Barcelona instalará en sus vías más radares

A pesar de que los accidentes de tráfico disminuyeron en Barcelona durante el pasado año, la ciudad registró 11 víctimas mortales más que en 2002. Para acabar con la elevada siniestralidad, el Ayuntamiento ha anunciado la instalación de nuevos radares en las vías de acceso a la Ciudad Condal. Las denominadas fotomultas han reducido la velocidad hasta en un 26 por ciento en las calles donde estos aparatos ya están instalados.

A menor velocidad, menos accidentes de tráfico. Ésta es la nueva consigna del Ayuntamiento de Barcelona, que parece estar dispuesto de una vez por todas a poner fin a la alta siniestralidad que registran sus carreteras. De hecho, el número de víctimas mortales en accidentes de tráfico se disparó en 2003 hasta las 46 personas, 11 más que en el año 2002. Para hacer frente a este problema, la concejalía de Movilidad cree haber encontrado ya la solución. Según anunció ayer Jordi Hereu, responsable del área, el Ayuntamiento instalará en los próximos meses radares fijos de control de velocidad (equipados con cámaras) en las principales vías de entrada y salida a la ciudad: avenida de la Diagonal y Meridiana, calle Aragó y Gran Vía.Esta idea parte del buen resultado que, hasta ahora, están dando los aparatos ya instalados en otras zonas de la capital catalana. El año pasado, por ejemplo, el temor a las fotomultas redujo la velocidad media de estas carreteras en un 26 por ciento, un hecho que derivó en una mayor fluidez en la circulación y en una reducción del 15 por ciento en los accidentes.Hereu, que prefirió no detallar el número de radares nuevos, aseguró que su intención es que funcionen a lo largo de este año, aunque “todavía falta que los técnicos encuentren los emplazamientos adecuados". El concejal, sin embargo, no acertó a dar una explicación del incremento de víctimas en 2003 y se limitó a apuntar que la seguridad vial es “una de las principales prioridades de este mandato, en el que esperamos aprobar un plan específico que, además de incrementar el uso de las nuevas tecnologías, no contemple el aumento de agentes de la Guardia Urbana. Apostaremos por la especialización de las actuales patrullas que trabajan en el tráfico".Las estadísticas de siniestralidad, por su parte, demuestran que el mayor incremento de muertes en accidente se ha producido entre los motoristas, un grupo donde han fallecido 9 más que en el año anterior, y entre los peatones, con 17 personas muertas por atropello. Asimismo, las cifras confirman la necesidad de continuar con campañas de sensibilización en el uso de elementos de protección, pues más de la mitad de los niños que fallecieron no llevaba ni cinturón de seguridad ni viajaba en asientos habilitados para su edad. Entre los adultos, 4 de cada 6 personas muertas tampoco circulaban con cinturón.