El dato facilitado por el RACE contrasta con la evolución de los muertos en carretera de nacionalidad española que en el mismo periodo ha descendido un 15 por ciento.Por nacionalidades, los rumanos representaron la tasa con mayor mortalidad entre los conductores y ocupantes extranjeros con un 14,5 por ciento, seguido de los marroquíes con un 14,2 por ciento, portugueses con el 10,8, ecuatorianos con el 6,6 por ciento y británicos con el mismo porcentaje.El RACE apela a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2005 para reseñar que dentro de los colectivos de extranjeros residentes en España que fallece en accidente de tráfico, el 29 por ciento son ecuatorianos, el 21 por ciento rumanos, el 17 por ciento marroquíes y el 14 por ciento búlgaros.En comparación con otros colectivos de extranjeros, de los alemanes sólo un 1,9 por ciento muere por esta causa, de los británicos el 2,1 por ciento y de los franceses el 3,6 por ciento.Otro dato manejado por el club automovilístico, en este caso de la Fiscalía de Seguridad Vial, es que de las casi 3.000 denuncias formuladas en Madrid por no llevar permiso de conducción, el 64 por ciento de los casos correspondieron a conductores extranjeros y se rebaja al 51 por ciento en Cataluña.El RACE recuerda que con la reforma del Código Penal que entrará en vigor el 1 de mayo, esta práctica pasa a convertirse en delito contra la seguridad del tráfico.El informe analiza también los permisos válidos para circular en España y señala que existen diferentes opciones para conducir por parte de un extranjero, al establecerse la distinción entre los procedentes de la UE y los extracomunitarios.Los conductores extranjeros no comunitarios pueden conducir (en condición de turistas) durante 185 días, o seis meses, con el permiso internacional o con su permiso de origen traducido al castellano por un órgano oficial.Pasado este período, si han adquirido la residencia normal, tienen un plazo de 6 meses de validez del permiso original y al finalizar este período, el residente en España debe, o bien canjear su permiso en el caso de tener suscrito España un acuerdo bilateral con su país de origen, o bien obtener el permiso de conducir español.España tiene canjes de reconocimiento de permiso de conducción, tramitados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, con Argelia, Argentina, Chile, Colombia, Croacia, Ecuador, Marruecos, Perú, República Dominicana, Venezuela, Andorra, Suiza, Corea del Sur y Japón y en breve se incorporaran Brasil, Guatemala y Filipinas.Los conductores comunitarios no tienen obligación de canjear el permiso de conducir, dado que existe libre circulación de personas de origen comunitario en la Unión Europea y tampoco están afectados por el sistema del permiso por puntos.Según datos de la DGT, en España se han canjeado desde el año 2002 hasta el año 2006, más de 557.600 permisos de conducción. El RACE propone una serie de medidas para aminorar ese impacto de accidentalidad mortal entre los colectivos foráneos.
1.- Así, el RACE aboga por cursos gratuitos de adaptación a la realidad circulatoria española en los que se aborden la normativa, señalización, usos y costumbres, seguridad activa y pasiva, y sistemas de retención para estos conductores extranjeros.
Dichos cursos deberían ser impartidos por entidades acreditadas como son Autoescuelas o Automóviles Club, teniendo en cuenta que estos últimos, en muchas ocasiones, son los encargados de examinar en el país de origen.
2.-En los convenios que suscriba el Ministerio de Asuntos Exteriores deberían primar criterios de seguridad vial que garanticen la equiparación del sistema de formación, evaluación y expedición de permisos con el modelo español.
En este sentido, y según muestra el informe comparativo entre países, se observan grandes diferencias entre los sistemas de algunos países como Bolivia, Perú o Argentina, frente a otros que muestran grandes diferencias en las exigencias formativas del profesorado.
3.-Se apela también a una fuerte toma de consciencia entre estos colectivos sobre el uso del cinturón de seguridad, de los sistemas de retención infantil o el consumo de alcohol.
4.-Como prioritario califica el RACE acometer campañas divulgativas de tráfico en los países con mayor presencia turística en España, con el objetivo de informar de la realidad del tráfico o las características de la regulación normativa, con lo que se paliaría los efectos de la heterogeneidad de normas circulatorias entre distintos países relativas a tasas de alcoholemia o velocidades máximas legales, entre otras.