Convergencia i Unió, contra la violencia vial
Después de más de dos décadas de Gobierno, Convergencia i Unió, la coalición nacionalista conservadora formada por Convergencia Democratica y Unió Democrática, afronta sus primeras elecciones sin Jordi Pujol. El delfín del veterano President es Artur Mas, un político criado a los pechos del líder histórico que plantea una renovación tranquila de los planteamientos del nacionalismo democristiano.
En los últimos meses, el Servéi Catalá del Transit, un organismo gestionado por el Gobierno de CiU, se ha destacado en la lucha contra el exceso de velocidad y ha llevado a los tribunales a más de un “conductor bala". Suya es la expresión “violencia vial" y suya también una propuesta de reforma del Código Penal para contemplar esta nueva forma de violencia como delito. La idea ha calado y el Gobierno central ya la baraja.
Con esta filosofía por norte, todas las propuestas de CiU para la próxima legislatura pasan por reducir todo lo posible la mortalidad en las carreteras a través de dos caminos: mejores infraestructuras y más dureza con los infractores. En lo que atañe a la “violencia vial", CiU quiere reducir en un 53 por ciento los accidentes de tráfico y en un 57 por ciento las víctimas mortales en los puntos negros de las carreteras catalanas. Además, insisten en reclamar al Estado un endurecimiento de la normativa penal para castigar especialmente a los conductores reincidentes.
También quieren impulsar la implantación del permiso de conducir por puntos, una idea que, a su juicio, favorecerá a los buenos conductores y sancionará a los infractores reincidentes con la retirada del carné.
La otra “pata" del programa es la que afecta a las infraestructuras. En CiU prometen la elaboración y aprobación del segundo Plan de Carreteras de Cataluña, que servirá para incrementar y mejorar las redes transversales y diagonales de comunicación. Se quiere mejorar los accesos a las ciudades y sus zonas vecinas, así como modernizar las comunicaciones entre las comarcas y la comunicación no radial de la comunidad autónoma. Dentro de este plan se enmarca otra de las grandes promesas de los nacionalistas: reducir paulatinamente los peajes que se pagan en Cataluña. Este punto es importante, porque el Gobierno de Madrid apuesta justamente por lo contrario, por crear nuevas vías de pago, sobre todo para entrar a las ciudades.
Otros apartados del programa de CiU hablan de la reducción del impacto medioambiental y los ruidos que generan las grandes obras públicas. El partido de Artur Mas se ha comprometido a impulsar una idea que ha surgido en el seno del Ayuntamiento de Barcelona y que ha arraigado entre los municipios de la región. Se trata de la Red Intermunicipal de Bicicletas, un sistema de carriles bici que trata de fomentar el empleo de la bicicleta en las ciudades.