La brillante historia de Oldsmobile empezó a escribirse en las dos últimas décadas del siglo XIX con la pluma del jovencísimo Ramson Eli Olds, una de las figuras más influyentes del mundo del motor. Todo comenzó en 1880, cuando el “pequeño" Ramson, que por entonces contaba con sólo 16 años de edad, aterrizaba en la ciudad norteamericana de Lansing acompañando a sus padres y a su hermano mayor. Allí, en la capital del estado de Michigan, el benjamín de la familia trabajó en el taller de su padre (el mismo donde hoy todavía se fabrican sus coches) hasta que, cinco años más tarde, en 1885, pasó a regentarlo, tras adquirir la parte que su hermano Wallace tenía en propiedad. La Pliny Fisk Olds and Son, como se llamaba la firma, comenzó a trabajar en los motores de vapor. Dos años después, el joven Ramson, obsesionado con la idea de ensamblar su primer vehículo, montaba uno de estos propulsores sobre un carruaje de tres ruedas. Gracias a su sistema mecánico de 2 CV, este medio de locomoción lograba rozar los 29 km/h, una velocidad inalcanzable hasta la fecha. Ya en 1893, la compañía daba un paso más y armaba este artefacto en un coche cuadriciclo. Fue tal la admiración que causó el vehículo que un rajá de la India lo adquirió en propiedad, convirtiendo a la familia Olds en la primera exportadora de automóviles de Estados Unidos. Sin embargo, el producto nunca llegó a su destino por el hundimiento del barco que lo transportaba.A pesar de sus éxitos, Olds (en la foto) no estaba satisfecho. Su ambición le provocaba un inmenso afán de superación, por lo que, tras conocer que Karl Friedrich Benz, Gottlieb Daimler y Rudolf Diesel experimentaban con nuevas mecánicas de explosión alimentadas por gasolina, se introdujo de lleno en el estudio de los motores de combustión interna. La implicación llegó hasta tal punto que, en 1896, lograba presentar ya su primer motor de gasolina y, en 1897, su primer vehículo de explosión dotado de un motor monocilíndrico de 5 CV de potencia. Al mismo tiempo, constituyó la Olds Vehicle Motor Company, con el único objetivo de producir –según sus palabras- “un coche tan perfecto como sea posible". Por entonces, lo único que le faltaba al negocio era una imagen impactante y atractiva, ya que los cuatro coches que producía al año le proporcionaban unos ingresos importantes en la época: 4.000 dólares. Así, con la ayuda de Samuel Smith, un poderoso empresario, Ramson creó en 1899 la sociedad Olds Motor Works, la primera compañía dedicada en exclusiva a la fabricación de automóviles. La primera acción de la empresa fue construir una fábrica en Detroit que, desgraciadamente, se incendió y destruyó casi por completo en 1901. De la quema se salvó tan sólo un modelo creado meses antes y denominado Oldsmobile, título que -posteriormente- adaptaría para sí la propia marca. En Detroit, pocos meses antes del mencionado incidente, nacía también el Curved Dash (uno de sus vehículos más famosos). Se trataba del primer coche norteamericano producido en serie mediante una cadena de montaje rudimentaria. Era sencillo, económico y funcional, aunque más parecido a un carruaje que a un automóvil. Aparecía equipado con un motor monocilíndrico de 7 CV, unido a una transmisión con dos marchas hacia delante y una hacia atrás. De él, Oldsmobile llegó a vender cerca de 5.500 unidades en 1904, fecha en la que la producción de la firma regresó a los talleres de Lansing.El año 1904 marcó una nueva época para Oldsmobile: Ramson Eli Olds se marchaba de la empresa. El principal responsable de esta decisión fue Henry Leland, un ingeniero que llegó a la marca con la intención de incorporar a los vehículos motores más ligeros y potentes, aunque también bastante más caros. Ramson rechazó tajantemente esta idea, por lo que Smith (convertido ya en el verdadero mandamás de la entidad) le forzó a dejar la compañía. Alterados los principios populares de Oldsmobile, los tres protagonistas de la ruptura siguieron caminos muy diferentes. Ramson fundó la REO (nombre que responde a sus iniciales), una compañía que produjo turismos hasta 1936 y camiones hasta 1974. Sus años dorados los vivió en la segunda década del siglo XX, donde llegó a cuadruplicar en ventas a la propia Oldsmobile. Leland, por su parte, fundó la compañía de lujo Cadillac, adquirida luego por GM, y la marca Lincoln, integrada posteriormente en Ford. En cuanto a Smith, su fracaso fue rotundo. En apenas tres años echó por tierra todo el trabajo de Ramson al frente de Oldsmobile, compañía que redujo su producción de 6.500 vehículos a 1.055 unidades entre 1904 y 1908. El empresario finalmente no tuvo más remedio que vender la compañía a General Motors, quien, después de unos años difíciles marcados por la I Guerra Mundial, logró colocar nuevamente a Oldsmobile a la cabeza del sector, un lugar del que nunca debió caer.General Motors nació como grupo de empresas en 1908. Ese año, el empresario Williams C. Durant intentó la fusión de las mayores fábricas norteamericanas de automóviles, con el objetivo de acabar con la feroz competencia que vivía el sector. A pesar de las negativas iniciales, y con un capital de 2.000 dólares, Durant fundó el holding el 12 de diciembre del mismo año. Poco después, la empresa adquiría dos de las más importantes marcas del mercado: Buick y Oldsmobile. Desde entonces, la multinacional ha crecido de año en año hasta convertirse, hoy en día, en el primer fabricante automovilístico del planeta. Actualmente, GM está compuesto por 11 marcas: 7 estadounidenses (Oldsmobile, Buick, Cadillac, Chevrolet, Pontiac, Saturn y Hummer), 3 europeas (Vauxhall, Opel y Saab) y una australiana (Holden), más la división de camiones GMC. Y eso, sin contar con sus importantes socios Fiat Auto, Subaru y Suzuki. De las 11 marcas, sin embargo, pronto se caerá una: la más antigua.
Las cenizas de Oldsmobile
La industria automovilística norteamericana se queda huérfana. Oldsmobile, la marca más veterana de Estados Unidos, abandona el sector después de más de 100 años de continua innovación. Precursora del velocímetro, del airbag y del cambio automático, la filial de GM fue la primera en su continente en incorporar la tracción delantera y los motores Diesel. Ahora, la firma ya no es rentable para el primer fabricante del planeta.
