Italia acaba de prorrogar el confinamiento de la población hasta el próximo 3 de abril… como mínimo. Y el estado de alarma decretado por el Gobierno de España es posible que deba también prolongarse en el tiempo, tal y como evoluciona la crisis de transmisión del coronavirus. Por eso, y aunque es verdad que puede que muchos sigáis utilizando el coche para ir a comprar o incluso al trabajo, ha llegado la hora de dar algunos consejos para quienes vayan a aparcar el coche y no moverlo durante todo el tiempo que dure la cuarentena.
Batería, frenos, aceite, embrague, combustible… Son varios los apartados que debemos revisar del coche cuando lo vamos a dejar aparcado durante un largo período. Lo** fundamental es dejarlo bien preparado para que el día que haya que volver a ponerlo en marcha** no tengamos alguna que otra sorpresa desagradable. Y el período en el que pueden suceder es a partir de un mes… o incluso en menos tiempo si tu vehículo no duerme en garaje. A continuación, te ofrecemos nuestros consejos.
Cómo preparar tu coche para el aislamiento
- Desconecta la batería. Este elemento es, probablemente, el que más sufre en el coche cuando no se usa. Una vez aparcado para no usarlo, desconecta la batería, primero quitando el terminal negativo y luego el positivo. Cuando acabe el aislamiento y debas volver a ponerlo en marcha, conecta primero el positivo y luego el negativo.
Aumenta la presión de los neumáticos. Si puedes, rellena los neumáticos con una presión superior a la que viene en la ficha de recomendación del fabricante. Con el tiempo, los neumáticos pierden aire y pueden tener fugas. Además, si existe mucha superficie de contacto con el suelo, el neumático puede quedar “cuadrado" debido al peso constante del vehículo.
Verifica los líquidos. Aunque generalmente esta recomendación es para cuando va a hibernar un vehículo durante periodos de hasta más de 1 año que esperemos no ocurran evidentemente con el estado de alarma, no está de más comprobar los líquidos. Incluso si el tiempo va a ser muy duradero, vaciar por ejemplo el líquido del limpiaparabrisas es una buena opción para que no se pudra en el circuito.
Protege el tubo de escape. Otra buena solución para evitar que el óxido se acumule en la zona del escape, es que coloques en el tubo un paño viejo empapado en aceite de motor al final, en la salida.
Si puedes, no pongas el freno de mano. Si tu coche dispone de él, claro. El freno de estacionamiento tradicional acciona un cable flexible que actúa en la zona trasera. Si ese cable está tensado durante mucho tiempo, es posible que cueste luego mucho volver a quitarlo cuando vayas a arrancar de nuevo el coche.
No cierres por completo todas las ventanas. Este consejo te resultará útil para evitar que, con el tiempo, las gomas se sequen y puedan pegarse al vidrio en la parte superior. Se trata de dejar las ventanillas sin cerrar por completo, ligeramente abiertas, y de paso que el coche “respire" para evitar la creación de moho y malos olores.
Evita malos olores. Puedes dejar por ejemplo granos de arroz en el interior, colocados (sin cocer, por supuesto) en un recipiente y en el suelo del vehículo. Con este truco casero también se evita la humedad.
Coloca una funda protectora. Por último, tras realizar todos los pasos anteriores, la mejor solución final es que cubras el coche con una funda específica. Así evitarás que tu vehículo acumule polvo y, sobre todo, que la carrocería se deteriore por agentes externos en exposición. Lo mejor es protegerlo bien.
