Antes del inicio del verano, la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid puso en marcha una campaña para determinar qué especies sufren mayores atropellos y dónde se producen los mismos. Los ecologistas apuntan que estos accidentes constituyen la primera causa de mortandad animal en nuestro país. Pero no todo queda aquí. Según la Dirección General de Tráfico, 18 personas perdieron la vida en 1999 cuando sus vehículos chocaron contra animales que habían invadido la carretera. La situación ha empeorado en los últimos años. En el primer trimestre de 2001, como apunta la DGT, ya se han registrado 6 de estos accidentes mortales, lo que supone un incremento del 500 por cien frente al mismo período del año 2000.
Conscientes de que la convivencia entre conductores y animales no es fácil, los distintos gobiernos, asociaciones de automovilistas y ecologistas de toda Europa han decidido tomar cartas en el asunto.
La Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (CODA) ha localizado más de 30 puntos donde son frecuentes los atropellos de animales. No existe un mapa fijo, ya que los hábitos migratorios de las especies impiden un mayor control de las mismas, pero la CODA ha conseguido seguir los pasos a distintos animales para adivinar cuáles son sus rutas favoritas:
Sapo y rana común | Embalses
La Granda y Rasora (Asturias) Margenes Miño (Orense) |
Salamandra | Covadonga
(Asturias) Carretera Cilleros-Hoyos (Cáceres) |
Corzo y ciervo | Almazán (Soria) |
Conejo | Chapinería (Madrid) |
Murciélago | Nazaret Oliva. La Albufera de Valencia |
Camaleón | La
Antilla. Isla Cristina (Huelva) Velez-Málaga |
Lince ibérico | El Rocío - Matalascañas (Huelva) |
Según la DGT, la mayoría de las colisiones de coches y animales se producen en vías convencionales (el 92 por 100 de las ocasiones). En el caso de los animales domésticos, las carreteras más peligrosas son las que transcurren por zonas rurales o de labor, mientras que, en el caso de los silvestres, son las que transitan por zonas de monte o riberas de los ríos. En la actualidad, el Ministerio de Medio Ambiente estudia pasos de fauna y colocación de vallas en los tramos más afectados.