Carlos Sainz centrado en la carrera, después se verá que sucede.
El poder de concentración de Carlos Sainz es una de sus virtudes. Es de esos pilotos que le convierten a uno en invisible aunque esté a su lado. Eso que puede parecer mala educación es una virtud para un piloto. Eso le permite aislarse del coronavirus, al menos mentalmente.
Por la mañana el madrileño había sido el primer piloto en llegar al paddock, haciéndolo alejado del público que esperaba a los piloto, como había recomendado la organización. Un poco antes que el piloto de McLaren, su jefe, Zak Brown llegó haciendo el “paseíllo" y firmando autógrafos y haciéndose selfies, ajeno a las recomendaciones que decían lo contrario.
Al igual que Sainz, el resto de los pilotos pasaron a una distancia prudencial de los espectadores, que ya estaban avisados y solo dedicaban aplausos a los pilotos.
Después de posar para las fotos de inicio de temporada, Sainz atendió a la prensa. Por el hecho del coronavirus, las ruedas de prensa de los pilotos se celebraron distanciando a los periodistas al máximo del piloto. La que se hizo en inglés se llevó a cabo a la puerta del hospitality, bajo una sombrilla gigante. La realizada en español fue en la intimidad del hospitality del equipo, ya que solo estábamos dos para preguntar, Jesús Balseiro del AS y un servidor.
Carlos Sainz estaba separado de nosotros por dos mesas blancas juntas para llegar a los dos metros, que es la distancia mínima, y así comenzamos una rueda de prensa/entrevista en la intimidad y comenzada a voces, para ver si nos oíamos bien, ya que había coches en la pista y no se oía demasiado, pero la buena voluntad lo puede todo.
Ese poder de concentración de que hablábamos al inicio permite a Carlos aislarse y mantenerse centrado en sus cosas. “Mi concentración me mantiene en la visión de las on board, los datos, la telemetría, y así voy a seguir todo el fin de semana. Separó las cosas cuando vuelvo al hotel llamo a casa, habló con mis padres en Madrid, con mis hermanas y con mi novia. Pero cuando estoy en el circuito estoy trabajando y me concentro en ello y a mi novia y mis hermanas. En el circuito estoy a lo mío, a mi trabajo y concentrado en ello"
Al margen de su trabajo Sainz no puede permanecer ajeno al problema del coronavirus y toda la influencia que está teniendo en todo el mundo. La F1 parece que permanece ajena a este asunto, al menos en Australia, ya que en cuanto salgamos de aquí la incertidumbre se apoderará de todos. Unos que no sabemos si podremos llegar a Bahréin, otros que no parece que vayan a ir a Vietnam, ya que la carrera está casi cancelada. El sistema de visados on line con Bahréin ya ha dejado de funcionar etc. Y a todo esto Sainz no puede estar ajeno.
“A mí claro que me preocupa como a todos vosotros. Sigo la televisión y las noticias en la medida que puedo e intento no entrar en pánico ni estar demasiado preocupado, porque creo que es lo último que hay que hacer, pero lo sigo como cualquiera. Me hago preguntas también, como todos. No iré a España hasta después de Bahréin, pero ¿podremos llegar a Bahréin? ¿Podremos salir de Bahréin? ¿Podremos volar de Dubái a Londres?"
Carlos, como buen deportista es muy disciplinado y acepta lo que decidan los que saben del asunto. “He repetido ya unas cuantas veces que habrá que lo que nos digan los gobiernos que hagamos. “Yo creo que es lo más importante, seguir las indicaciones de la gente que sabe de esto, yo intentaré mantenerme en forma y poco más. Si no se pudiera viajar, no se podrá hacer mucho más si esto sigue así"
En esta primera carrera de la temporada Sainz si acaba ya habrá hecho más que el año pasado y si puntúa mucho mejor aún. “El inicio del año pasado tuvo mala leche. Este año no sabemos si empezaremos así o si tendremos un buen coche. Es nuevo, diferente, y el objetivo también debe ser nuevo. No debemos comparar", comenta Sainz que el año pasado abandonó la carrera muy pronto con el motor envuelto en humo justo a la entrada del pit lane.
La tranquilidad de la que ha hecho gala el español en sus cinco temporadas en la F1 le ha servido para curtirse en mil batallas y porque no decirlo también en mil penurias cuando las cosas no salían bien. Pero esa pausa que pone a muchas cosas será fundamental este año para no verse presionado por esa jauría de pilotos y monoplazas, encabezados por el Mercedes “rosa", que ansían ese sexto lugar de la general y el cuarto de constructores.
“Desde que estoy en la F1, cada año es el más importante y los veinte pilotos tienen algo que demostrar. No me siento más presionado, estoy muy cómodo en este equipo y prefiero siempre la comodidad de estar delante que las prisas del que está detrás. El primero ve las cosas más claras siempre".
De nuevo este año los de Netflix están por el paddock y es que este canal está ayudando a captar nuevos aficionados por la forma en cómo están ofreciendo la visión de lo que es la F1. Carlos ha tenido, en buena parte gracias a Zak Brown, una buena cobertura en la serie, mucho más que en las retransmisiones de televisión. Incluso estuvieron en Navarra cuando los dos Sainz, padre e hijo, rodaron con coches de colección del americano, que también disfrutó en la pista de Los Arcos, bajo las cámaras de Netflix.
“¡Netflix sabe a quién hay que grabar! Dice bromeando Carlos Sainz. " Me ha gustado mucho la serie, está haciendo mucho bien a la Fórmula 1 y sobre todo captando a un público que no conocía la F1 pero sí conocía la plataforma. Esa gente ha conocido un nuevo deporte para seguir. Obviamente hay rivalidades que se exageran mucho, como la mía con Ricciardo, aunque un poco de drama y exageración no le viene mal a la F1"
Así acabamos la charla con Sainz, pero tratando de evitar la exageración en el asunto del coronavirus, ya que como se quejaba el piloto de McLaren, parece que hay gente aquí que quiere que pasen cosas más que se disputen carreras, aludiendo a algunos medios de comunicación. De momento todos los casos sospechosos de tener coronavirus, unos seis o siete, repartidos entre Haas, Pirelli, Ferrari y uno en McLaren, aún no han sido confirmados y se han aislado voluntariamente los afectados hasta saber si tienen un refriado común, alergia o cualquier otra patología que no tiene nada que ver con la pandemia que afecta medio mundo.