Combustible, averías, revisiones, impuestos… los gastos de un coche son muchos y diversos, mientras que nuestra renta a final de mes es limitada. Sin embargo, nuestro coche también puede ser una sencilla fuente de ingresos que nos permitirá tener un pequeño empujón a fin de mes y, además, amortizar buena parte (o en su totalidad) los gastos de nuestro coche.
Para que te hagas una idea, según Automovilistas Europeos Asociados (AEA), un coche de gasolina genera 6.600 euros de gasto cada 15.000 kilómetros, mientras que para recorrer 30.000 kilómetros con un coche Diesel necesitamos 8.790 euros. Unas cifras que, de una manera o de otra, suponen varios miles de euros cada año a cada conductor.
Por ello, como método para llegar más holgados a final de mes o para tener un pequeño colchón con el que hacer frente a los imprevistos, te traemos una serie de propuestas para conseguir que los kilómetros de tu coche se conviertan en dinero.
Enseña tu coche y ganas dinero con él
Hay veces que lo más sencillo es también lo más efectivo. Bemycar es una aplicación que nos permite mostrar nuestro coche a futuros compradores que tengan en mente un modelo similar al nuestro. Con ella, el futuro comprador puede hacerse una idea de cómo se comporta el coche que tienen en mente, haciendo una prueba junto al dueño del coche, con el lenguaje cercano de alguien que ya ha testado el vehículo en su día a día.
Si tu coche tiene menos de cuatro años, sólo tienes que darte de alta en la aplicación y esperar que alguien solicite una prueba de tu coche. El interesado filtra su futura compra por marca y modelo y en un mapa se le mostrará quiénes cuentan con dicho vehículo en las cercanías. Por cada prueba realizada ganarás 15 euros, el gasto que puedes tener una semana de uso diario de tu vehículo.
Así puedes ahorrar en el día a día
Puede que tengas una estación de servicio de confianza, porque esté situada de camino a tu trabajo, al colegio de los niños, debajo de casa o, simplemente, porque te gusta el bar que está junto a ella. Sin embargo, hacer una pequeña búsqueda y dejarse algo de tiempo investigando puede hacernos ahorrar unos cuantos euros a final de mes.
Echar un ojo con cierta frecuencia a esta página web del Ministerio del Interior muestra que la diferencia de precio entre dos gasolineras puede ser de hasta un 20 por ciento. Ten en cuenta que, a veces, desviarte unos pocos minutos de tu camino habitual puede ser muy rentable. Y si buscas algo más rápido, hay unas cuantas aplicaciones para móviles que también pueden echarte una mano para comprobar qué gasolineras encontrarás durante un viaje y, algunas, incluso aplican los descuentos que guardes en tus tarjetas de fidelización.
Por último, si estás pensando en comprar un coche, saca la calculadora y, con calma, analiza qué es lo que de verdad te interesa: gasolina, Diesel, GLP, GNC, híbrido o eléctrico. Comprueba todas las posibilidades, tus necesidades diarias y elige la opción que más te convenga.
Sé cuidadoso en la conducción
De nada sirve ahorrar dinero en cada repostaje si los viajes los realizamos con el pie a tabla. Conducir de manera suave, sin necesidad de llevar al coche hasta el corte en cada cambio de marchas, anticipándonos a las situaciones que pueden producirse a nuestro alrededor y frenar con suavidad alargará la vida de nuestro depósito… pero también de los frenos, por lo que estos hábitos te ayudarán a ahorrar dinero en combustible pero también a evitar un desgaste excesivo y precoz de la mecánica.
Cuida que tu coche se comporte de la manera más eficiente posible. Por ello, reduce el número de kilómetros de esos trayectos cortos o muy cortos, donde se consume mucho y el ahorro de tiempo puede ser de unos pocos minutos. No lleves cargas innecesarias en el maletero que aumenten el peso de arrastre y no mantengas elementos poco aerodinámicos, como un portaequipajes o portaesquís, cuando no sea necesario.
Además, ten en cuenta que también puedes ayudarte de los numerosos sistemas que tienen los coches hoy en día. Los ordenadores de a bordo te permitirán comparar viajes y situaciones, para ver dónde fallas pero, sin duda, una de las mejores herramientas son los controles de cruceros y los limitadores de velocidad, que te permiten velocidades y consumos sostenidos durante muchos kilómetros.
Mantenimiento: más vale prevenir…
Todos nos conocemos el refrán. Y también sabemos que por extraño que parezca, todos tienen su parte de razón. En este caso es evidente. Cuida tu coche, respeta los plazos señalados por el fabricante y, aunque le duela a tu bolsillo, no dudes en realizar una revisión cuando toca, cambiar los aceites y los filtros contemplados o cambiar la correa de distribución.
