Mas ha efectuado estas declaraciones en el Palau de la Generalitat, en su primera rueda de prensa tras las elecciones del pasado domingo, en las que CiU perdió doce diputados, al pasar de 62 a 50 representantes en la cámara autonómica.
El presidente catalán ha dado pocos detalles del curso de las negociaciones para su investidura, aún en estadio muy prematuro, pero ha señalado, como únicas posibilidades de un acuerdo con ambos objetivos de consulta y gobernabilidad, al PSC y a ERC.
Aunque en principio no quieran entrar en el Govern, Mas ve más opciones con los republicanos, con los que ya ha mantenido los primeros contactos esta semana y que, según el presidente, parecen estar de forma más clara a favor de las tesis soberanistas.
'En el PSC no están tan en la línea en el derecho a decidir, pero quiero tener conversaciones con ellos, que no serían en sustitución de ERC, sino como añadido', ha explicado Mas, sin revelar cuándo tendrá lugar su primera reunión con el líder de los socialistas catalanes, Pere Navarro.
De su almuerzo anteayer con el presidente de ERC, Oriol Junqueras, Mas ha asegurado que durante las más de dos horas de conversación, 'larga y densa', el líder republicano no le habló de fijar en septiembre de 2013 la fecha del referendo, así que el único compromiso que mantiene CiU es el de celebrarlo en los próximos cuatro años.
El presidente en funciones ha descartado volver a convocar elecciones ya que está convencido de que logrará un acuerdo que garantice la gobernabilidad y, en este sentido, ha lanzado un mensaje de tranquilidad: 'la impresión -tras los primeros contactos- es que puede salir todo bien'.
Mas ha augurado que las negociaciones 'no serán de días, sino de semanas', se harán con discreción y tendrán como objetivo lograr un gobierno 'estable, serio y fuerte', al tiempo que ha remarcado que, con la configuración parlamentaria tras el 25N, no 'hay alternativa viable y razonable' a un gobierno de CiU con apoyo de, al menos, otra formación.
'Trabajamos en la fórmula de máxima estabilidad y apoyos permanentes, que no quiere decir cheques en blanco, pero sí cartas encima la mesa', ha dicho Mas, quien ha apelado a la 'confianza mutua' para poder 'cerrar un programa conjunto con aportaciones y renuncias por ambas partes'.
En alusión a la intención de ERC de garantizar estabilidad sin entrar en el Govern y manteniéndose como líder de la oposición, el líder de CiU ha lamentado que durante muchos años todo el mundo ha querido ir al gobierno y que ahora ya nadie quiera.
En ese sentido, Mas ha apelado a los partidos catalanes a estar a 'la altura de las circunstancias' para garantizar un Govern que pueda afrontar la crisis económica y liderar la consulta.
Preguntado por el contacto telefónico que mantuvo anteayer con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, Artur Mas ha dicho que fue una 'llamada de cortesía' y se ha reservado su opinión personal.
'Como presidente de la Generalitat debo abstraer las cosas personales y mantener la relación que toca con el Gobierno', ha añadido, además de indicar que espera que el Gobierno trate 'con corrección' a Cataluña.
El presidente catalán ha apelado a que se lean los resultados del pasado domingo en la clave que lo hacen algunos medios internacionales, esto es, que se ha incrementado el apoyo a la 'autodeterminación'.
Para Mas, los resultados de las elecciones, pese a que no eran los deseados por CiU que reclamaba una mayoría 'excepcional', revelan que 'el derecho a decidir sale reforzado de las elecciones' y es una apuesta 'clara rotunda y transversal'.
Otra de las lecturas de los comicios que ha efectuado es que un gobierno puede seguir adelante con la política de austeridad si los recortes 'se afrontan desde la verdad y desde el primer día y con sensibilidad para establecer las prioridades de tal manera que afecten lo menos posible a los pilares del Estado de bienestar'.