El Mercedes SLR McLaren cumple 10 años

Se producía junto a los monoplazas de Fórmula 1 y era uno de los superdeportivos más especiales de su época. Fibra de carbono y potencia a raudales configuraban uno de los automóviles más exclusivos, que ahora celebra su décimo aniversario.

Pablo Mallo. Twitter: @p__mallo

El Mercedes SLR McLaren cumple 10 años
El Mercedes SLR McLaren cumple 10 años

Uno de los superdeportivos más notables de los últimos tiempos acaba de cumplir 10 años. Se trata del Mercedes SLR McLaren, un modelo nacido fruto de la colaboración técnica entre dos grandes marcas del automovilismo, dotado de elementos rescatados de la competición y sin renunciar al lujo ni al glamour. Realizado en fibra de carbono —tanto chasis como carrocería— y con un motor V8 sobrealimentado por compresor, de 626 CV, en su momento fue uno de los automóviles más parecidos a un F-1 de calle. Rival del Ferrari Enzo y del Porsche Carrera GT, con los que disputaba no sólo prestaciones y tiempos en circuito, sino el protagonismo en las revistas especializadas, su precio de 490.000 euros le alejaba del mundo de la mayoría de los mortales.

 

No fue fácil producir la versión Roadster anticipada por uno de los conceptos Vision SLR —uno coupé y otro cabrio—, ya que hubo que esperar a que evolucionase el dominio de la fibra de carbono para poder fabricar los pilares A con suficientes garantías de seguridad en caso de vuelco. En un principio, de hecho, se dijo que nunca existiría dicha variante que en el momento de su lanzamiento contaría con un precio de partida de 534.528 euros. La experiencia de McLaren en Fórmula 1 ayudó a simular por ordenador el comportamiento de la fibra de carbono ante grandes esfuerzosy en caso de impacto (mucho más impredecible que el metal), y finalmente bastó con cambiar la orientación del trenzado para lograr más rigidez en las zonas necesarias, pilares de fibra con núcleo de acero, y poco más. De los 56 kilos extra que pesaba frente al coupé, sólo 10 eran debidos a los refuerzos estructurales del chasis. Aun así, era un coche pesado para la filosofía de McLaren, pero Mercedes no quería renunciar a ciertos lujos y nivel de equipamiento. La ruptura entre ambas marcas comenzaba a fraguarse.

 

Entre tanto, surgieron las versiones con configuración 722 y Stirling Moss. De esta última se fabricaron sólo 75 unidades, comercializadas al precio de 750.000 €. Los dueños de un SLR tenían preferencia a la hora de adquirir una de estas obras de arte, con el motor potenciado hasta 650 CV y 200 kilos menos de peso, lo que permitía una velocidad punta superior a 350 km/h.