Citroën C1

En junio se pone a la venta el C1, el coche que Citroën ha desarrollado a partir de un proyecto conjunto con Peugeot y Toyota y que incluye también los modelos 107 y Aygo. El C1 es el primero del trío que se pone a la venta y llega con argumentos de sobra para conquistar la ciudad.

Citroën C1
Citroën C1

Como chasis, transmisión, motores y otros muchos componentes son iguales para las tres marcas, sólo cambian la estética exterior y algunos detalles del interior. Así, los diseñadores se tienen que emplear a fondo para marcar la personalidad del coche y de la propia marca con tan poco para “tocar".Los encargados de dibujar el C1 han querido darle un aire muy alegre, desenfadado y juvenil. Donato Coco, responsable del diseño, explica que han trabajado muy a gusto con las otras dos empresas y que, gracias a ese reto a tres, han definido una carrocería “muy expresiva, con mucho color y salientes, muy viva". Creen que el C1 tiene aspecto de “pequeño animal simpático". Y es verdad: si uno mira de frente al C1, lo primero que ve son dos grandes faros que parecen ojos y un abultado parachoques que haría las veces de boca.Así, el frontal destaca por sus formas protuberantes y abultadas, llenas de curvas y de matices muy suavizados. Y, curiosamente, esta estética contrasta con la trasera, mucho más cuadrada y rectilínea, incluso deportiva por la fuerza de sus líneas y lo llamativo de su luneta, que va anclada directamente a las bisagras, sin marco de chapa. Desde luego, esta zaga es la parte más personal y característica del coche y, con claridad, la que más le distingue de sus “primos" de Toyota y Peugeot.De puertas para adentro, el C1 responde a lo que es habitual en la categoría de los más pequeños: funcionalidad, muchos huecos y todo el espacio posible en un bastidor tan pequeño. Pero, además de cumplir con estas premisas, el coche de Citroën aporta un acabado correcto, con materiales modernos y aceptables y una estética divertida. Ya hemos dicho que los tres coches son clónicos, pero en el interior cada marca pone algunos detalles que personalizan sus modelos. Así, el C1 cuenta con un volante de tres radios específico y también con tapicerías propias. Pero hay otros muchos elementos comunes a todos que son “de la casa Citroën", como los inconfundibles aireadores, que ya se han visto en los C3 y C2.Por lo demás, la misma original distribución de mandos: bitácora de controles redonda sobre la caña de la dirección (se mueve solidaria con ella), reloj a modo de oreja para el cuentavueltas (opcional) y carcasa translúcida con retroiluminación para la consola del aire acondicionado. Por cierto, los mandos del aire acondicionado son de lo peor del coche: movimientos torpes y plásticos de poca calidad. También es criticable el mucho ruido que se cuela en el habitáculo, un sonido que tiene origen, sobre todo, en los ruidos de rodadura y aerodinámica.

En cuanto a la habitabilidad, la verdad es que sorprende. Homologado para cuatro plazas, el C1 ofrece unos más que sobrados asientos delanteros (a pesar de que sujetan poco y de que faltan la regulación en altura y la memoria de posición) y cumple con nota en los traseros. Esto es quizá lo mejor, pues, desde fuera, no parece que pueda haber tanto espacio en el asiento trasero, pero, una vez sentado en él, uno se da cuenta de que hay sitio de sobra. Y lo hay para las piernas, los hombros (1,38 metros) y la cabeza (84 centímetros). Cinco personas irían muy apretadas, pero cuatro van sin ningún apuro. En cambio, el maletero ya no está tan bien resuelto. Además de tener el acceso muy alto, sólo ofrece 139 litros de capacidad. Es muy poco y, para llevar algo de carga, es preciso plegar los asientos traseros. Al final, el máximo de carga son 750 litros. Las ventanillas traseras de los cinco puertas son de apertura de compás, una técnica poco utilizada que estos coches han rescatado. En Citroën dicen que se ha elegido esta opción para poder “robar" unos centímetros de anchura a las puertas y ganar espacio en el habitáculo.Cuando se ponga a la venta en junio, el C1 se ofrecerá sólo con el motor 1.1 de gasolina, que se podrá combinar con dos acabados diferentes, el X (sólo en tres puertas) y el SX. Después, en septiembre, llegará el motor HDI, que sólo se venderá asociado al acabado SX.El acabado X, el más básico, es realmente básico, pero ya cuenta en su apartado de seguridad con elementos como el ABS (de última generación), el repartidor electrónico de frenada, el estabilizador de frenada en curvas, los cinturones con pretensores, los anclajes Isofix y los airbags delanteros. El capítulo de confort cuenta de partida con volante regulable en altura, preinstalación de la radio y asientos traseros abatibles por mitades.

Por su parte, el acabado SX añade a lo anterior los airbags laterales y la columna de dirección retráctil en cuanto a seguridad; y el aire acondicionado, el equipo de sonido con CD y conexión para lectores de mp3, los elevalunas eléctricos, el cierre centralizado con mando a distancia y la tapicería en terciopelo para el apartado de confort. Queda como opción la pintura metalizada, que cuesta 200 euros, y también hay un pack denominado SX que incluye aire acondicionado, radio con CD y cuentarrevoluciones por 1.180 euros.

