Situaciones de riesgo virtuales

La semana pasada fue presentado el nuevo programa de conducción del simulador Autosim, un sistema implantado en 200 autoescuelas para que los alumnos se familiaricen con el coche antes de dar las clases reales. Con la nueva actualización, los más avanzados podrán enfrentarse a imprevistos como nieve, hielo e incluso el reventón de un neumático y así sabrán cómo actuar ante este tipo de situaciones.

Las posibilidades de la conducción virtual llegan al extremo de realizar programas bajo pedido. Así, podría realizarse un software a medida para conductores que, por su trabajo, necesitan sortear vehículos o conducir a velocidades elevadas (escoltas, ambulancias... ).La empresa GSC es la única en España que se dedica a desarrollar este tipo de software. Citroen dota al simulador de todas las piezas y la comercialización y distribución corre a cargo de la editorial Pons. Con esta combinación, 200 autoescuelas en España disponen de este dispositivo, que les aporta un valor añadido, posibilitando que el futuro conductor pierda el miedo al coche antes de enfrentarse directamente a él. Aunque la inversión inicial es de 1.890.000 ptas IVA, los responsables de Pons aseguran que se rentabiliza en poco tiempo, ya que atrae más alumnos y evita el desgaste de elementos mecánicos del coche utilizado para las clases, como el embrague. Además, una cuota anual de 48.000 ptas a partir del segundo año (el primero es gratuito) da derecho a cualquier reparación, a cualquier actualización del software que haga GSC y también a los nuevos programas, por lo que la conducción avanzada estará disponible a mediados de mes para todas las autoescuelas que lo deseen. Aunque hay muchas personas que, antes de apuntarse a la autoescuela, ya han hecho sus "pinitos" al volante de un coche, el Autosim establece tres sistemas para que los alumnos vayan familiarizándose con el vehículo, empezando de cero. El primero de ellos consiste en una serie de ejercicios libres, compuesta por 12 bloques didácticos y 25 actividades, que van desde el conocimiento y manejo básico de los mandos de un coche hasta la circulación por ciudad o carretera. El aspirante a conductor puede elegir el escenario o los ejercicios que realizará en función de sus conocimientos y habilidades. La segunda opción se basa en un sistema de ejercicios personalizados. El alumno debe pasar por ocho bloques divididos en tres partes: teórica, práctica y un examen que deberá superar para pasar al siguiente nivel. Esta prueba consiste en una serie de órdenes dadas por el simulador, que deben ser ejecutadas en menos de 5 segundos. Cada uno de los interesados tiene un disquete donde están grabados sus fallos y el nivel hasta el que ha llegado, con el fin de llevar un control más exhaustivo de los progresos realizados. El tercer sistema es el presentado la semana pasada. Las prácticas de conducción avanzada son irrealizables en el coche de la autoescuela, por lo que el alumno podrá "conducir" sobre nieve, hielo o entre la niebla sin ning™n peligro, pero teniendo en cuenta las reacciones del vehículo ante los diversos imprevistos y aumentando así su capacidad de reacción ante los mismos. Los destinatarios de este nuevo programa son los estudiantes más avanzados, aunque también puede resultar ™til para aquellos conductores que deseen reciclar sus conocimientos o incrementar su capacidad de enfrentarse a cualquier eventualidad.