China potencia, ahora, los coches pequeños

A partir del próximo 1 de marzo, los coches pequeños podrán campar a sus anchas en casi un centenar de ciudades chinas. Hasta ahora, tenían prohibida su matriculación.

Poca seguridad y apariencia poco atractiva eran dos de los motivos que el Gobierno chino argumentaba como razones de peso para que los vehículos más pequeños no circularán en aquel país. La normativa quería de esta forma evitar que las carreteras se llenaran de microcoches.

Sin embargo, la situación ha cambiado. El aumento del precio de los combustible (por la fuerte escalada del petróleo) y las preocupaciones medioambientales han llevado al Ejecutivo chino a permitir su matriculación, para paliar las necesidades de movilidad sin afectar gravemente al bolsillo de los usuarios.

Y es que el mercado chino cada vez demanda más coches pequeños. Entre enero y noviembre, un 66 por ciento de los coches vendidos fueron los que montaban propulsores de menos de 1,6 litros de cilindrada.

El Gobierno chino va más allá. No sólo permitirá que este tipo de vehículos se venda, sino que, además, propondrá medidas de incentivo para la compra de estos coches: reducción de los impuestos de matriculación, fomento para compra entre los funcionarios, reducción de las tasas de aparcamiento, etc. Esta decisión beneficia también a los fabricantes de coches locales que han anunciado una ofensiva de productos pequeños para atender las nuevas demandas.

China es el segundo consumidor mundial de petróleo. En 2003 adelantó a su vecino oriental Japón. Durante el pasado año, se produjeron en aquel país un 12,6 por ciento más que en 2004 (5,76 millones, un poco más que vendidos).