Muchos coches están considerados como productos potencialmente peligrosos en Europa. Sí, pero no por su nivel de contaminación para la salud o por el riesgo de sufrir daños en accidentes de tráfico, no. La Unión Europea establece desde 2003 un sistema de alerta temprana para informar a todos los países de la peligrosidad de los productos que se venden y, si bien es cierto que los juguetes y el riesgo que generan en niños lideran los ránking en la mayoría de países, los coches siguen escalando en este listado. Hasta el punto de que en Alemania, Portugal, Reino Unido y Francia, el automóvil es el primer producto sobre el que se advierte, según hemos conocido hoy de un informe publicado por autoactu.com.
Según Vera Jourova, comisaria de Justicia, Consumidores e Igualdad de Género, este sistema de alerta temprana sirve para “ayudar a las autoridades a reaccionar rápidamente para eliminar todos los productos que representan un riesgo para la salud o la seguridad. Con ello, garantizamos la seguridad de nuestros niños y contribuimos también a la prevención de accidentes fatales”. Mediante este sistema, las autoridades nacionales transmite a todos los países de la UE (así como a Islandia, Liechestein y Noruega) toda la información sobre productos peligrosos no alimentarios comercializados o retirados por el fabricante.
En 2017, hubo nada menos que 2.201 alertas enviadas a través de este sistema, desencadenando hasta 4.000 acciones de seguimiento por parte de las autoridades que, o bien descartan problemas de riesgo evidente o bien proponen directamente ya la eliminación de esos determinados productos del mercado. Según datos del pasado año, los juguetes fueron en general la categoría de productos más notificables (29%), seguida de los vehículos a motor (20%) y las prendas de vestir, textiles y artículos de moda (12%). El mayor número a su vez de informes se registró por el riesgo de producir lesiones (28%), seguido por el riesgo químico (22%).
Los fallos detectados en coches
Como hemos mencionado, en Alemania (con un 68% de los informes), Portugal (70%), Reino Unido (49%) y Francia (42%), los vehículos representan la categoría “líder” en peligrosidad de productos. Prácticamente todas las marcas del mercado están sujetas a recordatorios o emisión de alertas, y algunos de estos sistemas son especialmente curiosos. Entre los del último año, por ejemplo, destacar al Volkswagen Arteon (por una conexión adhesiva del alerón trasero que puede ser incorrecta), el Mercedes Clase G (por posible mal funcionamiento detectado del software del ESP), los Ford Transit, Focus y C-Max (por posibles problemas de corrosión del sistema de válvulas múltiples de los motores de GNC) o los Citroën Jumpy/Spacetourer y Peugeot Traveller/Expert (por posibles problemas con el cableado de los pretensores de los cinturones de seguridad y las bolsas de aire de las cotinas laterales).
También hay emitidas alertas para modelos como los Toyota Rav4, Citroën C4 Picasso, Toyota Avensis, VW Golf y Passat, DS 3, Peugeot 208, Subaru Forester, Nissan Qashqai… y muchos más modelos de casi todas las marcas del mercado. El riesgo, todo hay que indicar, debe ser en todo caso mínimo… de lo contrario retirarían los productos del mercado.