Aparcar en Madrid tiene un precio

Cuando, el próximo octubre, entre en vigor el SER (Servicio de Estacionamiento Regulado), aparcar en la zona azul costará un céntimo de euro por minuto durante la primera hora y media. Aunque el período mínimo de estacionamiento será de 20 minutos, el resto del tiempo se pagará por fracciones de 5 minutos, a cinco céntimos de euro.

Aparcar en Madrid tiene un precio
Aparcar en Madrid tiene un precio

El Ayuntamiento de la capital hizo públicos ayer los precios definitivos de lo que costará aparcar en la capital con el nuevo sistema de parquímetros, que sustituirá al actual método de la ORA.

Este procedimiento dividirá los espacios de estacionamiento en dos zonas: la de residentes, que se distinguirán por tener los bordillos pintados en verde, y la de visitantes, en azul. En la primera fase (en la que 40.000 plazas se regirán por el nuevo sistema), 10.000 aparcamientos serán para los habitantes del sector, mientras que el resto –tres cuartas partes- se destinarán a los conductores de paso.

Pedro Bujidos, concejal de Hacienda, presentó ayer las tarifas para ambos tipos de plazas. La tarjeta anual para residentes costará 21,60 euros (con el actual sistema de la ORA el importe es de 21,28 euros), mientras que la misma tarjeta, válida para un período de tres meses, tendrá un precio de 5,40 euros -frente a los 5,32 actuales-.

La principal novedad es que los aparcamientos en la zona azul se pagarán en fracciones de cinco minutos, que costarán cinco céntimos de euro. La tarifa mínima será de 20 céntimos (20 minutos de estacionamiento) y la máxima, de 1,50 euros (dos horas). Así, estacionar 20 minutos costará un 16 por ciento menos que ahora, pero hacerlo una hora será un 25 por ciento más caro, cifra que sube hasta el 56 por ciento, si el conductor decide permanecer aparcado el máximo previsto.

A partir de los veinte minutos, el precio irá aumentando cinco céntimos de euro por cada cinco minutos de estacionamiento, sistema que se mantendrá hasta que se cumpla una hora y media de aparcamiento. Después, la tarifa aumentará cinco céntimos cada dos o tres minutos, hasta llegar a las dos horas, límite máximo de estacionamiento para los conductores de paso.

El objetivo de este sistema, según Bujidos, es "disuadir a los visitantes que lleguen al centro con el coche, pero no con unas tarifas altas, sino complicando la vida a los que quieran entrar". De hecho, como añadió el concejal, "el valor del dominio público madrileño es muy superior al de otras ciudades y, sin embargo, nuestros precios no serán más elevados. A excepción de Valencia, donde aparcar es claramente más barato, el resto resulta más caro que Madrid", subrayó el edil.

Las zonas de residentes costarán el doble para los visitantes
El sistema de parquímetros permitirá a los conductores de paso aparcar en las zonas reservadas a los residentes, pero sólo podrán estacionar durante una hora y les costará el doble de la tarifa normal. Sin embargo, los habitantes del sector podrán dejar su vehículo en la zona azul y pagarán lo mismo que un visitante.

Éstos gozarán de un margen de media hora para retirar su vehículo, si se le ha olvidado hacerlo a la hora marcada, aunque tendrá que abonar una multa de tres euros. Si tarda más, la sanción (aún no determinada) será mayor.

A partir de octubre (cuando el SER entre en vigor), el sistema regirá en la actual zona de la ORA, aunque su escenario de actuación se ampliará, a finales de 2003, a los barrios de Ríos Rosas, Cuatro Caminos, Castillejos, Vallehermoso, Embajadores, Palos de Moguer, Pacífico, Niño Jesús, Fuente del Berro y La Guindalera.

Antón Martín se une al área peatonal de Huertas
Con el objetivo de hacer una ciudad más habitable, en la que el peatón vaya ganado espacio frente al vehículo, la plaza de Antón Martín se unirá a la zona de tráfico restringido de la calle Huertas.

Las obras comenzarán a finales de este mes y cuentan con un presupuesto de 440.000 euros. Según los planes previstos, los transeúntes conseguirán un 55 por ciento más de espacio, se plantarán 20 nuevos árboles y se instalarán nuevos bancos y farolas.

La influencia sobre el tráfico de la zona no será demasiada: el actual giro a la izquierda desde la calle Magdalena para coger la calle Atocha se eliminará, por lo que los conductores que quieran ir hacia esa zona deberán girar a la izquierda en el desvío anterior a Antón Martín. Asimismo, se eliminará el giro a la izquierda desde la calle Atocha hasta Santa Isabel.

En cualquier caso, la arteria no quedará cerrada, pues se permitirá el tráfico transversal, a baja velocidad, y elementos abatibles facilitarán el paso para efectuar trabajos de carga y descarga o para liberar el camino hacia los garajes de la zona.