremos.- Debemos llenar el depósito de combustible y procurar que se mantenga en el nivel más alto posible a lo largo del trayecto, especialmente si sabemos que hay que afrontar zonas comprometidas. Así, dispondremos de calefacción si nos quedamos atrapados.- Los neumáticos (también hay que revisar el de repuesto) deben mostrar la presión correcta y un dibujo en perfectas condiciones, ya que ambos elementos influyen en el agarre. Si los canales tienen poca profundidad –el mínimo legal es de 1,6 milímetros- o la banda lateral está muy gastada, lo mejor será cambiar las ruedas.- Es igualmente importante echar un vistazo a las escobillas de los limpiaparabrisas. Si su estado no es correcto o si dejan zonas sin limpiar, debemos sustituirlas por otras nuevas, con el fin de evitar contratiempos si llueve o nieva durante el viaje. Siempre es recomendable añadir alcohol al depósito del agua para evitar su congelación.- La batería es uno de los elementos que más acusa las bajas temperaturas, pues arrancar el vehículo en invierno supone un esfuerzo extra. Si ésta tiene más de tres años, es aconsejable reemplazarla. Debemos verificar el nivel del líquido y rellenarlo con agua destilada si está bajo. - Por último, revisaremos las luces del coche: todas las bombillas (cortas, largas, frenos, intermitentes…) deben funcionar de forma correcta. Los faros deben estar bien regulados y limpios para no deslumbrar a los conductores que vengan de frente.Ya hemos comprobado que nuestro coche está en perfecto estado, pero, antes de emprender el viaje, aún pueden surgir algunos “problemillas". Aquí tienes algunas soluciones de emergencia para los más comunes:

  1. La prevención es fundamental: Si el vehículo va a permanecer aparcado toda la noche en una zona de bajas temperaturas, hay que adoptar una serie de precauciones. Así, levantaremos los limpiaparabrisas, con el fin de que una posible helada no los deje pegados al cristal. También taparemos las cerraduras con cinta adhesiva y, en lugar de poner el freno de mano, insertaremos una marcha corta (primera o marcha atrás). Con esta medida, evitaremos que las pastillas de freno se queden pegadas a los discos. Si el coche está en una pendiente, es recomendable poner una cuña bajo una de las ruedas.
  2. A pesar de nuestra prudencia, es posible que la cerradura del vehículo se congele. El remedio más sencillo es coger un mechero y calentar la llave, que introduciremos lentamente.
  3. Existen productos especiales para limpiar los cristales helados. Si no cuentas con alguno de ellos, el alcohol de quemar es muy efectivo: rocía el parabrisas (el resultado será perfecto si tienes un bote pulverizador) y rasca con una tarjeta de crédito, con la caja de un CD... 1.- Infórmate previamente del estado de las carreteras por las que vas a circular.
    2.- Comprueba que llevas los elementos necesarios para caso de emergencia: triángulos, chalecos, repuestos...
    3.- Limpia correctamente ventanillas y espejos, circula con las luces encendidas y coloca las salidas de aire interiores hacia el parabrisas y ventanillas, evitando así el empañamiento.
    4.- Anticipa mucho la frenada: ten en cuenta que, con nieve, la distancia de detención se multiplica.
    5.- Evita brusquedades al volante, conduce con suavidad y sigue las rodadas de los vehículos.
    6.- En caso de parada, reemprende la circulación en una marcha larga.
    7.- Ten cuidado con la altura de los bajos del vehículo, ya que pueden existir posibles irregularidades del terreno que permanecen ocultas bajo la nieve.
    8.- Si aparecen placas de hielo, evita utilizar el freno, sobre todo si el vehículo no equipa un sistema antibloqueo.
    9.- Utiliza los sistemas de retención en el interior del vehículo: aumenta el riesgo de pérdida de control del vehículo y posible colisión.
    10.- La fatiga es más habitual, ya que tenemos sobrecarga de atención cuando conducimos bajo condiciones climatológicas adversas. Descansa cada dos horas.