Segunda victoria de Takuma Sato en Indianápolis, demostrando ser el más “listo de la clase” ,estando en cabeza en el momento adecuado, algo que leyó muy bien el japonés, mientras Scott Dixon, mal guiado desde su muro, y con demasiada “suficiencia” se quedó a verlas venir,
El japonés fraguó su victoria adelantando a Dixon, que era más rápido toda la carrera, pero no leyó bien el final de carrera. Sato y su gente entendieron que en Indy, al final de carrera, hay que estar primero por si acaso, y eso le dio la victoria al piloto nipón. Dixon sabía que tenía un coche un poco más rápido, pero cedió el paso a Sato en el peor momento. Después vino el accidente de Spencer Pigot, que provocó una bandera amarilla que duró hasta el final, pero Takuma Sato estaba ya líder. Dixon se lamentó de que no hubieran sacado bandera roja y se relanzara la carrera para las cinco últimas vueltas, pero no hubo una bandera roja en hechos similares anteriores, y tampoco al final, por lo que los lamentos de Scott Dixon no tienen razón de ser. El más listo volvió a ganar y ese fue Takuma Sato.
Los españoles no tuvieron suerte. Fernando Alonso ya desde su accidente de entrenamientos estaba sentenciado por varias razones. El coche ya nunca fue el mismo, mostrando unas carencias organizativas importantes para recuperar las mismas prestaciones. En carrera saliendo, en la cola del pelotón era misión imposible la victoria. Los problemas electrónicos que afectaron al cambio bien podían venir de una falta de revisión total de todos los detalles tras el accidente de entrenamientos. Ahora Fernando Alonso tiene que pensar en la F1 y olvidarse de la Indy al menos en dos años y si vuelve, que sea en un equipo de primera fila, de los que tienen historia y experiencia olvidándose de aventuras y si tiene que ir a Tokio a pedir perdón por aquella frase del motor de GP2 en Suzuka, que lo haga, sino no podrá pilotar nunca un motor Honda en Indy, y por ahora son los que funcionan. Fernando tiene que dar gracias a Dios en estas 500 millas a que su accidente de entrenamientos no terminó como del Pigot. Fernando escapó de milagro a un grave accidente de costado contra la división en la entrada al pit lane como el que interrumpió la carrera en las vueltas finales.
Alex Palou fue todo lo contrario a Fernando. Está corriendo el campeonato y su coche estaba listo para luchar por las primeras posiciones como lo demostró en los entrenamientos y entrando entre los nueves primeros, saliendo séptimo en parrilla. Llevó a cabo una muy buena carrera bien dirigido desde el muro y respondiendo en la pista. Desgraciadamente Indy es otro mundo y los novatos a veces lo pagan muy caro, aunque estuvieron haciendo la carrera de su vida. Un pequeño fallo o ir a buscar la última milésima o la última milla por hora, en el momento en que crees que ya estás listo a veces te lleva contra el muro. Palou estaba en disposición de luchar por las primeras posiciones, pero quizás cuando tenía el mejor coche, mejor reglado y más competitivo, surgió un pequeño fallo que le llevó contra el muro. El coche de Palou estaba listo para dar el do de pecho. Reglajes agresivos para superar rivales y volver a las primeras posiciones tras unos cambios en el pit después de más cien vueltas era sinónimo de un buen final. Todo se fue el traste cuando Alex comenzó a andar en el “alambre” de la competitividad con un coche muy rápido pero delicado. Indy no perdona y Palou terminó contra el muro provocando una interrupción y llevándose una de las decepciones más grandes de su carrera deportiva. Indy es así, no perdona un fallo y buscando el mejor coche quizás el equipo fue demasiado agresivo para la experiencia de Alex. Fue el debut de un novato que se vio con posibilidades, pero el óvalo no perdona. La experiencia le va a ser y mucho a lo largo del campeonato Alex ha elegido hacer carrera en Estados Unidos y seguro que triunfa. Este revés no debe ser sino un “volver a empezar con más fuerza” y tiene aún muchas carreras por delante y en óvalos, para adquirir más experiencia y volver el año que viene con las mismas opciones de este año, que podía haber luchado por la victoria.
Patricio O’Ward fue el mejor novato y llevó a cabo una carrera constantemente en las primeras posiciones, rozando el liderato en varios momentos y sobre todo demostrando un gran aplomo y seguridad. El coche quizás no era el mejor, por eso Pato supo adaptarse a las circunstancias, estando delante cuando podía y no arriesgando innecesariamente. Una carrera muy inteligente, sin volverse loco, sabiendo lo que se jugaba en cada momento y sacando más partido a su coche del que podía darle. Esa fue la clave de su éxito, estar en cada momento de la carrera con los “pies en el suelo” y terminar siendo el novato mejor de la carrera acabando sexto en su primera participación real, tras no haber podido clasificarse el año pasado. Fue el mejor de su equipo. Su compañero de equipo Askew sufrió un accidente, el tercer coche del equipo en manos de Fernando Alonso no era competitivo y Pato fue el estandarte del nombre McLaren en la carrera defendiéndolo y colocándolo a una altura notable.
Cuatro motores Honda en cabeza fue algo memorable para la marca japonesa, que con Takuma Sato vivirá de nuevo en Japón unas semanas de entusiasmo que se ha de contagiar a la F1, ahora que en las motos hay vacas flacas.
Clasificación Indy 500 2020
01. T. Sato Rahal Letterman Lanigan Racing 03:10'05"0880
02. S. Dixon Chip Ganassi Racing +0"0577
03. G. Rahal Rahal Letterman Lanigan Racing +0"0953
04. S. Ferrucci Dale Coyne Racing with Vasser Sullivan +0"3929
05. J. Newgarden Team Penske +1"6619
06. P. O'Ward Arrow McLaren SP +3"2496
07. J. Hinchcliffe Andretti Autosport +4"2694
08. C. Herta Andretti Harding Steinbrenner Autosport +5"1918
09. J. Harvey Meyer Shank Racing +6"8131
10. R. HunterReay Andretti Autosport +7"9613
21. F. Alonso Arrow McLaren SP +1 vuelta
28. A. Palou Dale Coyne Racing with Team Goh Retirado Vta 121