De anunciar un acuerdo con Porsche a otro en Manhattan de colaboración de Ford, que a partir de 2026 aportará recursos económicos y técnicos para apoyar a Red Bull Powertrains en la evolución de las unidades de potencia para los monoplazas de Milton Keynes y los de AlphaTauri, si antes no venden el equipo de Faenza.
Horner, Marko, Newey y el núcleo duro de Red Bull impuso su criterio ante los nuevos jefes, encabezados por Oliver Mintzlaff, que es el ‘hombre de confianza’ del Consejo de Red Bull para supervisar las decisiones de Helmut Marko y Christian Horner, así como Adrian Newey; que de momento siguen manteniendo una gran autonomía al frente de la escudería.
De momento los expertos en F1 han maniobrado a la perfección, ya que Mintzlaff, que era presidente del club de fútbol RB Leipzing de Red Bull, fue un firme defensor del acuerdo entre Porsche y Red Bull.
Horner no quería limitarse a enseñar a Porsche el camino y arriesgarse a ser sustituido por el Seidl de turno. Ese ha sido el gran logro suyo en esta maniobra. La potencia de Netflix en Estados Unidos, país que ha despertado a la F1 y potenciar el mercado americano, ha sido suficiente para, de momento, convencer a sus nuevos jefes. Esto le llevó a trazar la vía Ford, que tuvo una buena acogida.
Se habla de 2026 para iniciar la colaboración con la marca del óvalo, pero ésta ha de comenzar desde mañana mismo para llegar a 2026 con una unidad de potencia competitiva.
“Es un acuerdo puramente comercial y técnico. No hay intercambio de acciones o intereses dentro de la empresa. Es un acuerdo muy simple en el que tendremos la capacidad de compartir y acceder a I+D, especialmente en electricidad, tecnología celular, desarrollo de software, etc. Y luego, comercialmente, por supuesto, con el predominio de Ford en los Estados Unidos, como socio comercial, nos permite ganar una penetración aún mayor en ese mercado”, comentaba Horner en Nueva York.
"Habrá un intercambio de información en los próximos tres años, particularmente en lo que se refiere a vehículos eléctricos, donde Ford ha invertido miles de millones de dólares en la electrificación de algunos de sus productos de 2026. Ese apartado lo liderará Ford y así podemos competir con los otros fabricantes sin tener esa debilidad, cuando miras el tamaño, la profundidad y la fuerza de Ford".
Lo que más gusto a la cúpula directiva de Red Bull fue oír que el acuerdo con Ford no solo es ventajoso a nivel técnico, sino también a nivel estratégico y comercial. Lo mismo puede decirse de Ford, que aprovechará la creciente notoriedad de la Fórmula 1 en Estados Unidos y en el mundo entero, para tener una plataforma de marketing muy poderosa de la que beneficiarse.
"Creo que estratégicamente es una fortaleza para nosotros. Es un intercambio comercial y técnico y estamos muy satisfechos con el resultado. El tipo de relación que tendremos con Ford es muy diferente a la que hubiéramos tenido con Porsche. Es una relación contractual simple. No hay intercambio de acciones de la empresa ni cambio de control. Una relación muy simple, deseada por ambas partes. Para Ford volver a la Fórmula Uno con nosotros es el camino perfecto sin tener que crear una unidad completa desde cero. Y nosotros, tenemos el beneficio de aprovechar su conocimiento gracias a su investigación y desarrollo en tecnología híbrida de su gama de vehículos eléctricos”
Estos argumentos del hábil Horner son irrefutables. Aún queda mucho para 2026, así que de momento este año veremos a los Red Bull partir como favoritos con Honda en su carrocería y en las entrañas de su monoplaza.