“Las sensaciones han sido buenas, pero el coche tenía más prestaciones que yo. Rodeado de drones y cámaras a bordo tampoco he podido hacer mucho. Satisfecho de estar de nuevo al volante de un F1”. Ese era el resumen que ha hecho Fernando Alonso de su primer día al volante de un Renault de Fórmula 1 en su tercera época con la marca francesa, que el año que viene será Alpine Renault.
Conociendo al ovetense, sus comentarios muy contenidos, entran dentro de lo normal, Nunca echará las campanas al vuelo hasta que no haya logrado un resultado que se salga de lo esperado, y aún en ese caso siempre hablará de que falta mucho para estar adelante. Es el carácter de alguien que no se conforma con lo que tiene, sino que quiere más, y eso es lo que le ha hecho llegar a lo más alto en todo lo que se ha propuesto.

Fernando Alonso, en los 100 km dedicados a filmaciones comerciales, con el coche plagado de cámaras a bordo y con drones siguiéndole, se ha podido hacer una idea de lo que da de sí un Fórmula 1 de podio en la F1 de 2020. “Han sido 100km muy especiales porque he vuelto al volante de un F1 y he trabajado para el equipo Renault. Las sensaciones han sido buenas, pero el coche tenía más prestaciones que yo”, comentaba Fernando Alonso con sinceridad, y añadía: “No he alcanzado el límite del coche. Volver a la velocidad de un F1 no es sencillo, Iba mejorando el tiempo en cada vuelta e he intentado dar una opinión a los ingenieros, pero tenía que hacer filmaciones, que tampoco me permitían concentrarme mucho, y era como si te sintieras presionado por el entorno. Ha sido un trabajo complicado el de hoy”, comentaba el asturiano, que tuvo un trabajo complicado para combinar prestaciones y sensaciones con filmaciones comerciales y unos neumáticos que no son “de verdad”.

Los últimos coches que ha pilotado Fernando Alonso han sido: el Toyota del WEC, el Toyota del Dakar, el Lola de Indy y ahora el Renault de F1. Cuatro coches completamente diferentes unos de otros, por lo que es normal que no tuviera referencias en cuanto a frenada o a la velocidad a la que se acercaba a las curvas. “Volver a la F1 es más sencillo también porque es el coche que he pilotado durante 18 años, pero no puedo esconder que tengo que volver a habituarme a muchas cosas. Necesitaré un poco de tiempo, pero será menos que para acostumbrarme al coche del Dakar o al de Indy”, decía el asturiano muy contento de sus primeros 100km con el Renault RS20 que terminó en el podio en la última carrera disputada en Nürburgring hace dos días.
Fernando Alonso ya había comenzado a prepararse específicamente para la F1: “El cuello ha ido bien, pero veremos mañana cómo está. Me estoy poniendo de nuevo en forma, especialmente el cuello para las exigencias de la nueva F1 y tengo que reforzar la parte superior del cuerpo en los dos próximos meses”. La posición en el coche tampoco era la mejor, según él: “El asiento, los pedales la posición del volante, hay que buscar una mayor comodidad. Con los ingenieros hemos comenzado a trabajar en seguida con buena comunicación. Con una mirada ya nos entendemos y eso es importante”.
Fernando Alonso ha estado en comunicación directa con el equipo en las últimas carreras. “Me han dado un equipamiento con el cual puedo ver las cámaras a bordo de Esteban y Daniel desde casa y puedo seguir las comunicaciones de la radio directamente, lo mismo que las reuniones, así sé todo lo que pasa en el Gran Premio. Los resultados mejoran, el podio de la última carrera creo que fue muy merecido por el duro trabajo que ha hecho el equipo. Tenemos todos los ingredientes para hacer algo de bueno el año que viene, sabiendo que en el pelotón habrá mucha batalla”, terminaba Alonso, que completó 21 vueltas.
Hace 20 años Fernando Alonso pilotó por primera vez un Benetton en este mismo circuito. “Tengo muy buenos recuerdos de esta pista, que conozco muy bien, así que ha sido un buen día”.
