Cataluña aplicará el Código Penal a los “conductores bala”

La reforma del Código Penal que entra en vigor mañana brinda la posibilidad de enviar a la cárcel a aquellos que conduzcan bajo los efectos del alcohol o circulen a una velocidad excesiva. El Servei Catalá de Tránsit ha anunciado que explotará a fondo la norma, con el fin de luchar eficazmente contra “los delincuentes del volante".

Cataluña aplicará el Código Penal a los “conductores bala”
Cataluña aplicará el Código Penal a los “conductores bala”

Cataluña sabe mucho de “conductores bala"; por sus autopistas ha pasado en varias ocasiones el “rally de los millonarios" y, reiteradamente, los radares de los Mossos d’Esquadra captan vehículos que circulan a velocidades muy por encima de los máximos permitidos. La reforma del Código Penal, que entrará en vigor mañana, ofrecerá nuevas armas para luchar contra ellos.La norma establece que se podrán aplicar penas de prisión de entre 2 y 6 meses a aquellos que conduzcan “bajo la influencia del alcohol o de las drogas". También habrá condenas de 6 a 12 meses de cárcel para los que circulen “con altas tasas de alcohol en sangre y con un exceso desproporcionado de velocidad respecto a los límites". La modificación prevé, asimismo, castigos menos duros, como multas o trabajos sociales, pero el Servei Catalá de Tránsit (SCT) ya ha anunciado que no será compasivo. Los Mossos d’Esquadra pondrán a disposición judicial a todo aquel que presente signos evidentes de conducir borracho, así como a los automovilistas que circulen con tasas de alcohol bastante más altas al límite legal. Tampoco los “conductores bala", según Rafael Olmos, director del SCT, se librarán de comparecer ante un magistrado, aunque no hayan causado ningún siniestro. Además, se tendrán en cuenta factores como la reincidencia, con el fin de no dejar por explotar ni un solo resquicio legal.Esta política no es nueva, apunta “El Periódico de Cataluña". En enero, la Generalitat y la fiscalía acordaron pedir penas de cárcel para las conductas temerarias al volante, pero, hasta ahora, el Código Penal daba un escaso margen para conseguirlas, a no ser que hubiera víctimas. “La nueva disposición se queda corta y no es la que hubiéramos deseado, pero nos da más posibilidades de éxito ante el juez, lo que nos permitirá intensificarla", ha explicado Olmos.La reforma del Código Penal deja al criterio de los magistrados los casos en los que deberán aplicarse las condenas de cárcel, pues no hay unos límites establecidos. Además, el texto (“penas de 6 a 12 meses de prisión para los que conduzcan con altas tasas de alcohol en sangre y con un exceso desproporcionado de velocidad respecto a los límites") puede dar lugar a diversas interpretaciones. Para Aitor Canales, asesor jurídico de la asociación Stop Accidentes, deberán confluir los dos factores para que el conductor vaya a la cárcel. “Ambas conductas, por separado, deberían ser punibles", apunta a “El Periódico de Cataluña".Ésta es, precisamente, la interpretación que hace Tránsit. “La ‘y’ que figura en el nuevo Código Penal significa que cualquiera de los dos comportamientos es merecedor de cárcel. Habrá que ver qué opina la fiscalía y, sobre todo, los jueces", explica Olmos.El director del SCT también ha criticado que la modificación no establezca unos baremos objetivos. “Debería fijar a partir de qué grado de alcoholemia y de qué porcentaje de exceso de velocidad puede ir a prisión un conductor, como ocurre en el resto de la Unión Europea", ha subrayado. Así, la Generalitat ha propuesto al Gobierno del PSOE (la reforma del código fue aprobada por el Ejecutivo del PP, a finales de la pasada legislatura) que determine de modo inequívoco cuál es el punto que el automovilista no debe traspasar si no quiere ingresar en prisión. En su propuesta, también se contempla la posibilidad de enviar a la cárcel a aquellos que conduzcan sin carné.El objetivo del SCT es reducir la mortalidad en las carreteras. “La sociedad tiene que acostumbrarse a ver que los temerarios ingresan en prisión", ha anunciado Olmos.Las multas han sufrido un espectacular aumento en Madrid. Durante el verano de 2003, las sanciones expedidas llegaron a las 12.948, una cifra que ha subido el 400 por cien (hasta las 64.743) en el mismo período de 2004.

Pedro Calvo, concejal de Seguridad del Ayuntamiento, ha explicado que este incremento obedece al “buen funcionamiento de los radares de la M-30". La mayoría de las actuaciones han estado relacionadas con los excesos de velocidad, el uso indebido del teléfono móvil y la falta de utilización del casco por parte de los motoristas.

En total, la Policía Municipal ha realizado 5.833 pruebas de alcoholemia, de las que 457 resultaron positivas.

Estrenamos reglamentos.
Han llegado los nuevos reglamentos de conductores, circulación, vehículos e, incluso, un Plan Especial de Seguridad Vial. Los textos encierran normas y sanciones recién estrenadas que es necesario conocer para evitar situaciones de peligro. Echa un vistazo, te las resumimos.