El aeropuerto francés de Saint-Exupéry, en Lyon, ha pasado a la historia. La infraestructura francesa se ha convertido en la primera a nivel mundial que ha estrenado un servicio completamente automatizado de aparcamiento de coches al aire libre. Y es que, en sus instalaciones, ya trabaja Stan: el nuevo robot capaz de aparcar hasta 500 vehículos, ahorrando tiempo y dinero a los usuarios, además de espacio al aeropuerto. Todo parecen ventajas.
Stan ya se encontraba en pruebas desde el pasado mes de junio, pero ahora hasta un total de 4 robots ya están a pleno funcionamiento para este particular servicio de estacionamiento automatizado del aeropuerto de Lyon. “Pensamos que la experiencia era la más sencilla y agradable para los usuarios del aeropuerto", ha asegurado a la prensa francesa Clément Boussard, fundador de Stanley Robotics, la empresa que lo ha patentado y que ya había probado antes un sistema similar en el aeropuerto Roissy- Charles de Gaulle, en París.
Pero, ¿cómo funcionan estos robots? En el vídeo que tienes sobre estas líneas verás todo el proceso. En las terminales, en las plazas de estacionamiento reservadas para el aparcamiento a largo plazo, los clientes que hayan reservado previamente en Internet el servicio deben insertar un código en unas cajas habilitadas, estacionar su vehículo en una cabina y cerrarlo, quedándose con las llaves. A partir de ahí, son los propios robots eléctricos quienes se encargan de la tarea automatizada.
Estas máquinas son en realidad algo así como carretillas elevadoras, capaz de levantar hasta más de 3 toneladas. Con unos sensores, evalúan el tamaño y el peso del vehículo, y proceden a cargarlo. Mediante un sofisticado sistema de inteligencia artificial, lo desplazan hasta la zona habilitada en la que se optimiza en tiempo real el estacionamiento.
Aparcamiento robotizado: casi la mitad de precio
Una de las grandes ventajas, según Stanley Robotics, es que este sistema robotizado de aparcamiento es a la larga más barato. El precio, por ejemplo, por aparcar un coche una semana se estima en 54 euros. Mientras, con operarios humanos, la compañía asegura que el coste sería de unos 104 euros.
“Ahora mismo tenemos ya cuatro líneas de automóviles, pero podemos llegar a 8 ó 10 sin tener que mover un automóvil para meter otro", reconoce Boussard. La intervención del hombre en este sistema es mínima, permitiendo según los cálculos ahorrar también hasta un 50 por ciento de espacio de estacionamiento.
Según la empresa, el cliente podrá dejar el coche en la terminal listo para que se lo lleven en apenas 4 minutos, mientras que en recogerlo empleará mucho menos tiempo aún: apenas 1 minuto, ya que estará colocado en la cabina de salida donde lo dejó cuando estime que llega su propietario.