Peligra en Barcelona la inauguración del tranvía

Los diez accidentes provocados por el Trambaix en los dos meses que lleva funcionando por las calles de Barcelona a modo de prueba han sido suficientes para que la ATM (Autoridad del Transporte Metropolitano) retrase su inauguración. Ahora, el organismo insta a la operadora de la línea a que incremente la señalización y las medidas de seguridad.

Aunque debería estar en circulación desde el pasado día 29 de febrero, el Trambaix (tranvía del Baix Llobregat) no acogerá público, como mínimo, hasta después de las próximas elecciones del 14 de marzo. Los diez choques contabilizados durante los dos meses de ensayo y el mal funcionamiento del software informático que coordina la señalización obligaron ayer a la AMT a exigir a la empresa concesionaria, Tramvia Metropolitá, que no entregue el servicio al Ayuntamiento hasta que cumpla con todas las condiciones de seguridad.El consorcio de transportes catalán ha pedido también a la operadora de la línea que “incremente la señalización del tranvía" para poder autorizar su inauguración. “No decimos que el actual sistema sea deficiente, pero pedimos un incremento de señalización. Los choques reiterados en un medio de transporte nuevo tienen efecto estadístico y ponen a todo el mundo en estado de alerta", asegura Joaquim Nadal, conseller de Política Territorial.Los primeros informes técnicos de la empresa operadora que ha recibido la AMT han ido reflejando los problemas de sincronización entre los semáforos. Del mismo modo, ponen énfasis en los problemas que genera el poco respeto que muestran los conductores hacia las señales.Tramvia Metropolitá S.A. ha convocado para hoy una rueda de prensa para explicar su posición y anunciar las nuevas medidas. La operadora considera que los accidentes causados por el tranvía han sido provocados, en su mayoría, por despistes e infracciones de los conductores debidas a la falta de costumbre en la convivencia con este nuevo medio de transporte.La ciudad de Barcelona, por otra parte, vive jornadas caóticas en materia de tráfico. Si el pasado martes una protesta de los taxistas congestionó durante horas el centro de la Ciudad Condal, ayer los estibadores del puerto decidieron cortar la Ronda Litoral. Los trabajadores colocaron por la mañana dos remolcadores de contenedores en cada uno de los sentidos de la circunvalación, a la altura de la salida del puerto. La Guardia Urbana intentó entonces liberar el paso con la ayuda de una grúa de los bomberos, algo que no pudo conseguir hasta tres horas después. Las retenciones en la ronda llegaron a alcanzar hasta los 20 kilómetros.