El RACC, a favor de endurecer las penas por delitos de tráfico

Responsables del Real Automóvil Club de Cataluña, RACC, han comparecido hoy ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados para reclamar más dureza en las penas que se imponen a los delitos relacionados con el tráfico.

El RACC, que es el mayor club de automovilistas de España, se ha alineado con la Dirección General de Tráfico y ha pedido a los legisladores una modificación del Código Penal que sirva para castigar con mayor rigor y dureza los delitos relacionados con el tráfico rodado.

El RACC hace suyas las propuestas que la DGT llevó hace unas semanas ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso. Ante este órgano, que prepara reformas legislativas en materia de tráfico, la DGT propuso entonces una nueva redacción de los artículos del Código Penal que se refieren a los delitos del tráfico. En su propuesta, la DGT pedía que esta redacción fuera más concreta y dejase claros los supuestos que deben considerarse delitos y, por tanto, penarse incluso con la cárcel.

En este sentido, el RACC respalda lo que pidió la DGT y va un poco más allá, proponiendo cambios más duros. Así, proponen que se considere delito la conducción con tasas de alcohol superiores en un 100 por 100 a las reglamentarias.
También quieren penas duras para aquellas personas que sean sorprendidas conduciendo a velocidades que excedan en un 70 por ciento los límites máximos.
Por último, quieren que sea delito la conducción temeraria que ponga en peligro la vida y la salud de terceros
. También propone el RACC que la conducción sin carné pase a considerarse un acto delictivo.

Desde el RACC se señala que lo que se busca no es sólo un endurecimiento del Código Penal, sino que se trata de garantizar el cumplimiento de las sanciones, ya sean por vía administrativa o por vía penal y, en última instancia, que la redacción del apartado de Delitos de Tráfico del Código Penal sea “clara y más acorde a los actuales tiempos y, sobre todo, que resulte comprensible para todos los usuarios". Con esta comparecencia del RACC, la Comisión de Seguridad Vial avanza en su trabajo de recopilar información para proponer una reforma de la actual Ley de Tráfico. En las últimas semanas, destacadas personalidades de la industria del motor y del mundo del automóvil han comparecido ante los diputados y, hasta ahora, las opiniones son unánimes: hace falta más mano dura. El RACC ha presentado esta mañana en Madrid un estudio realizado con la empresa Jané sobre el uso de los sistemas de retención infantil. El informe parte de las cifras de muertes de niños en accidentes de tráfico: en 2004, murieron 124 niños menores de 14 años en siniestros producidos en España. Además, hubo 852 heridos graves y 5.103 heridos leves, lo que hace un total de 6.079 víctimas de toda condición, incluyendo a los peatones. De todos los afectados, un 58 por ciento eran pasajeros en un vehículo.Ante estos datos, el RACC ha decidido reeditar un estudio que ya realizó en 2003 para analizar el uso que los conductores españoles hacen de los sistemas de retención infantil, como las sillitas.

Para ello, han tomado como referente los niños de entre 0 y 6 años y también el grupo que va de los 7 a los 12 años. Los investigadores del RACC han realizado sus observaciones en Madrid, Barcelona y Valencia, donde han controlado el comportamiento de 953 individuos durante la llegada y la recogida de los niños en centros de educación infantil o primaria. Además, han realizado 760 encuestas para conocer los hábitos de los conductores que trasladan niños en sus coches. Cotejados los datos, han llegado a la conclusión de que en un 73,7 por ciento de los vehículos observados el menor viaja con el correspondiente sistema de retención infantil. En un 26,3 por ciento de los casos, ni siquiera hay disponible una sillita, mientras que en el 3,1 por ciento restante, aunque hay sillita, no se utiliza.

Por ciudades, la que mejor responde es Madrid, donde un 73,7 por ciento de los encuestados utiliza los sistemas de retención, a pesar de que un 80 por ciento reconoce que no sabe lo que dice la ley al respecto. En Barcelona, el índice alcanza el 72,5, mientras que Valencia se queda en un “preocupante" 55,3 por ciento.

Con respecto al estudio del año 2003, se ha constatado una importante mejoría: si en aquel año sólo el 51,7 por ciento de los vehículos observados utilizaba el sistema para niños menores de seis años, ahora este índice ha subido hasta el 87,5 por ciento.
Para los niños mayores de seis años, el nivel se queda en el 55,5 por ciento de los casos.

El estudio del RACC también demuestra que casi la mitad de los niños viajan en el asiento trasero, justo detrás del asiento del copiloto. Sólo un 4,1 por ciento lo hace en la plaza trasera central, mientras que un 43,3 pro ciento lo hace en el asiento que va detrás del piloto. Hay un 3,1 por ciento que viaja en el asiento del copiloto.

Ante estos datos, el RACC reconoce que se avanza, pero cree que es necesario seguir trabajando para recordar a los usuarios que la ley obliga a llevar a los niños en dispositivos de seguridad adecuados a su tamaño y edad. Creen que la relajación es el mayor enemigo de la seguridad de los pequeños, pues los padres tienden a relajar su vigilancia en los trayectos cortos y cotidianos que, según las cifras, son igual de peligrosos que los largos trayectos.