La reunión tan esperada se produjo finalmente ayer tras la larga calificación. Hasta Flavio Briatore se dejó caer para analizar de primera mano el futuro de Fernando Alonso. “Hay que esperar a ver que ocurre con el motor y el equipo”, reconocía ante los medios.
El jefe de Honda Motorsports, Masahi Yamamoto, llegó finalmente a Monza procedente de Japón, y nada más hacerlo se reunió con Chase Carey, que es el nuevo Ecclestone y Ross Brawn, ambos de Liberty, todos ellos junto a Jean Todt el presidente de la FIA. Y todos tenían un objetivo en común: no perder a Honda bajo ningún concepto.
Todos se ofrecen a ayudar y tratan de convencer a Honda que dar un paso hacia Toro Rosso no les supone perder dinero, porque van a invertir lo mismo, deportivamente pueden tener más tiempo y menos presión para crecer y hacer un motor de carreras de verdad, y tienen en el horizonte al equipo "madre" de Red Bull cuando quiera saltar a por el título en 2019 o 2020.
Esta es la situación planteada y pronto podría tener un resultado. Yamamoto fue a ver luego a Hasegawa, el jefe de Honda en la F1, y estuvo un buen rato hasta que acabó con Zak Brown, jefe de McLaren. Terminaron cerca de las 9 de la noche.
Renault ha dado su OK a motorizar McLaren y a soltar Toro Rosso, ya que sólo se puede dar motores a tres equipos —a su propia escudería, a Red Bull y a Toro Rosso—, pero no a cualquier precio. Son conscientes de que Toro Rosso sale muy beneficiado porque se ahorra los 12 millones de euros que paga por su motor, además de la inundación del dinero indonesio de Sean Galael la próxima temporada, y ya que le hacen un favor, piden algo a cambio.
La petición es: o compensación económica o Carlos Sainz, que está como loco por la música ya desde la temporada pasada en que Renault inició el cortejo del madrileño. Además Renault escudería no gana nada con cambiar de Toro Rosso a McLaren, ya que cobrará lo mismo al ser otro cliente de su motor, pero sí asume el riesgo, como ocurre con Red Bull, de verse superado en pista no por uno, si no por dos equipos con su mismo motor.
Honda ve que todos reman en la misma dirección y es consciente de que si los nuevos dueños les sugieren este cambio, puede ser bueno para ellos en un futuro estar a las duras y a las maduras, porque en el fondo, no han estado a la altura de las exigencias.
McLaren desmintió ayer que Toro Rosso haya puesto como tope las 18 horas de la tarde del domingo para llegar a un acuerdo entre todas las partes, pero si no es esta tarde en cualquier momento de la semana que viene debería haber un anuncio, con los chasis ya listos para 2018 a falta de decidir qué motor encajan, decisión vital para terminar el coche en este sprint final.
Ayer Fernando Alonso, aún manteniendo ese precario equilibrio entre lo que desea y lo que puede decir en público, seguía presionando a los suyos en una entrevista en la web oficial del Mundial "formula1.com": “Tengo que tomar esta decisión. pero también mi equipo, McLaren. Tenemos todos los ingredientes para ser un gran equipo, sólo nos falta ser más competitivos, así que espero que encontremos el paquete de competitividad para el año que viene. Eso me haría mucho más fácil tomar la decisión. Creer es una cosa, pero necesito ver resultados reales”.