Barcelona estrenará en noviembre el denominado CarSharing, una especie de coche compartido que, en otras ciudades europeas, cuenta con cientos de asociados. Sólo en el Viejo Continente está vigente en 500 ciudades y tiene más de 130.000 usuarios. Sin embargo, este método es mucho más conocido en Estados Unidos, ya que nació en Boston.Los seguidores son legión, ¿por qué? Según sus organizadores, porque este sistema ofrece todas las ventajas de tener coche, pero ninguno de sus inconvenientes. Puedes utilizar el vehículo que quieras con tan sólo avisar con 15 minutos de antelación. Sólo tienes que preocuparte en ir a recogerlo al aparcamiento que te pille más cerca (al que podrás llegar en transporte público de forma completamente gratuita), te entregarán el vehículo con el depósito lleno, lo podrás usar cuanto quieras y por donde quieras, sin molestarte en pagar el seguro, en pasar las revisiones o en conseguir un buen aparcamiento. Los defensores de este sistema han realizado sus cuentas: en Europa, la mayoría de los vehículos se pasa el 95 por ciento de su vida útil aparcado. Por tanto, ¿compensa tener coche para dejarlo parado?, se preguntan.España, por ahora, no posee ningún sistema parecido, tan sólo pequeñas redes de conductores que comparten coches. Barcelona será la primera ciudad que lo instaure: el período de pruebas comenzará en noviembre con una flota inicial de 10 coches. Si todo marcha tal y como planean, en enero ya podrán comenzar a llegar los socios y la flota aumentará a 30 unidades. Luego, se extenderá a otras regiones catalanas. Los coches de Carsharing de Barcelona serán rojos; pocos más detalles tendrán en común, ya que habrá vehículos de muy diversas categorías: utilitarios como los Clio, compactos como los Mégane o Astra, monovolúmenes como el Zafira o el Scénic e incluso furgonetas como la Trafic o la Vito. En un primer momento, instalarán cinco aparcamientos en la ciudad, donde se podrán recoger los coches: estarán en las calles Josep Tarradellas, Torren de l’Olla, Concepció Arenal, Mallorca y Francesc Cambó. Los promotores del CarSharing en Barcelona (la Asociación para la Promoción del Transporte Público) aseguran que este servicio interesa a cualquier persona que haga menos de 15.000 kilómetros al año.
Para hacerse socios, tendremos que pagar 350 euros de contratación y 60 euros de gastos de alta. Después, la couta trimestral es de 24 euros. Los usuarios pagarán según los kilómetros realizados y las horas que hayan utilizado el coche.
Hasta los 100 kilómetros, cada kilómetro vale 0,23 euros. Si realizamos más de 100 km, la tarifa se reduce a 0,15 euros. Hay diferentes precios según la franja horaria: de 8.00 a 0.00 horas, cuesta 2,10 euros y de 0 a 8.00 horas es completamente gratuito. Si lo reservamos todo el día, pagamos 21,84 euros. El CarSharing es un viejo conocido en todo el mundo. En Suiza, es un sistema tan popular como el autobús: hay una cooperativa nacional que agrupa a más de 45.000 conductores. En Alemania, existen cerca de 60 organizaciones distintas que aglutinan a más de 60.000 personas. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha aprobado una inversión de 10 millones de euros para implantar este sistema en las principales ciudades del país.En San Francisco (California), multitud de New Beetles de color verde manzana recorren a diario sus calles y ya se han convertido en un elemento más del paisaje, como la bahía misma. Son los vehículos de la City Carshare, una empresa de CarSharing que, con apenas un año de vida, ya ha logrado más de 1.600 socios. En EE.UU, también funciona la ZipCar, una compañía con más de 5.000 miembros.
![]() Un abono transporte que incluye el uso de un ''coche público'', empresas que te aparcan el vehículo cuando vas al trabajo, desconocidos que comparten automóvil o garaje… Cansados de buscar un sitio para aparcar, los conductores recurren a Internet. No te pierdas nuestro reportaje. |