Honda veta a Fernando Alonso en la Indy

Honda ha vuelto a vetar a Alonso para utilizar sus motores en Indy. Lo que ya pronostiqué en estas líneas el pasado 21 de enero, se ha “oficializado"

José M. Rubio

Alonso brinda con leche en Indianápolis 2017, lo que hacen los que ganan allí
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El periodista Marshall Pruett, la voz más autorizada del automovilismo americano de la Indy, ha “oficializado" nuestro pronóstico. El veto de Honda es algo que era más que previsible. Conociendo la cultura japonesa y especialmente a los grandes jefes de compañías que son estandarte del país, como puede ser Honda, Alonso tenía poco menos que imposible pilotar un coche con uno de sus motores en la Indy.

Este año se repite lo que ya sucedió el año pasado. El acuerdo entre Andretti y Alonso era total e incluso Honda USA había dado el visto bueno. La idea del marketing de los americanos no tiene nada que ver con los japoneses, pero cuando la propuesta llegó a Japón, fue respondida de inmediato con una negativa, la misma que le han dado este año a Andretti.

Fernando Alonso se ha arrepentido del comentario “privado" que le hizo a su ingeniero de “GP2 engine" (motor de GP2) en el GP de Japón de 2015, y sin duda el español tiene razones para hacerlo, pero la humillación a una empresa japonesa y en “su" propio circuito no se olvida. La “traición" de la FOM de emitir ese comentario en la carrera de Japón y en el circuito de Honda, le ha pasado una importante factura a Alonso en estos últimos años.

El responsable de FOM que eligió esa frase durante la carrera, sin duda no pensó las consecuencias que podría tener ese comentario en los altavoces de Suzuka, no solo para Alonso, sino también para McLaren, y en general para todo lo que se relacionara con Alonso. Ese comentario privado entre el ingeniero y el piloto, se hizo viral y se convirtió en humillación para la empresa japonesa y aún resuena en las paredes de sus oficinas. Además su implicación de estos dos últimos años con Toyota, el gran rival de Honda tampoco ayuda. Ver todas las campañas que se han hecho con la imagen de Alonso tras ganar dos veces Le Mans y el WEC y su exitosa participación en el Dakar, como es lógico frenan aún más cualquier posibilidad de verlo sentado en un coche con motor Honda en Indy, e incluso en cualquier otra categoría, al menos como piloto oficial.

Honda no olvida, y en cuanto ganan con Max Verstappen se encargan de recordar lo del “GP2 engine". Desde esa emisión, los pilotos, a no ser que deliberadamente quieran enviar un mensaje al mundo o al equipo, se piensan mucho las cosas antes de decirlas, ya que saben de las consecuencias, y saben que sus comentarios ya no son privados, sino que pueden salir al aire inmediatamente.

¿Qué puede hacer Alonso ahora?

Obviamente buscarse un equipo con motor Chevrolet, y la opción más clara que tiene y también la más complicada, es convencer a Penske, que ahora dirige los destinos de la Indy, para que ponga un quinto coche para él. La única forma de convencer al americano para ello es que vea una vez más la influencia, la importancia y la repercusión global que tiene que Alonso esté en la parrilla de la Indy, y si gana, muy contentos se pondrían los productores de la leche con la que se brinda en Indy. Ed Carpenter tiene tres coches y tampoco va a poner otro para Alonso. El equipo McLaren no es de los punteros. Las demás opciones son repetir lo del año pasado. El mítico AJ Foyt podría ser la última y casi única opción real que le queda a Alonso para estar en la parrilla de Indy con alguna garantía de éxito.

En la negativa de los equipos punteros a poner un coche para Alonso esta también el hecho de que jefe del equipo no quiere menospreciar a sus pilotos actuales, que se van a ver eclipsados, al menos mediáticamente, por el ciclón Alonso, que llega a Indy, desde su punto de vista, solo para ganar la triple corona, pero que no ha querido hacer la temporada completa, lo que algunos lo consideran como un desprecio a la categoría.