Según los datos recogidos por Dvuelta, una asociación que se dedica a defender a los conductores en la tramitación de expedientes por sanciones de tráfico, “muchas personas creen erróneamente que el peligro de conducir bajo los efectos del alcohol proviene exclusivamente de los licores de alta graduación, mientras que ingerir unas “cañas" no supone una infracción de la ley".Sin embargo, el consumo de tres “cañas" de cerveza en una persona de 70 kilos es suficiente para dar positivo en el test de alcoholemia, ya que el límite de alcohol permitido es de 0,25 mg de alcohol por litro de sangre y, además, con el actual carnet de conducir, se pueden perder de 4 a 6 puntos, dependiendo de la cantidad de alcohol consumida.La asociación explica que muchos de los conductores que dan positivo en los test de alcoholemia admiten no ser conscientes de la peligrosidad de haber consumido cervezas y piensan que no darán positivo, mientras que, si han ingerido bebidas de alta graduación, sí son conscientes de poder dar positivo en un test.El informe de esta organización añade que tampoco son totalmente inofensivas las “cervezas sin", puesto que su nombre induce a pensar que no tiene alcohol, cuando pueden contener hasta un 1 por ciento.Por ello, Dvuelta pide que se modifique la ley que permite la confusión entre los consumidores y considera que las Administraciones públicas están obligadas a redoblar sus esfuerzos para concienciar e informar a la población sobre las bebidas de menor graduación. Además, la organización considera necesario revisar la reglamentación que permite la venta de bebidas alcohólicas en las gasolineras. Dvuelta concluye: “en carretera, ni gota de alcohol".Los Mossos d’Esquadra han detenido este fin de semana a un camionero francés que realizó un cambio de sentido peligroso en la N-II y, además, sextuplicaba la tasa de alcoholemia permitida.
Una dotación policial que circulaba por el kilómetro 711 de la N-II, en el término municipal de Capmany, vio cómo un camión Renault 430 Magnum con matrícula francesa hacía un cambio de sentido no permitido.
Inmediatamente después, los agentes detuvieron al camión y observaron al conductor completamente ebrio. Por esta razón, le realizaron el test de alcoholemia, que dio una tasa de alcohol seis veces superior a la permitida.
Ante estos hechos, los agentes detuvieron a David M., de 36 años, como presunto autor de un delito contra la seguridad de tráfico. Ese mismo día pasó a disposición judicial, aunque el juez decretó su libertad con cargos. ¿Se ha elaborado con prisas? ¿Salvará vidas? ¿Sólo es una medida cara a la galería? ¿Están bien reguladas las penas?
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