Chrysler trae sus prototipos a Europa

Los habíamos visto ya en el pasado Salón de Detroit, donde brillaron con luz propia. Ahora vienen a Europa para que el Viejo Continente sepa de primera mano qué hace la primera industria del mundo. Son los Dodge Super8 Hemi, Dodge Powerbox, Chrysler Crossfire, PT Cruiser Cabrio y Jeep Willys.

La marca estadounidense atraviesa una de las peores crisis de su historia. Aun así, sabe que la única manera de sobrevivir es seguir luchando por la confianza del público. En el último año han presentado varias creaciones que marcan las líneas maestras del futuro de la compañía. Son sus prototipos más recientes, los que vimos en el pasado Salón de Detroit , celebrado en enero.

Chrysler los ha traído a Europa para que el público de este lado del océano los vea de cerca y sepa cómo evoluciona la industria más poderosa del planeta. La marca Dodge ha elaborado el Powerboxx, un coche que combina la tradicional musculatura de la casa con un motor de alta tecnología muy respetuoso con el entorno natural.

Con una estética futurista y rasgos clásicos (como los guardabarros, iguales a los que montaba el Power Wagon de 1946), el Powerboxx monta dos motores, uno de gas natural y otro eléctrico. El de gas natural es un V6 sobrealimetado de 2,7 litros que genera 250 CV y sirve sólo a las ruedas traseras. El otro, el eléctrico, atiende únicamente al eje delantero y supone una entrega adicional de 70 CV. Este segundo propulsor sólo entra en funcionamiento como apoyo del principal en momentos de mucha carga, como en aceleraciones. Se recarga aprovechando la energía eléctrica rotacional que se desprende de motor, frenos y ejes girando a gran velocidad. Con el Super8 Hemi, Dodge, una firma adicta a los valores tradicionales norteamericanos, rescata el sabor de los grandes sedanes de aquel país. “La cultura y la esencia del optimismo americano", asegura Freeman Thomas, presidente de Estrategias de Diseño Avanzado en DaimlerChrysler.

Este coche se ha creado partiendo de dos pilares básicos: un motor todopoderoso y un diseño denominado Passenger Priority, que, como su nombre indica, pone al ocupante como canon para definir el habitáculo.

Así, la propulsión se ha confiado a un impresionante V8 de 5,7 litros con empujadores, cámaras de combustión hemisféricas y dos bujías por cilindro. Esta joya mecánica entrega sin problemas 353 CV con un par motor brutal que llega a los 536 Nm. Se combina con una caja automática de cuatro relaciones y el eje tractor es el trasero.

Con estos mimbres, el sofisticado Super8 Hemi viaja a una velocidad máxima de 248 km/h, acelerando de 0 a 100 en poco menos de seis segundos.

El concepto Passenger Priority dibuja un habitáculo sobreelevado en el que los ocupantes viajan cómodamente por encima del resto de coches de su categoría.

Los asientos, de diseño especial, parecen flotar dentro de la cabina, porque sólo se apoyan en los raíles de desplazamiento. Después, todo el entorno tiene un sabor retro, lleno de relojes de corte clásico y cromados en aluminio cepillado.

Como contrapunto, se ha instalado un sistema denominado Infotronic, que reúne un centro de comunicaciones y una consola de ocio. Funciona por reconocimiento de voz y tiene una pantalla de cristal líquido como panel de mandos. Clásico entre los clásicos, el Willys renace con aires futuristas pero dejando claro cuáles son los rasgos más característicos de su brillante historia.

Nacido hace ya 60 años, el veterano Willys se ha pasado a la era del plástico para afrontar un tiempo diferente manteniendo puros los valores del cuatro por cuatro extremo.

En esta edición, se ha fabricado una carrocería plástica que reduce el peso a la mitad para albergar un motor de 1,6 litros y cuatro cilindros sobrealimentado que proporciona 160 CV y 210 Nm de par.

Junto a una caja de cambios manual de cinco velocidades, también se puede montar una transmisión electrónica con tracción total continua y reductora Low Range.

La suspensión se ha pensado para que no haya terrenos inaccesibles a este prototipo. La marca matriz presentó en Detroit su Crossfire, un coche que ahora pisa Europa con sus formas rompedoras.

Es un coupé juvenil con un aspecto bastante europeo (rasgos de BMW o Porsche), que impresiona por lo rotundo de sus músculos. Grandes pasos de rueda y formidables branquias hacen de él algo muy próximo a los prototipos de competición de los años 60.

Se ha fraguado en fibra de carbono y el chasis es de aluminio, con lo que el peso es realmente bajo. Combinando esto con un centro de gravedad muy bajo y unas cotas de batalla y paso de vía muy amplias, el motor no tiene problemas para lanzar este coche hasta los 100 por hora en menos de seis segundos y proporcionarle una punta de 238 km/h. Lo consigue también gracias a sus 205 CV y a su potente par de 366 Nm.

Este propulsor es un V6 sobrealimentado de 2,7 litros y lleva una caja de cambios manual de cinco relaciones.

Por último, y ya por encima de la denominación prototipo (es un preserie), está el PT Cruiser Cabrio. El original, y súper-vendido, modelo de Chrysler se da un baño de juventud y se desmelena con una atractiva configuración descapotable.

Esta serie especial ha sufrido modificaciones en la carrocería para darle un aire más enérgico y juvenil. Además, se ha elegido un color azul perla oscuro y el interior va tapizado en beige y azul oscuro. La capota se coloca y se retira de forma automática y se recoge fácilmente en la parte trasera del vehículo.

Con todas estas novedades, Chrysler quiere dejar claro que no está ni mucho menos ensimismada en sus problemas, sino que avanza hacia un futuro muy interesante.