A simple vista el nuevo Mercedes AMG GT recuerda un poco al desaparecido SLS, pero se trata de un automóvil con un planteamiento muy diferente. Algo más pequeño y ligero, también más barato, funcional y deportivo, se trata de un modelo con el que la firma de la estrella pretende llegar a un sector de público mucho más amplio. Al contrario que su antecesor no se construirá en serie limitada, se pretende vender cuantas más unidades, mejor.
Si se analiza en detalle, se puede comprobar que el despliegue de tecnología es total y no cabe duda que la marca de la estrella ha echado literalmente el resto en su desarrollo para conseguir que se convierta en una verdadera referencia en su categoría.
El monocasco, por ejemplo, está íntegramente construido en aluminio y prueba de ello es que la carrocería tan solo pesa 231 kg, pudiendo presumir además de una notable rigidez torsional.
El motor V8 de 4 litros que le anima está también realizado con materiales ligeros y está a la última en el plano técnico. Pesa tan solo 209 kg y se monta muy por detrás del eje delantero, mientras que la caja de cambios se ubica en el trasero en posición transaxle con lo que se consigue que el AMG GT tenga un favorable reparto de pesos del 47% en el eje delante y del 53% en el detrás.
El cambio es de doble embrague con siete relaciones y básicamente es el mismo que ya montaba el SLS, convenientemente retocado para la ocasión y con unos desarrollos algo diferentes.
Como si de un monoplaza de competición se tratara, tanto delante como detrás las suspensiones ofrecen una arquitectura de triángulos superpuestos y todos los elementos que la componen están realizados en aluminio. Los amortiguadores, por su parte, son de control electrónico, con tres posiciones a elegir.
Entre 464 y 510 CV
El nuevo motor V8 desarrollado para la ocasión y que también se montará en el C AMG de próxima aparición, cuenta con una cilindrada de 4 litros, está alimentado por inyección directa y también emplea dos turbocompresores. El engrase es por cárter seco, lo que garantiza una correcta presión incluso en los apoyos más fuertes cuando se rueda en circuito y, gracias a ello, también se ha podido colocar el propulsor en un posición más baja, en torno a 5,5 cm, reduciendo con ello el centro de gravedad. El nuevo ocho cilindros desarrollado por AMG se ofrece en versiones de 464 CV y 510 CV para el GT y GTS, mientras que el par máximo se cifra en 61,24 y 66,32 mkg, disponibles a partir de 1.600 rpm y 1.750 rpm respectivamente.
El GTS no sólo ofrece más potencia, también cuenta con frenos más grandes en el eje delantero. De 390 mm de diámetro en lugar de 360, mientras que los neumáticos son 265/35/19 delante y 295/30/20 detrás en el GT y de 255/35/19 delante y 295/35/19 detrás en el GTS, este último también dispone de diferencial autoblocante mecánico y a los modos de conducción Confort, Sport y Sport Plus, añade el programa Race para conducción en pista. En el GTS se ofrece asimismo el paquete deportivo Dinamic Plus que cuenta con suspensión de mayor dureza, tren delantero con más caída negativa para ganar en rapidez y precisión; también incorpora soportes de motor dinámicos. A lo anterior se pueden añadir en opción los neumáticos semi slick Michelin Pilot Sport Cup 2 y los frenos cerámicos, disponibles también para el GT.
Al volante
La postura a los mandos recuerda bastante a la del SLS; se va en posición muy retrasada, casi encima del eje trasero, pero afortunadamente en este caso entrar y salir del coche resulta sencillo; el morro también es largo, pero esto no afecta demasiado a la visibilidad. Desde los primeros compases impresiona el rendimiento del V8 turboalimentado; fabulosa respuesta a cualquier régimen, con un margen de utilización muy amplio y una capacidad de recuperación extraordinaria en todo momento. Un motor con un poderío impresionante, que no se acaba nunca y que ofrece un sonido espectacular, sobre todo cuando se pulsa la tecla con la que se abre la mariposa del escape para facilitar la salida de gases.
Como ya ocurriera en el SLS, el cambio de doble embrague con siete velocidades es muy satisfactorio en su manejo, suave en las inserciones, muy obediente cuando se emplea el modo manual y con relaciones suficientes para aprovechar el exuberante rendimiento mecánico y mantener el consumo de carburante en unos niveles más que aceptables; también ayuda el mecanismo de rueda libre que actúa con el modo de conducción Confort. Se declaran 9,3 litros/100 km en ciclo combinado en el GT y una décima más en el GTS. Más espectaculares son si cabe las cifras de prestaciones: 4 segundos para acelerar de 0 a 100 km en el GT y 3,8 segundos en el GTS, mientras que la velocidad máxima se cifra en 304 y 310 km/h, respectivamente.
Como te puedes imaginar, en carretera el AMG GTS resulta un coche muy rápido y eficaz gracias a un bastidor que ofrece cualidades extraordinarias. Precisión absoluta en las trazadas y rapidez de reacciones, son las notas dominantes en una conducción que enamora. Es un coche muy intuitivo en su conducción, que vira muy plano y que sorprende con un comportamiento muy neutro. Lógicamente, si se abusa de la abundante caballería el tren trasero manda mucho en la conducción, si bien tan sólo llega a insinuarse si se escoge el programa Sport Plus o si se desconectan por completo las ayudas a la conducción. Afortunadamente, cuando lo hace es siempre con bastante progresividad y sin violencia.
La amortiguación, con tres programas a escoger, ofrece un tarado bastante firme en el modo más deportivo, ideal para rodar en circuito, mientras que en carretera lo normal es no pasar de la posición intermedia. Y es que es justo reconocer que al ir sentados casi encima del eje trasero, las irregularidades del firme se transmiten más de lo esperado, incluso en el programa de amortiguación más confortable.
Es el único pero que se le puede poner a un deportivo de espectaculares prestaciones, que fascina por su conducción y que no dudamos se convierta en un verdadero éxito comercial para la marca de la estrella. El nuevo biplaza de AMG llegará a los concesionarios de la marca el próximo mes de marzo. El GT costará 141.800 € y 163.400 € el GTS, más adelante la gama se completará con versiones por arriba y por debajo; también se desarrollará una versión GT3 destinada a competición. El objetivo, rivalizar con el Porsche 911 en todos los frentes.