Al inicio de su comercialización, Audi ofrecerá esta versión exclusivamente con la mecánica W12, a la que se le ha reducido el consumo en 3 litros cada 100 kilómetros, a la que seguirá otra nueva variante que se introducirá en 2012, igualmente de elevada potencia.
Con 5,25 metros de longitud, el Audi A8 L Security, cuyo precio es considerado por la marca materia reservada, es un gran sedan de lujo que apenas se distingue respecto de la versión de producción en serie.
Los faros LED, que disponen de diodos emisores de luz para todas las funciones, caracterizan el frontal y son parte del equipo de serie que se ofrece con el pack estándar en el A8 L Security W12.
Al desarrollar el diseño básico para la gama de modelos del nuevo A8, los ingenieros de Audi ya tenían programado desde el principio la existencia de una versión blindada de alta seguridad.
El resultado es un concepto de seguridad totalmente integrado en el vehículo y muy superior a cualquier solución adaptada de las que se puedan encontrar disponibles en el mercado.
Todos los componentes principales fueron analizados respecto a sus propiedades de deformación, lo que proporciona al A8 L Security un alto rendimiento en caso de accidente.
Las modificaciones personalizadas del blindaje del sedán se realizan a mano en un pequeño y muy bien protegido taller situado en una de las plantas de producción de Audi y guardado con puertas especiales de seguridad, donde el uso de teléfonos móviles está completamente prohibido.
La estructura de la versión de alta seguridad es un cuerpo de aluminio similar al de la berlina de serie, que previamente ha sido modificado y que se elabora en la planta de Audi en Neckarsulm bajo los principios del Audi Space Frame (ASF).
Técnicos altamente preparados dedican cerca de 450 horas de trabajo a incorporar las características de seguridad, siempre atentos a mantener las elevadas condiciones de máxima calidad exigidas por la marca.
Cuando esta etapa del proceso se ha completado, el coche retorna a la factoría para proceder a su ensamblaje final.
El A8 L Security ha sido oficialmente certificado con las pruebas de balística que el Gobierno alemán en sus instalaciones de Münich establece para cumplir con las condiciones de la clase VR7 de blindaje de protección (comprobadas según las directrices establecidas en las pruebas BRV 2009).
La abreviatura BRV es la correspondiente a los Vehículos Resistentes a las Balas (Bullets Resistant Vehicle).
La resistencia del vehículo a las explosiones fue comprobada de acuerdo a las condiciones establecidas por la normativa ERV 2010 (ERV:Explosion Resistant Vehicles).
El recubrimiento de metal y vidrio del habitáculo debe ser capaz de soportar disparos realizados con la munición más potente de la OTAN.
En determinadas áreas, el blindaje del A8 L Security cumple incluso con los criterios establecidos para los blindajes de las Clases VR9 y VR10.
Integrado como un componente más de su bastidor, las características del habitáculo de la berlina de alta seguridad son la suma del empleo de una serie de materiales extremadamente duros y resistentes: blindaje de acero caliente, tela de aramida, materiales cerámicos, una aleación especial de aluminio y diferentes capas de vidrio.
La superposición de distintos materiales de protección en los elementos articulados proporciona el máximo nivel de seguridad en todo el habitáculo. El blindaje interior pesa aproximadamente 720 kilos.
Los faldones laterales de aluminio han sido directamente fabricados con secciones de acero sólido en su interior. Esto proporciona una mayor seguridad y protección frente al uso de armas explosivas, área que ha sido objeto de un importante endurecimiento de los requisitos exigidos por la normativa en los últimos años.
Elaborado con una innovadora aleación especial de aluminio, el piso blindado sirve a los mismos propósitos. El Audi A8 L Security es capaz de soportar un ataque con una granada de mano e incluso una carga explosiva tal y como se exige en la normativa de los programas de pruebas, no supone una amenaza letal para los pasajeros.
Las ventanillas laterales, los parabrisas y la luneta posterior están todos hechos de un vidrio especial elaborado con un recubrimiento de policarbonato en su interior para evitar desprendimientos.
Opcionalmente, unos elevalunas electromecánicos permiten operar a las ventanillas laterales, haciéndolas descender en prácticamente toda su extensión.
El exceso de peso procedente de las ventanas está justo por encima de los 300 kilos. Las puertas, que tienen un peso adicional de 360 kilos, cuentan con un sistema de cierre asistido de serie.
Una función de puerta parada mantiene cada puerta abierta en cualquier posición deseada.
