El Mercedes W11 EQ que pilotarán Hamilton y Bottas esta temporada dejó boquiabiertos a más de uno con su silueta. Los italianos decían que había dejado antiguo al Ferrari solo tres días después.
En el aspecto organizativo esta escudería tiene las cosas muy claras. Hamilton es el primer piloto y Bottas el acompañamiento, que puede ganar alguna carrera dependiendo de cómo vayan las cosas a lo largo del campeonato. Valtteri con su contrato anual está siempre pendiente de un hilo, mientras Lewis está perfilando su renovación, que quiere que sea aún más millonaria. Para Mercedes es primordial que Lewis empate con Michael en Mundiales y lograr un séptimo título consecutivo como constructor, lo que llevaría a la marca de la estrella a un firmamento superior, adelantando a Ferrari que tiene 6 (1999 a 2004).
Habrá que ver el rendimiento en pista, pero el W11 ha metido el miedo en el cuerpo con algunas de sus soluciones aerodinámicas y los ingenieros rivales ya han comenzado con las primeras fotos a intentar imitar a las flechas de plata, y eso sin haber rodado más que unas vueltas con Bottas, para el rodaje de inicio de temporada.
La forma de las entradas de aire imita a las del Ferrari SF70H de 2017, pero enseguida desaparece la anchura de las mismas y se pliegan reduciendo la parte central, y no digamos la posterior, al mínimo imprescindible, prueba de que a los modernos motores de la F1 cada vez les hace falta menos refrigeración. Los conos anti intrusión lateral están en el límite inferior según permite el reglamento
Enl morro no han querido mostrar grandes cambios, y todo indica que éstos se verán en Montmeló en la segunda semana de pruebas. El morro de momento es parecido al de final de 2019 y los “barge boards" similares a los estrenados en Suzuka, lo que hace prever que habrá notables cambios respecto al coche que se verá en Australia. Todo dependerá del margen que tengan respectoa sus rivales, ya que si éste es muy amplio, y como lo fue en Abu Dhabi, las mejoras irán apareciendo con cuenta gotas, dejando la evolución del coche solo como respuesta a las mejoras de los demás.
La solución en la que han coincidido todos los ingenieros es en la de tener los anclajes de suspensión lo más arriba posible para perjudicar menos la aerodinámica y el flujo de aire por debajo. Se ha mejorado la velocidad punta, manteniendo la distancia entre ejes y según comentan, sin perder paso por curva.
La refrigeración parece que no dará quebraderos de cabeza que afectaron el año pasado al coche, y el mantenimiento de los neumáticos sin sobrecalentamiento ha sido otra de las premisas principales a la hora de diseñar los flujos de aire.