Los meses de confinamiento no han sentado bien a casi nadie. Y uno de los sectores peor parados debido a estos meses de parón obligado ha sido el de las autoescuelas. Y es que, a medida que se va recuperando la “nueva normalidad”, se pone de manifiesto la falta de recursos de la administración para atender de nuevo toda la demanda que se ha ido acumulando estas semanas pasadas.
Tras el fin del estado de alarma y también de los exámenes, muchos jóvenes tratan ahora de sacarse el permiso de conducir tipo B, sin éxito ya que muchos de ellos tendrán que esperar hasta septiembre para poder hacerlo.
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Colapso de la DGT
La DGT se encuentra saturada y superada por esta situación, incapaces de hacer frente a la interminable lista de espera que se ha creado. Además, la propia DGT anunció la realización de exámenes durante el mes de agosto; algo que a día de hoy se ha cancelado. El resultado: más tiempo de espera y más alumnos perjudicados.
Este problema, que no es nuevo, se acentúa ante la alta demanda de los jóvenes para afrontar el permiso de conducir y que coincide además con las medidas de reducción de aforo realizadas por Tráfico. “Nosotros citábamos al alumno y le dábamos cita para los pocos días pero empezaron a llegar los retrasos y las citas se ampliaban hasta las dos semanas. Ahora estamos presentando para examinarse en septiembre, es decir, a más de dos meses vista“, relata Marta Nieto, profesora de circulación vial.
Adiós a la temporada de verano
El “cierre” de este mes de agosto perjudica a las autoescuelas ya que el verano es la época de mayor demanda debido a la alta cantidad de jóvenes que quieren aprovechar el parón académico para obtener el permiso de conducir. “Para las autoescuelas no es bueno ya que los meses de verano son los que nos permiten salvar el año debido a los jóvenes que acaban Selectividad o que regresan de la universidad y aprovechan para obtener el permiso”, añade Marta.
Esta medida, comprensible desde el punto de vista sanitario, no se está tratando de compensar con medidas alternativas que reduzcan su impacto en el sector y en el alumnado. Actualmente, el colapso provocado por el confinamiento afectaría a 130.000 alumnos en toda España. Serán necesarios más de tres meses para tratar de acabar con el embotellamiento ocasionado por la Covid-19.
La DGT se encuentra totalmente desbordada por la situación. “Concretamente en temas de oficina tienen más trabajo del que pueden llevar hacia adelante, por eso no están haciendo todos los turnos de examen teórico que deberían hacer” afirma Marta, como profesional del sector, ante la desesperación de los propios alumnos. “Algunos alumnos abandonan directamente. Entre ellos ya se comenta, ya que son muchos los que tenían intención de sacarse el permiso en verano y no van a poder hacerlo”, concluye.
El auge de la autoescuela digital
Está claro que lo que es malo para unos, es bueno para otros. Y si a alguien ha beneficiado estos meses de confinamiento es a las autoescuelas digitales, que facilitan el acceso al carnet de conducir de forma online, sin tener que pasar por la autoescuela física. Y parece que funciona ya que durante un mes de cuarentena por el COVID-19 las autoescuelas englobadas en esta iniciativa triplicaron sus matrículas.
Además, como explica Miguel González-Gallarza, portavoz de la PAD, la Plataforma de Autoescuelas Digitales, “una vez superada la crisis, será complicado volver a poner en duda la calidad o fiabilidad de la enseñanza digital”.
“Nos diferenciamos de las autoescuelas tradicionales en que los contenidos están disponibles en cualquier soporte y formato digital”, explica González-Gallarza. “Para las clases prácticas, el alumno reserva un horario con el profesor y un punto de recogida que mejor le convenga sin pasar por una escuela física; y, sumando la totalidad del carnet, somos entre un 30 y un 40% más económicos que las autoescuelas convencionales”, añade.