Tras algunos rumores y desmentidos, finalmente, se cumple un mes desde que está activo el nuevo examen práctico de conducir, con el que los aspirantes pueden beneficiarse de algunas ayudas a la conducción. La premisa de la DGT es clara: adaptarse a los nuevos tiempos. Y es que estas ayudas ya están disponibles en buena parte de los últimos modelos y algunas serán obligatorias a partir de 2022 en todas las ventas de nuestro continente.
Sin embargo, tal y como te contamos en este otro artículo, las ayudas sólo estarán disponibles si el examinador lo permite, ya que si éste considera que el alumno debe demostrar su valía sin ellas, se podrá omitir su funcionamiento. De una manera o de otra, la nueva medida ha generado polémica entre las autoescuelas, quienes piden que no exista discriminación entre los aspirantes.
Lo permita o no el examinador, lo cierto es que los alumnos que se están examinando desde el pasado 15 de septiembre tienen la posibilidad de contar con las siguientes ayudas:
Start-stop: el motor se apaga sólo en las paradas para ahorrar combustible y emitir menos partículas contaminantes.
Ayuda de arranque en pendiente: este sistema impide que el coche se mueva hacia atrás en una cuesta antes de que emprendamos la marcha.
Luces y limpiaparabrisas automáticos: no se necesita la implicación del conductor a la hora de conectar las luces y el limpiaparabrisas, el coche los pone en funcionamiento automáticamente cuando lo considera oportuno.
Frenada de emergencia: tanto el avisador como el sistema de frenada de emergencia estarán disponibles para los nuevos conductores. Es decir, si por un despiste el alumno puede chocar con otro automóvil, hay dos opciones. La primera, el sistema emite una alarma para avisar al conductor. La segunda, además de la alarma, si se hace caso omiso el coche toma los mandos y frena por sí solo.
Tráfico cruzado: el mismo caso que el anterior pero con la diferencia de que se pone en marcha cuando salimos marcha atrás de un estacionamiento en batería.
Cámara y sensores para el estacionamiento: tanto en sus versiones de cámara delantera, trasera o 360º, este sistema está disponible para los conductores. Lo mismo sucede con los sensores, que informan de la cercanía a otros coches u objetos.
Detección de fatiga: el sistema alerta cuando el conductor pierde la concentración al volante, detectando un exceso de fatiga o sueño.
Aviso de frenada de emergencia: el sistema se pone en funcionamiento si el coche precedente realiza una frenada de emergencia, alertando del peligro al conductor.
Como decimos, todas estas ayudas estarán disponibles para los conductores, pero éstos no podrán beneficiarse de otros tres interesantes sistemas como:
Control adaptativo de la velocidad: el vehículo, bien por reconocimiento de las señales o por el GPS, detecta la velocidad máxima de la vía y adapta la velocidad a ella.
Aviso y mantenimiento en el carril: al igual que sucedía con la frenada de emergencia, actualmente hay dos niveles de funcionamiento de este sistema. El primero alerta de que estamos cambiando de carril involuntariamente, mientras que, en el segundo caso, el coche toma los mandos y corrige la trayectoria para mantener el vehículo dentro del carril.
Sistema de estacionamiento total: más allá del uso de las cámaras y los sensores, las ayudas más completas para el estacionamiento estarán prohibidas. Son sistemas que permiten al automóvil aparcar con total autonomía (o casi) pues el coche nos da una serie de instrucciones a realizar para dejar el coche en el hueco libre.