Los dos Team Principal del Grupo Red Bull hacen su función. Uno la de la opulencia y la del qué trata de colaborar para que todo siga funcionando, eso sí, cobrando los servicios a otros equipos, mientras que el de Alpha Tauri, en su papel de equipo pequeño, pide auxilio. Son las dos caras de una misma moneda. Poli bueno y poli malo.
El austriaco, que ya manejó Williams y es el hombre de confianza de Red Bull para dirigir lo que fue Minardi, Toro Rosso y ahora Alpha Tauri incide en lo que muchos venimos diciendo, la crisis es total, aunque haya algunos que no la quieran ver. Christian Horner por su parte trata de vender coches llave en mano a las escuderías pequeñas, que lamentablemente no van a tener presupuesto ni para comprar ni para hacer correr sus coches. Christian Horner confía en Liberty para salir adelante. Tost forma parte de ese grupo de pequeños que debe comprar coche, aunque en su caso no se sabe el coste, y pudiera ser un préstamo de material del año pasado.
Los presupuestos no pueden seguir en esas cifras y las pérdidas pueden ser fatales para muchos, entre los que se incluye seguramente Alpha Tauri, a pesar de tener el paraguas de Red Bull, empresa que tampoco es ajena a la crisis, como todas. Las pérdidas por carrera no disputada las ha evaluado Franz Tost entre 1.5 y 2 millones de €.
Hace un par de días el responsable de Alpha Tauri ponía sentido común en la situación. "No podemos continuar todo normalmente en el momento actual como si no pasara nada. Es imposible seguir gastando a este nivel. ¿Sigue siendo necesario para nosotros tener tanta gente en el túnel de viento? ¿No sabemos qué carreras se van a hacer ni qué pasará con los patrocinadores? Se pregunta Tost, que este año ha heredado el Red Bull del año pasado, lo que les habrá supuesto un buen ahorro, ya que no trascienden las facturas que pagan a Red Bull por ese “servicio". De alguna forma pareciera que con Red Bull detrás tenía una vida tranquila, pero no parece que sea así, al menos por las formas, ya que la estrategia está clara, presionar a Liberty, como lo hizo Mattia Binotto avisando de lo que puede pasar. Liberty de momento no se pronuncia.
En el artículo sobre las pretensiones de Ferrari queda claro que tanto Christian Horner como Mattia Binotto tratan de presionar a Liberty para que, si los americanos no quieren perder todo, rieguen con un bonus especial de 75 millones a cada equipo, incluidos ellos, al margen de lo que les corresponda normalmente. Esa es la esperanza de Christian Horner para vender coches y hacer negocio sin que los equipos pequeños sufran más.
Veremos cómo arranca la temporada, cuántas carreras dobles se hacen y cuál es la respuesta de los patrocinadores y del público en televisión. Monza se empeña en hacer la carrera con público, algo que me parece imposible por varias razones, y una de las principales por la indisciplina del público italiano, aunque quizás tengan ya alguna experiencia con el fútbol de aquí a septiembre.
Venta de Toro Rosso
De hecho Red Bull siempre ha querido vender su escudería. El 12 de junio de 2009 me fui hasta Vitoria para compartir con Juan Villadelprat la alegría, que después fue tristeza, el momento en que la FIA le comunicaba que era el equipo admitido para estar en la F1. Tras la decepción que compartimos en las instalaciones de Epsilon Euskadi, a los pocos minutos de recibir el jarro de agua fría, Joan recibió una llamada. Me retiré por educación mientras él hablaba en inglés con una persona. A los cinco minutos me contó la conversación. Era Franz Tost, que le llamaba para venderle Toro Rosso rápidamente de forma que los inversores que apoyaban a Joan tuvieran una salida hacia la F1. La única condición era que el equipo no podía salir de Faenza. Obviamente era un negocio imposible. Aquel fue uno de los días más tristes que he vivido con alguien.