Woods Queen Victoria Brougham, un eléctrico de 1905, subastado

La empresa de subastas Bonhams ha vendido una unidad única en el mundo del Woods Queen Victoria Brougham, un vehículo eléctrico de comienzos del siglo XX.

Adrián Lois. Twitter: @loisSr_motor

Woods Queen Victoria Brougham, un eléctrico de 1905, subastado
Woods Queen Victoria Brougham, un eléctrico de 1905, subastado

Si pensabas que los vehículos eléctricos son cosa del siglo XXI, estás muy equivocado. ¿A que no sabías que, a fecha de 1900, circulaban por las carreteras de todo el mundo unas 30.000 unidades de este tipo de automóviles? La gasolina todavía jugaba un papel secundario por detrás de los limpios, silenciosos y cómodos eléctricos y de los coches de vapor. Incluso lograron batir récords mundiales de velocidad de la época. Curioso, ¿verdad?

El vehículo que veis en imagen es el Woods Queen Victoria Brougham, un ejemplo perfecto del tipo de coche del que estamos hablando: un eléctrico con 110 años de historia que ahora, en 2015, ha sido subastado por la firma de subastas Bonhams. Este eléctrico, que en su día costaba unos 3.000 dólares (lo que equivale a unos 70.000 dólares en la actualidad), ha sido comprado en la localidad danesa de Ebeltoft por 94.548 dólares, unos 85.000 euros al cambio. Es decir, poco más que lo que cuesta un Tesla Model S, por ejemplo.

Woods Queen Victoria Brougham

El Woods Queen Victoria Brougham fue fabricado por Motor Vehicle Company Woods, un fabricante que nació en 1899 en Chicago, que llegó a fabricar unas 500 unidades anuales de este vehículo eléctrico y que echó el cierre en 1918. Sin embargo, en la actualidad tan sólo se tiene conocimiento de la existencia de esta unidad, de ahí que sea un modelo único.

Pesa unos 1.179 kg, tiene una distancia entre ejes de 1.829 mm y su habitáculo biplaza está completamente forrado en cuero. Además, funciona a la perfección: conserva las mismas ruedas, suspensiones y equipo de frenos; tan sólo se ha sustituido la batería por una más ligera y moderna y se ha instalado un sistema de carga rápida. Su velocidad máxima, nada desdeñable para su época, es de 48 km/h.