A día de hoy, las luces de los vehículos de emergencia se dividen en azules y amarillas. Las primeras son utilizadas por los vehículos de la policía, mientras que las amarillas son empleadas por el resto de vehículos de emergencia, como extinción de incendios, protección civil y salvamento o asistencia sanitaria. Esta situación va a cambiar y, en un máximo de dos años, todos los coches de emergencias tendrán que utilizar iluminación azul.
La DGT ha anunciado el cambio de iluminación con motivo de una adaptación a otros países europeos, que trata de eliminar confusiones en la carretera, ya que los vehículos lentos que suponen un obstáculo en la vía al estar trabajando en la misma también incorporan un distintivo amarillo, lo que podía hacer pensar a los conductores que estaban ante vehículos de emergencias.
El plazo para llevar a cabo este cambio es de dos años y correrá a cuenta de los propietarios de dichos vehículos. De esta manera, todos los vehículos en servicio de emergencias contarán con luces azules, mientras que los coches que obstaculicen la circulación lo harán con distintivo amarillo. Además, también ayudará a mejorar su identificación en Francia y Portugal, países que ya incorporan este sistema y en los que es más probable que trabajen nuestros servicios de emergencias.
Otros pequeños cambios
El anuncio del BOE que hace referencia al cambio de iluminación en los vehículos de emergencia también recoge algunos cambios que tienen por objeto facilitar la comprensión de los conductores de las distintas situaciones que se dan ante ellos.
A partir de ahora, si un coche está parado en la vía por una avería o un pequeño accidente, el conductor podrá colocar, en un lugar de alta visibilidad y superficie plana, una luz de color amarillo auto de alimentación externa para mejorar la señalización del obstáculo.
En cuanto a la movilidad en las ciudades, los taxis incorporarán una placa de matrícula trasera azul con letras y números blancos con el objetivo de ser mejor identificados por los usuarios (la delantera se mantendrá blanca y negra) y, de esta manera, limitar la confusión con taxis piratas al margen de la legalidad. Si hablamos de los vehículos de uso compartido, estos coches recogen una definición más completa en las normativas oficiales y deberán disponer de un distintivo propio que facilite su diferenciación del resto de automóviles.
Por último, las pick-up recibirán un código propio, el número 17, en el Reglamento General de Vehículos para facilitar su identificación y regular mejor las normativas que las afecten directamente, ya que hasta ahora se incluían dentro de la categoría de camiones. De igual modo, se establece una nueva categoría en el registro de vehículos con la denominación E y que hará referencia al nivel contaminante de cada automóvil, aunque no tendrá repercusión directa sobre las pegatinas ya conocidas de la DGT.