Porque aunque nos pueda parecer caro en un momento dado, realizar un buen mantenimiento de nuestro coche no sólo repercute en reducir el número de averías posibles en los próximos meses, también permitirá un uso más agradable de nuestro coche y ahorrar combustible en el uso diario. Vigila las vibraciones, la presión de tus neumáticos y pasa por el taller cuando toca.
Talleres y seguros: busca así el mejor precio
Y ya que tienes que pasar por el taller, busca uno de confianza a buen precio. Para esto, no deseches ninguna posibilidad. Pide siempre un presupuesto detallado y firmado de las reparaciones o revisiones que van a hacer a tu coche, compara las mejores opciones y no huyas de los servicios oficiales.
Sí es cierto que los talleres oficiales de las marcas suelen tener la mano de obra más cara, pero también son habituales las campañas con ofertas y promociones, por lo que es bueno estar informado. Si tu marca tiene un newsletter con el que pueda mandar este tipo de información a tu correo electrónico, recibirlo de manera regular es una buena manera de estar al día.
Además, consulta a tu compañía de seguros. Éstas suelen tener una red de concesionarios afiliados en los que se hacen importantes descuentos a los clientes de las aseguradoras, por lo que también es una buena manera de comparar precios entre talleres.
Aprovecha los kilómetros: comparte, alquila, publicita..
¿Haces muchos kilómetros a diario? ¿Siempre realizas la misma ruta? Ten en cuenta que tu coche es un escaparate que pueden ver cientos o miles de personas cada día. Si la estética de tu vehículo te da igual y prefieres ganar unos euros a final de mes, empresas como SerbeCar se dedican a rotular el coche con nombres de anunciantes.
Durante el registro tendrás que rellenar los datos que haces habitualmente, las zonas por las que pasas a diario y el modelo de tu coche. Evidentemente, hay algunos modelos especialmente solicitados por los anunciantes y te pagarán más y tendrás más posibilidades de poner un anuncio en tu vehículo si éste tiene menos de cinco años. Ten en cuenta, que para evitar los fraudes, la empresa se reservará el derecho de monitorizar los kilómetros que se realicen. A cambio, las tarifas más habituales van desde los 150 euros a los 400 euros al mes.
Y compartir coche también puede ser una buena manera de ahorrar dinero en cada viaje. Plataformas como Blablacar te ponen en contacto con otras personas que busquen realizar el mismo trayecto que tú y te permitirán compartir los gastos de combustible. Además, si sueles viajar regularmente a un mismo destino puede que siempre seas solicitado por las mismas personas y te permitirá tener conversación aquellos días que viajes solo.
Alquilar tu coche es otra fórmula para sacar un dinero a final de mes. Algunas empresas como Amovens, Drivy o SocialCar permiten disponer a terceros de tu coche para que puedan utilizarlo cuando ellos lo necesiten. De esta manera, tu coche estará haciendo dinero mientras que en otras situaciones estaría parado. De igual modo, Parkfy o ElParking facilita que puedas alquilar tu plaza de garaje mientras estés trabajando y ésta esté vacía.
Compara las compañías de seguros
La palabra fidelidad no está hecha para los seguros de los coches. Utilizar comparadores como Rastreator o Acierto.com te permitirá hacerte una idea rápida de dónde buscar las mejores ofertas y el plan que más se ajusta a tus necesidades.
Para empezar, contempla todas las variables posibles. ¿Cuántos años tiene tu coche y qué valor residual mantiene? ¿Qué dinero podría darte el seguro en caso de accidente? ¿Tu automóvil está entre los que más roban o suele pasar desapercibido para los cacos? ¿Duerme en la calle o tienes plaza de garaje?
Todas estas preguntas pueden ayudarte a elegir el tipo de seguro que más te conviene, eligiendo entre empresas y entre planes. Los seguro a todo riesgo sin franquicia son los más caros y completos, pero no son demasiado útiles si tu coche tiene más de diez años y minimizas los riesgos de sufrir un acto vandálico porque guardas tu coche en garaje.
También ten en cuenta los seguros con franquicia. Esta modalidad te permitirá rebajar la cantidad a pagar mensualmente a cambio de que, en caso de hacer uso de la póliza, el cliente se haga cargo del primer tramo del gasto. Por ejemplo, un coche a todo riesgo con franquicia de 200 necesita una reparación por un valor de 150 euros. Será el cliente el que tenga que pagar todo el dinero. Sin embargo, si la reparación tuviera un coste de 1.000 euros, el cliente abonará los primeros 200 euros y luego será la aseguradora la que aporte los 800 euros restantes.
