Argentina ya ha trasladado a decretos interiores ese acuerdo con Brasil. En él, ambos países se comprometen a mantener un cierto tipo de interés y a incluir en los vehículos que fabriquen al menos un 60 por ciento de piezas producidas en el Mercosur. A esto, Argentina quiso añadir un 30 por ciento de componentes elaborados en el propio país. Brasil, en principio, no se opuso. Ambas naciones son las únicas con peso automovilístico en el Mercosur, porque Uruguay y Paraguay no tienen industria propia de entidad. Así, negociaron entre ellos y llegaron a un acuerdo que desembocará en el mercado común.
Sin embargo, los fabricantes brasileños no se han quedado quietos y han protestado ante su Gobierno por el 30 por ciento de piezas locales impuesto por Argentina. Brasil produce más que Argentina, por lo que no le interesa ninguna traba a la exportación, aunque sea transitoria.
El Gobierno de Brasilia, a contrapié, ha querido hacer suyas las quejas de sus industriales. Ayer, Alcides Tapias, ministro de Desarrollo, Industria y Comercio carioca, aseguró que su país considera el acuerdo en suspenso. Para afirmar su postura, Tapias señaló que Argentina ha publicado sus decretos sin que el acuerdo tenga el visto bueno de la Asociación Latinoamericana de Integración, ALADI, organismo que supervisa las relaciones internas del Cono Sur.
En Argentina, los observadores califican estas declaraciones de "argumento legalista", una especie de pataleo de cara a la galería. Débora Giorgi, secretaria de Industria argentina, considera que "el acuerdo está firmado por ambas partes, hasta con los más mínimos detalles, el pasado 30 de junio". En cuanto al visto bueno de ALADI, Giorgi asegura que es un simple "trámite burocrático" y que no hay ninguna incompatibilidad. En definitiva, para los argentinos, el Gobierno brasileño quiere quedar bien con su industria, pero sabe que el paso dado por Argentina es perfectamente legal.
Desde Brasil, la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores, Anfavea, apunta que los decretos argentinos obstaculizan la aplicación del acuerdo de comercio, puesto que "hacen físicamente imposible la producción de coches en Argentina".
Aseguran los industriales brasileños que incluso sus colegas argentinos se oponen al decreto del Gobierno de Buenos Aires.
Brasil no considera en vigor el acuerdo con Argentina sobre automoción
En junio, Brasil y Argentina firmaron el acuerdo que gobernará a sus empresas automovilísticas hasta que entre en vigor el Mercosur, el mercado común del sur. Ahora, Brasil no está de acuerdo con algunas de las cláusulas pactadas.