Versión
Precio
1.0i 12v X 3p
8.550 euros.
1.0i 12v SX 3p
9.500 euros.
1.0i 12v SX 5p
9.800 euros.
1.4 HDI 55 SX 3p
10.850 euros.
1.4 HDI 55 SX 5p
11.150 euros.
Como chasis, transmisión, motores y otros muchos componentes son iguales para las tres marcas, sólo cambian la estética exterior y algunos detalles del interior. Así, los diseñadores se tienen que emplear a fondo para marcar la personalidad del coche y de la propia marca con tan poco para “tocar".Los encargados de dibujar el C1 han querido darle un aire muy alegre, desenfadado y juvenil. Donato Coco, responsable del diseño, explica que han trabajado muy a gusto con las otras dos empresas y que, gracias a ese reto a tres, han definido una carrocería “muy expresiva, con mucho color y salientes, muy viva". Creen que el C1 tiene aspecto de “pequeño animal simpático". Y es verdad: si uno mira de frente al C1, lo primero que ve son dos grandes faros que parecen ojos y un abultado parachoques que haría las veces de boca.Así, el frontal destaca por sus formas protuberantes y abultadas, llenas de curvas y de matices muy suavizados. Y, curiosamente, esta estética contrasta con la trasera, mucho más cuadrada y rectilínea, incluso deportiva por la fuerza de sus líneas y lo llamativo de su luneta, que va anclada directamente a las bisagras, sin marco de chapa. Desde luego, esta zaga es la parte más personal y característica del coche y, con claridad, la que más le distingue de sus “primos" de Toyota y Peugeot.De puertas para adentro, el C1 responde a lo que es habitual en la categoría de los más pequeños: funcionalidad, muchos huecos y todo el espacio posible en un bastidor tan pequeño. Pero, además de cumplir con estas premisas, el coche de Citroën aporta un acabado correcto, con materiales modernos y aceptables y una estética divertida. Ya hemos dicho que los tres coches son clónicos, pero en el interior cada marca pone algunos detalles que personalizan sus modelos. Así, el C1 cuenta con un volante de tres radios específico y también con tapicerías propias. Pero hay otros muchos elementos comunes a todos que son “de la casa Citroën", como los inconfundibles aireadores, que ya se han visto en los C3 y C2.Por lo demás, la misma original distribución de mandos: bitácora de controles redonda sobre la caña de la dirección (se mueve solidaria con ella), reloj a modo de oreja para el cuentavueltas (opcional) y carcasa translúcida con retroiluminación para la consola del aire acondicionado. Por cierto, los mandos del aire acondicionado son de lo peor del coche: movimientos torpes y plásticos de poca calidad. También es criticable el mucho ruido que se cuela en el habitáculo, un sonido que tiene origen, sobre todo, en los ruidos de rodadura y aerodinámica.

En cuanto a la habitabilidad, la verdad es que sorprende. Homologado para cuatro plazas, el C1 ofrece unos más que sobrados asientos delanteros (a pesar de que sujetan poco y de que faltan la regulación en altura y la memoria de posición) y cumple con nota en los traseros. Esto es quizá lo mejor, pues, desde fuera, no parece que pueda haber tanto espacio en el asiento trasero, pero, una vez sentado en él, uno se da cuenta de que hay sitio de sobra. Y lo hay para las piernas, los hombros (1,38 metros) y la cabeza (84 centímetros). Cinco personas irían muy apretadas, pero cuatro van sin ningún apuro. En cambio, el maletero ya no está tan bien resuelto. Además de tener el acceso muy alto, sólo ofrece 139 litros de capacidad. Es muy poco y, para llevar algo de carga, es preciso plegar los asientos traseros. Al final, el máximo de carga son 750 litros. Las ventanillas traseras de los cinco puertas son de apertura de compás, una técnica poco utilizada que estos coches han rescatado. En Citroën dicen que se ha elegido esta opción para poder “robar" unos centímetros de anchura a las puertas y ganar espacio en el habitáculo.Cuando se ponga a la venta en junio, el C1 se ofrecerá sólo con el motor 1.1 de gasolina, que se podrá combinar con dos acabados diferentes, el X (sólo en tres puertas) y el SX. Después, en septiembre, llegará el motor HDI, que sólo se venderá asociado al acabado SX.El acabado X, el más básico, es realmente básico, pero ya cuenta en su apartado de seguridad con elementos como el ABS (de última generación), el repartidor electrónico de frenada, el estabilizador de frenada en curvas, los cinturones con pretensores, los anclajes Isofix y los airbags delanteros. El capítulo de confort cuenta de partida con volante regulable en altura, preinstalación de la radio y asientos traseros abatibles por mitades.

Por su parte, el acabado SX añade a lo anterior los airbags laterales y la columna de dirección retráctil en cuanto a seguridad; y el aire acondicionado, el equipo de sonido con CD y conexión para lectores de mp3, los elevalunas eléctricos, el cierre centralizado con mando a distancia y la tapicería en terciopelo para el apartado de confort. Queda como opción la pintura metalizada, que cuesta 200 euros, y también hay un pack denominado SX que incluye aire acondicionado, radio con CD y cuentarrevoluciones por 1.180 euros.

Versión
Precio
1.0i 12v X 3p
8.550 euros.
1.0i 12v SX 3p
9.500 euros.
1.0i 12v SX 5p
9.800 euros.
1.4 HDI 55 SX 3p
10.850 euros.
1.4 HDI 55 SX 5p
11.150 euros.